REBIRTH: Kingdom Monsters-God child

[Argol]

Y los dioses bajaran a la tierra y le diran al hombre que debe proteger sus sueños

El cielo estaba mas celeste como hacia mucho no veian los pasajeros de la nave. Ni una nube cubria el techo de la zona.
Un barco mediano pero de buen pasar estaba llegando al fin de su recorrido. Sus velas estaban alzadas y se movian por el viento. Una bandera pirata con el dibujo de la calavera de un quagsire se distinguia erguida en el mastil principal.
El barco estaba por zarpar en Argentum y ya se escuchaba el bullicio de una ciudad habitada por comerciantes y marinos, gente que iba y venia trabajando.
El capitan del barco se acerco a la proa del barco y exclamo: Huey! Duey! Louie! Apuren sus pasos! Argentum esta sobre nosotros. Debemos desembarcar!
El puerto no estaba muy bien acomodados. Tablas viejas formaban pequeñas pasarelas de desembarque. El olor a sal del viaje seguia en su explendor pero mezclado aca con un poco de goldeen o algun otro pez muerto preparandose a ser vendido.
Los wingulls revoloteaban y se posaban cerca de las casas y los postes.
Dos almacenes gigantes daban sombra sobre la rambla principal del puerto. La mayoria de las personas eran piratas o marineros que se movian de un lado a otro llevando mercaderia a los almacenes donde esperaban los mercaderes para intercambiar productos.
Dos personas destacaban en ese lugar. Una mujer de pelo blanco largo cubierta de una tunica blanca con ribetes rosas y verdes, que formaban en algun lugar del vestido la figura de un shaymin. Su cara tenia rasgos adorables y no parecia mayor a 20 años.
A su lado un hombre de cara joven, con rasgos duros pero con sensibles nervios estaba tratando de mantenerse en una sola posicion. Su armadura brillaba y resaltba en el paisaje. Dos hombreras pechera relucientes y brazos y piernas recubiertos por metal. A su espalda una espada de 2 metros de color cobre con detalles en dorado. El pelo sin forma, despeinado hacia los costados de color borgoña y unos ojos de color ambar q demostraban mucha expresion.
Ambos parados en el medio de un estandarte con el simbolo de un suiciune saltando frente a un cristal.
Los pasajeron del barco comenzaron a descender. Un grupo de lo mas variopinto. Y muchos de ellos se acercaron al grupo del estandarte del Reino del Cristal.
"La luz brille sobre sus corazones. Bienvenidos a Radiant valientes Guerreros., dijo la hermosa chica y abrio sus ojos mirandolos fijos pero estos eran de un color blanco puro.

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Como dije en el off topic, la inicativa es para las peleeas, veamos como sale la historia con uds organizandose para postear. Suerte, y espero no tener que matarlos.

[Raptor]

Una mujer de apariencia majestuosa y un hombre con apariencia gallarda nos dieron la bienvenida al llegar a tierra, a decir verdad no esperaba una recepción como esa hasta llegar a algún lugar más adecuado, sin embargo eso no me impediría tener modales.

Tomé mi Staff sosteniéndolo con mi mano derecha, y me incliné haciendo una reverencia.

“La oscuridad proteja sus mentes. Gracias por esta bienvenida, mi señora, permítame presentarme. Soy Darius, iniciado del templo de la oscuridad”

Dicho eso me erguí y acomodé un poco la manga de mi túnica negra que noté que estaba desalineada. A decir verdad no se por que me preocupa el detalle de una manga, un cabello azul oscuro y ojos rojizos deben llamar más la atención que una túnica común.

[Ginji]

El olor del lugar era fuerte... demasiado quizás y empeze a sentirme un poco mareado... quizás... quizás esto no era tan buena idea despúes de todo...

"Ja, ja, ja, ja. Sewyn eres un debilucho, siempre tan sensible..."

NO, yo había venido a hacer algo y no iba a retroceder hasta obtener una respuesta... su respuesta.

Identifique el estandarte de la armada en la que se suponía me había alistado y, sujetando con fuerza las agarraderas de mi mochila, me dirigí hacia allá.

