Una de las cosas que más odio de la Navidad son los típicos familiares a los que sólo ves 1 vez al año y de los cuales, a algunos casi ni les recuerdas (y que ellos estén con lo típico de "Halaaaaaa, cuánto ha cambiado el chaval!!! [Nota mental: Sí, yo cambié pero vosotros seguís igual de deficiente...