— Permiso... ehm... Disculpe... yo... lo siento... perdón... — Condificultad me abrí camino entre la gran cantidad de personas que salian del barco hasta estar casi frente al estandarte, a su lado un hombre con aspecto gentíl y una mujer de profundos ojos blancos observaban a los cadetes que se iban juntando.

Cuando me observo con sus imposibles ojos blancos no pude evitar sentirme intimidado y sonrojarme, sentía que su mirada veía cosas de mi que ni siquiera yo mismo sabía.

La incomodidad del momento me impulsaba a hablar, sin embargo un chico de tunica se me adelanto y se identifico como iniciado del templo de la oscuridad...

La curiosidad me invadio de inmediato, era la misma rama de la religión que protegía mi familia... quizás él tambien sabria algo del "rito"...

— Gra... gracias por la bienvenida, señorita. Espero... espero serle de utilidad... — Dije haciendo una breve inclinación de cabeza, sintiendome bastante tonto por haber puesto mi timidez en evidencia. Al parecer no estaba empezando del todo bien.

[Bass_DX]

El joven guerrero observaba el muelle desde el barco. Hacia tiempo que habia perdido esa sensacion de aventura que hace mucho tiempo le habria producido tocar un nuevo puerto. Recorrio el muelle con los ojos rapidamente, hasta que lo vio. Su corazon latio tan rapido, como si hubiera visto un fantasma.

Al momento de desembarcar, trato de bajar lo mas rapido posible, manteniendo la compostura, pero buscando desesperadamente esa vision. Hasta que la encontro. Ese estandarte, que le habian enseñado a apreciar, a querer, luego a temer, pero al que al final, aprendio a respetar.

Se acerco, junto con otras personas. Junto al magnifico emblema, un caballero de porte solemne y una mujer de apariencia ominosa aguardaban. No necesito pensar demasiado para saber que habia llegado a su objetivo.

-La luz brille sobre sus corazones. Bienvenidos a Radiant valientes Guerreros.- Dijo la mujer, a la cual el caballero respondio con una respetuosa reverencia. Sin embargo, volteo para mirar al caballero, a sus ojos, como si midiera su capacidad. Sabia lo que tenia que hacer. Hacia mucho tiempo que no lo hacia, tal vez se habia oxidado con el tiempo, pero la ocasion lo ameritaba.

Un gran orgullo se hincho en su pecho cuando, poniendo una rodilla en el suelo, y bajando la cabeza, dijo, en el tono mas formal que pudo esbozar:

- Aprendiz de Caballero de la Corte del Rey, Tirion Neatherbreaker a su servicio, Señor!

[Muffincat]

(Finalmente llegamos, es un alivio volver a tierra firme. Oh, pensar que nos recibe gente tan bien, con tanto engendro horrible que he visto sobre este barco.)
La joven monja se hablaba a si misma en sus pensamientos mientras descendia y se dirigía hacia aquellas dos personas. Uno de los tripulantes se había adelantado a saludar.

-...Soy Darius, iniciado del templo de la oscuridad

(... oscuridad? Pero que sinvergüenza.) Alguien más había intentado presentarse pero la monja poco lo notó, seguía absorta en sus pensamientos.

-Es un placer poder brindarles de mis servicios.- Dijo cortante pero de forma educada una vez que logró acercarse lo suficiente a la pareja. -Mew los bendiga.- Un resoplido se escucho por detrás seguido de lo que parecía una risa contenida, la joven siguió su camino ignorandolo.

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Aun no se como se ve mi pj fisicamente asi que no esperen descripciones. Quizas un dibujo en unos días (?)

[Lycaon]

La bodega del barco apestaba a alcohol barato, aunque Murdoc mucho no conocía este olor recordaba por lo menos un olor parecido pero mas fino. Los años en el bosque lo habían moldeado de una forma incorrecta. Pero eso no importaba mucho ahora, el barco había dejado de moverse y eso para Murdoc significaba que habían o llegado a un puerto o que habían sido atacado por piratas. Murdoc esperaba que fuera lo primero.

Revisó si todo estaba en el lugar correcto, Su cuchillo, su palo, todo lo demás estaba allí. Inclusive el extraño y antiguo papiro que mostraba como un hombre con una mascara que parecía un bote pequeño se alimentaba del Sol mientras un pequeño pokemon totalmente calvo tocaba los tambores


Rapidamente se bajó del Barco, y miró embelesado a los Pokemon voladores que estaban en el puerto, mientras caminaba hacia el grupo de gente que los estaba esperando. Esto causó que se llevara por delante a una joven que estaba junto a un grupo de lo más variopinto.


"-Ah maldición, volví a hacerlo, El estar alejado de la gente me hizo creer que estaba yo solo en el puerto... por lo menos no choqué con usted y terminó en el agua, eso habría sido feo y triste.Se le habría arruinado esa ropa, y sabe lo que dicen, el agua salada no sale con nada"- dijo el Joven mientras ayudaba a levantar a la muchacha que había tirado al piso.

-"Disculpe señorita, y a los demàs lamento interrumpir esta ceremonia"-dijo mirando a las 2 personas que llevaban el Estandarte del Reino de cristal, se quedó alli, ya que había algo que le decía que en ese mismo lugar era donde tenía que estar.

[Ryo]

La brisa marina le golpeaba el rostro, con los brazos apoyados sobre la baranda observaba atentamente el horizonte, hasta que finalmente el puerto de Argentum estaba a la vista.

Con una sonrisa llena de jovialidad y confianza, un muchacho de no mas de 16 años estaba sobre la cubierta ansioso por llegar a tierra. El chico tenia un desordenado cabello rojo fuego, que contrastaba abiertamente con unos ojos azules profundo, que emanaban una paz como la del oceano. No era excesivamente alto, se diria que media alrededor de 1.75m, pero siendo delgado y atletico, a veces parecia mas alto.

Vestia un chaleco rojo con ribetes dorados, un cinturon marron que daba paso a unos pantalones largos de color rojizo, y largas botas de identica tonalidad que el cinturon. En sus manos habia guantes blancos algo sucios y desgastados por el paso del tiempo, y finalmente una larga capa roja que le llegaba hasta los talones.

Con la llegada al puerto se escucho la orden del capitan de bajar a tierra, y el muchacho se coloco u elegante sombrero rojo, que tenia una pluma blanca de adorno.

Bien, vamos a empezar. Argentum, espero que estes listo para mi!

Bajando del barco junto al resto de los cadetes, el muchacho rapidamente diviso el estandarte del reino de cristal. Junto al estandarte se encontraban una mujer muy hermosa, de unos ojos blancos que infundian una sensacion de calma muy placentera, y un hombre robusto de aspecto tosco, pero a la vez justo, la clase de hombre que se forjaba en un campo de batallas.
Antes que el, 4 jovenes mas se presentaron, dando su nombre, haciendo gala de titulos nibiliarios, y algunos haciendo reverencias muy anticuadas,. Ese no era el estilo de este joven aventurero.

-Mi turno! Mi nombre es Archivald Linegold, unico dicipulo del Gran High Wizzard "Rivland the wise"; y mago de la orden arcana de 1er rango, merito de Shaymin!-el muchacho se presento con una gran sonrisa, nombrando orgulloso de sus titulos obtenidos en la academia de magia.

-Ahora que el gran Archie esta aqui, no hay nada que temer; Mylady, Noble Sir, pueden dejarlo todo en mis manos!-dijo, golpeandose el pecho.

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si, un buen moralfag siempre hace falta

[Argol]

Un grupo de alrededor de 8 personas se pararon frente a los jefes de la cooperativa de Radiant. La mujer dio un paso al frente y hablo:
Celeste: Bienaventurados. Nuestros nuevos aliados y amigos, mi nombre es Celeste y soy la segunda al mando de este nuevo grupo. El que está aquí a mi lado es Marco, jefe de la guardia de esta ciudad y sus alrededores. Esta es nuestra primer misión con Marco como capitán, así que ayúdennos a cumplirla juntos. Veo que son confiados algunos (posando su mirada en el chico vestido de rojo, o en el caballero que se presento con gran coraje) y algunos otros irán demostrando que su corazón puro es su mejor arma (posando una mano sobre la cabellera del más pequeño del grupo).
La cara de la mujer reflejaba paz y armonía. Gentilidad en estado sólido. Los movimientos de sus manos al hablar tenían una gracia incomparable. Marco se adelanto, carraspeo y con movimientos más torpes comenzó a dar su discurso.
Marco: Señores y Señoritas, esto no va a ser una tarea fácil. Como todos saben estamos en la gestación de lo que puede ser la guerra más fría y cruenta de la historia de este planeta. El mundo reposara en las manos de cada uno de nosotros y debemos hacer lo mejor posible. A cada uno de ustedes se les entregaran los medios disponibles para que cada uno ponga manos a la obra. Y como todos saben, al volverse parte de una guardia u organización, el derecho de portar y criar Pokemons legalmente. Pero no todo es tan fácil. Las pruebas para ver si son dignos, vendrán más adelante. Por ahora nos dispondremos a ponernos en marcha hacia el departamento donde esperan sus primeros compañeros en esta batalla. Sí, nos pondremos en camino cuando…ehh..
Los nervios de Marco se comenzaron a notar. Algo lo preocupaba, o lo ponía incomodo como demostraba su cara.
Celeste se acerco al oído de Marco y con una mano en su hombro le dijo: “no te preocupes, ahí ya viene Alex”
Ambos dieron vuelta su cabeza hacia el pasillo que tenían a su costado.
La figura de una chica de mediana estatura, de pelo azul que vestía una armadura ligera y pequeña y corría sin mirar al frente apareció entre los obreros del puerto. A su lado, un pingüino que le llegaba hasta casi la mitad de su cuerpo, corría a la par. Se paro estrepitosamente al lado del grupo.
Alex: Que el equilibrio…uff..Llene su…crepúsculo..uff que cansada. Eh no digo, que el alma se llene de crepus…ah no así no.
Celeste en voz baja: “que el crepúsculo llene de equilibrio su alma”
Alex. Ah si, eso. Que el crepúsculo llene de equilibrio su alma. Perdón la tardanza es que…
La agitación se notaba en su cuerpo por como realzaba su pecho, y en su cara transpirada.
Celeste: Ella es la tercera de nuestro grupo. Su nombre es Alex y es nuestro primer ayudante. En realidad la única que paso alguna vez una prueba.
Algunos atinaron a balbucear algo intentando preguntar por la prueba pero la voz ronca de Marco hizo finalizar todo murmullo.
Marco: Ahí tienen un cofre con armas. Elijan la que crean conveniente, solo si no tienen con que defenderse. Se los pedimos por que la cantidad que tenemos no es mucha tampoco. Se llama economía de guerra a esto. Vayan acostumbrándose. Tambien pueden agarrar dos frascos de medicina cada uno. Cuando ya tengan todos lo que necesiten sigan nuestros pasos dentro de este lugar (indicando una puerta hacia un costado) así ya podremos ver de comenzar la prueba. No podemos perder tiempo.
Los tres se dieron media vuelta y caminaron adentrándose en la puerta. Solo Alex quedo parada fuera junto a su pingüino.

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Offtopico:Ahora si pueden chusmear entre Uds., agarrar un arma, sus pociones y ya casi estamos en los pokes :D después de acá vayan al offtopic que hay mas info.

[Ginji]

"y algunos otros irán demostrando que su corazón puro es su mejor arma"

Un escalofrío recorrio mi cuerpo y me sobresalte cuando aquella mujer coloco su mano sobre mi cabeza, sus palabras me habian sorprendido y además no esperaba tal atención de su parte, su tacto era suave y calido... era como el de...

"Sewyn, a veces eres demasiado bueno y noble jajajaja... Por favor no seas tan confiado"...

Sacudi mi cabeza para quitarme ese pensamiento de encima... si algo había aprendido es que el corazón no es suficiente para ganar las batallas y yo queria ser fuerte... queria demostrarles a todos que valia la pena.

La torpe llegada de la chica a la que llamaban Celeste atrajo mi atención, nunca habia visto a la critura que iba con ella, esa ave se veia muy tierna aunque su dueña parecia algo descuidada.

Poco despúes Marco nos indico que tomaramos armas de un cofre y nos alistaramos para la prueba. Empeze a sudar y ponerme nervioso, este era el momento definitivo, la primera dificultad a superar y aquello que me pondria a prueba ante mi mismo.

Avanze de forma vacilante hacia el cofre, vi un arco largo con un carcaj de flechas y hice amago de tomarlo, sin embargo al hacerlo me incline mucho hacia el cofre y trastabille, me balancee hacia atrás para tratar de recuperar el equilibrio y choque con algo, me di la vuelta y note que era más bien un alguien.

La monja me observaba de forma severa... y entonces al verla recorde...

"-Es un placer poder brindarles de mis servicios. Mew los bendiga."

Esa religión es la misma que...

— Lo... lo siento... hermana — Dije haciendo una urgentada reverencia. La monja me lanzo una nueva mirada y constricta iba a seguir su camino, cuando no sé de donde saque el valor para hablarle — Este... yo... yo no pude evitar oir que usted... usted es sierva de Mew ¿Cierto?... Este.. en mi pueblo... alla yo ten=a a alguien que era muy cercano a esa religión tambien y yo... yo... Espero que nos llevemos bien, mi nombre es Sewyn... mucho ¡Mucho gusto! — DIje poniendome lo más derecho que podía mientras sentía que me ponia más rojo que los elitros de un Ledyba.

Ya podia imaginar lo vergonzoso que eso se veía desde fuera, definitivamente iba a ser la nueva mascota del regimiento.

[Raptor]

Una última integrante se nos unía mientras nuestras finalizaba la explicación por parte de nuestros anfitriones, ahora había que proseguir con el siguiente paso, equipamiento.

Mientras abrían el cofre del cual deberíamos abastecernos un muchacho cometió un leve acto de torpeza pero no ocurrió nada en especial.

”Lamento decir que no tengo habilidades con las armas, así que solo tomare las medicinas”-Dicho eso tomé 6 frascos de los cuales guardé 2 y los otros se los lleve al chico tímido y a la monja seria.- ”Tomen, será más fácil repartir las cosas así que abalanzándonos sobre el cofre”

[Ryo]

Ahora que estaban hechas las presentaciones, el sigueinte paso era tomar algun equipamento y prepararse para als pruebas.

-Cual es la necesidad de hacer pruebas, cuando ya se sabe que voy a psarlas? No comprendo.-pregunto con un rostro de geniuna curiosidad el joven, mientras se acercaba al cofre.

Un chico bajo y algo timido habia chocado con la monja seguidora de mew, y ahora estaba todo rojo y hablaba muy bajo, tanto asi que Archie no pudo oir lo que decia.
Sin desperdiciar tiempo, Archie queria comenzar a cumplir sudeber de proteger a los debiles, y decidio que podia empezar con el chico. Acercandose a el, le dio una amistosa palmada en la espalda (que fue demaciado fuerte, Archie no controlaba bien su fuerza), y le sonrio con entusiasmo.

-No te pongas nervioso, estas entre amigos! Ya lo dije verdad?
Es mi deber proteger a los debiles; mi maestro siempre decia que debia usar mi talento y genialidad para ayudar a otros, y no para mi beneficio propio.
Asi que ahora que estoy aqui, los debiluchos como tu no tienen nada de que temer!-le dijo con una honestidad brutal.

Parecia que Archie habia faltado a las clases de tacto y delicadeza, si bien no habia mala intencion alguna, el mago nunca habia aprendido a ubicarse en tiempo y lugar.

Darios: ”Tomen, será más fácil repartir las cosas así que abalanzándonos sobre el cofre”

Archie escucho la palabra "cofre" y "abalanzarse" y antes que alguien pudiera detenerse, se abalanzo sobre las armas. Tomaba una tras otra, pero al no ser lo que buscaba, simplemente las tiraba al suelo.

Esta . . . no, poco filo.
Esta es muy larga . . .
Esta muy corta . . .
Es muy pesada . . .
Y esta muy ligera . . .
Mmm, de esta no me gusta su color . . . . . .-con cada nueva negativa, una arma mas acababa en el suelo, hasta que finalmente encontro lo que buscaba.

-Esta!-grito, levantando un rapier, y sacudiendolo en el aire, lanzando estocadas, cortes y diferentes movimientos de esgrima.

Al estar conforme con su nueva arma, tomo 2 frascos de pocion, y los guardo en un bolsillo interno de su saco.
Terminada la seleccion de equipamento, se acerco curioso a la joven que habia llegado mas tarde, Alex.

-Vos tambien sos parte de nuestro equipo? Mi nombre es Archie, encantado de conocerte!-dijo, tomandola de la mano y estrechandola con mucha energia, y mostrando una vez mas su amplia sonrisa.

-Espero que podamos trabajar como equipo para el bien de la gente, aunque yo no necesite de ayuda de otros, siempre es mas divertido viajar en grupo.-finalizo, en una frase que desbordaba arrogancia, y que hubiera irritado a cualquiera.

Definitivamente la palabra "tacto" no estaba en su diccionario.

[Bass_DX]

El joven guerrero escucho con atencion el discurso de la dama. Su voz era suave, sin embargo, habia firmeza en sus palabras. En cierto momento, sus ojos se encontraron. Pudo ser... Desprecio? No, seguramente lo estaba imaginando. Suficiencia? Una leve sonrisa cruzo su rostro. Tal vez la presentacion habia sido demasiado formal para los desconocidos. Se habia dejado llevar por el momento.

Pasado el discurso, y la llegada de la nueva integrante, les ofrecieron a el y a sus ahora aliados algo de equipamiento y armas. Ante la sola mencion, Tirion llevo sus manos a la espada asegurada en su espalda. Si, eso no iba a necesitar, sin embargo...

- Economia de guerra, eh...

Con su poca experiencia, sabia lo que era pelear sin recursos, y lo afortunado que era poder contar con ellos. Iba a tomar dos pociones, cuando vio que sus compañeros estaban interactuando. Pensó que deberia conversar tambien, pero... Tanto tiempo solo habia oxidado sus habilidades sociales. Tal vez encontraria un mejor momento en el futuro. Tomo dos pociones que guardo cuidadosamente, y espero a que el resto estubiera listo para partir.

[Lycaon]

-Whoa, cuanta gente graciosa, gritona y que se olvida de simples letras al hablar- dijo Murdoc mirando como todos agarraban cosas del cofre y como el extraño hombre de rojo se abalanzaba.

Murdoc agarró las 2 pociones que les había dado a ellos, no necesitaba armas, tenía sus 2 armas que lo acompañaban siempre.. Su palo y su Daga.

El Palo de Murdoc tenía una historia importante, pero no era momento para contarla.

"Ah.. todos se presentaron... un gusto.. Soy Murdoc... y... Whoa, tanto tiempo viviendo solo y uno pensaría que el primer contacto con humanos en muchos años sería mas... interesante... bueno.. soy Murdoc" dijo Murdoc mirando al resto del grupo.

"Señor Alex, por favor, llevenos hacia donde tenemos que continuar el viaje" dijo mirando al hombre con el Pinguino.

[Argol]

La monja no dijo nada. Parecía que las palabras no eran su fuerte. No agarro nada del cofre y se dirigió a la puerta.

Alex se quedo perpleja mirando al chico de traje rojo.
Alex: "Yo también espero que vos nos puedas servir de algo, y no solo para hablar! jajá"
Codeo al chico, el cual sintió un fuerte golpe y carraspeo del mismo.
Alex: "uy perdón, algunas veces me olvido de controlar mi fuerza jajajaja!"
El resto del grupo de gente se acercaba a la puerta.
Alex: "Si ya estamos todos, vamos a ir entrando en grupo. Marco les dará mas detalles dentro."

El grupo entro y se sorprendieron levemente al ver el cambio que se producía. El galpón no era lo que podían esperar. Era una estancia de 3 colores uniformes. El piso era negro muy oscuro y no se notaba en ningún momento un cambio en el color. Ni una pizca de otra tonalidad, daba la impresión de estar caminando sobre la nada.

Las paredes eran grises y no parecían tener cambios de texturas. Completamente uniformes. Y el techo de un blanco tan puro que dolía mirarlo directamente. Era como si recién estuviera pintado.

En el centro se encontraban parados Marco y Celeste que resaltaban entre los colores de fondo.

Marco: Pasen por favor no se asusten, porque esto no es nada comparado a lo que vendrá en sus vidas. Hasta este momento no los veían pero miren a su alrededor nuevamente.

Todos dieron un giro para mirar a sus espaldas y vieron como se iluminaban muchas columnas cortas. Más bien eran simples columnas de metro cincuenta que servían para apoyar unas esferas que brillaban de distintos colores, en todas menos una.

Celeste: Ahí encerrados en esas esferas, están esperándolos sus compañeros. Esos compañeros darán su vida por Uds. Los protegerán, los cuidaran, se preocuparan y pelearan por ustedes y por sus convicciones.

Marco: Uds. son 8, pero no podemos darle más de uno a cada uno. Estos Pokemons fueron seleccionados por los mejores profesores del reino para que los ayuden. Y algún día los que no sean elegidos cumplirán su deber junto a alguien.

Celeste: Disculpen que no podamos decirles quienes son, pero no sería justo para ellos. Lo que sí es importante que su corazón guie sus pasos como hicieron los nuestros en nuestra primera vez.

Todos se miraron y muchos de los que estaban en la sala tenían cara de miedo y preocupación. Otros decididos comenzaron a caminar.

El chico de traje rojo se dirigió directo al resplandor rojo.
Archie: Yo se que sos vos lo que necesito. Sos el fuego que hay en mi corazón. Al tocar la esfera la luz se reflejo en la pared frente a él y la gran imagen de un Typhlosion apareció rugiendo y haciendo explotar el fuego de su cuello. La Pokebola se abrió y un topo de fuego con los ojos adormilados apareció frente a este.

El más bajito del grupo y el que había demostrado ser el más tímido, miraba hacia sus costados y no entendía nada. Solo sabía que debía elegir la mejor para mejorar su fuerza. Solo se le vino a la cabeza algo: Agua, el elemento del Dios de su familia. Se acerco a una esfera que la luz formaba un pequeño oleaje al fondo. Al tocar la esfera de ese oleaje se vieron salir dos cañones y luego una caparazón marrón gigantesca, y un Blastoise sumergió del agua demostrando toda su potencia. Al lado del chico una pequeña tortuga celeste se quedo mirando fijo a los ojos de él.

La monja susurro "Mew, guíame" y cerrando los ojos comenzó a caminar y cuando se dio cuenta una luz Rosa muy potente la cubría y en la pared un ser que nunca había imaginado apareció. Un monstruo que parecía metálico de cuatro patas de color celeste y con una gran cruz que le marcaba la cara y ojos rojos potentes que se clavaron en ella como un blanco. Uno de los ojos de este ser comenzó a moverse y acercarse a ella. Y lo que parecía un brazo pero con este ojo rojo delante quedo flotando ahí, frente a su cara.

El muchacho con el palo en su espalda que había llegado último al grupo comenzó a oler el aire. Y se agazapo en el suelo. Y como si fuera un pequeño animal comenzó a correr en cuatro patas persiguiendo el olor que lo atraía. La esfera que brillaba como el pasto en el amanecer estaba frente a él y tenia uno de los aromas más dulces que alguna vez sintió. La imagen de un gran dinosaurio con una flor en su cuello apareció y parecía como que hiciera temblar la pared detrás del con su fuerza. Revoloteando la hoja de su cabeza un chikorita con cara de superación apareció sobre la columna.

El caballero con su gran espada camino decidido sin ninguna duda hacia la luz de color celeste muy claro. A cada paso la Pokebola parecía rechazarlo por el frio que la cubría. Pero el caballero no se daba por rendido, sabía que el poder que encerraba esa esfera no lo defraudaría. Y la sombra que apareció cubrió gran parte de la pared solo se veía la sombra y parecía acercarse a él. Y a medida q la luz brillaba sobre el comenzó a verse unos grandes colmillos y por ultimo un antifaz celeste enmarcando unos ojos furiosos. Tirion tuvo la sensación de que si ese monstruo rugía, el iba a quedar congelado por siempre en ese lugar, pero sintió algo cálido en su pierna que lo saco del transe. Un conjunto de pelos marrones estaba oliendo su pie.

El representante de la orden de los oscuros, se enfundo en la capucha y camino hacia el centro. La mayoría de los chicos ya había caminado y sabia que no se había perdido de nada. Sabía que su gemelo estaba en otro lado y como siempre dijo su orden, la inteligencia lo guiaría. Comenzó a caminar y la oscuridad formo un camino de pura oscuridad a su alrededor. Y perdió la sensación de orientación. Pero ahí estaba el sentía su aliento, su respiración. Estaba cerca. Y lo sintió a su lado sintió la fría sensación de un hueso, de ese pelaje corriendo y vio de espaldas dos grandes cuernos la cola puntiaguda y toda la oscuridad se centro en el, pero su color no era negro como lo recordaba era de un color celeste y brillaba. Dejaba un halo de luz detrás. Y esa mancha de oscuridad formo un gran Houndoom en la pared y el houndour que había salido de la Pokebola ya estaba sentado al lado de su dueño esperando ordenes.

En ese momento distintos rugidos se escucharon alrededor de la sala y todos comenzaron a mirar alrededor, vieron imágenes de Lucario, Salamance, Slaking, Aggron, Masquerein, Altaria, electivire, Flygon y Venasaur desaparecer y apagar la luz de las Pokebola que no habían sido elegidas.

Marco: Saluden a sus compañeros y acérquense que le daremos las indicaciones para llegar a su misión.

[Raptor]

Al avanzar la oscuridad envolvió el mundo a mi alrededor, por un momento parecía como si toda existencia hubiera sido borrada, pero… la sensación de que no estaba solo en ese mar de oscuridad no desaparecía, alguien o algo se encontraba conmigo en ese lugar, sea lo que sea se sentía demasiado cerca, tan cerca que su respiración era casi palpable. Frente a mí una silueta era visible, una figura canina con unos cuernos de color marfil y una cola terminada en punta se alzaba, luego de unos segundos reconocí a la criatura que tenia ante mis ojos, había visto algún que otro ejemplar con el paso de los años, aun así había algo diferente en este espécimen, su pelaje, no era negro como los que había visto antes, era de un color azulado, y se podía percibir un brillo especial en el mismo.

Mientras admiraba la figura frente a mí una variedad de rugidos me hizo espabilar, las imágenes de diversas criaturas se desvanecieron en el aire, dejando un silencio que fue cortado por la voz de Marco.

Marco: Saluden a sus compañeros y acérquense que le daremos las indicaciones para llegar a su misión.

Compañero?

Cuando me dí cuenta, tenia a mi lado un pequeño cachorro similar al can que había visto hacia unos segundos atrás, pero era mucho más pequeño, su cola era más corta y en lugar de los cuernos portaba una especie de casco en forma de cráneo, y a su vez, este compartía el mismo pelaje azul-celeste brillante que la visión.

Analice al cachorro de pies a cabeza, mientras lo observaba el pequeño comenzó a mover su colita frenéticamente, me incliné y acerqué mi mano a su cabeza solo para que este saltara alegremente hacia ella, buscando acortar los pocos segundos que me hubiera tomado acariciarlo de otra manera.

-Bueno amiguito, parece q estamos juntos a partir de ahora… creo que debo darte un nombre, cual seria adecuado…- dije a mi nuevo compañero, el cual solo me miro de frente.-Sunil, que te parece?--el pequeño can solo respondió con un ladrido mientras yo me erguía de nuevo.

-Bien, creo que estoy listo, Señor Marco, Lady Celeste, cual es nuestra misión? -