Made in PAPokémon: El Mundo con Otros Ojos

Pokémon el Mundo Con Otros Ojos – Capítulo 48: ¡Eliminatorias! Parte 2

Disclaimer lavamanos tipo Disney

Esta historia fue escrita desde el 2002 al 2004, por una piba y un pibe que, al comienzo de la historia, tenían 15 años, al igual que el protagonista.
Es probable que cada tanto encuentren chistes o comentarios homofóbicos, machistas, racistas y/o de mierda en general. Básicamente, éramos literalmente nenes y bastante boludes, como la gran mayoría de las personas lo es a esa edad. Esos comentarios NO reflejan la postura actual del staff de PA y francamente, son bastante vergonzosos. Pero decidimos dejar la historia exactamente tal cual fue escrita y no lavarnos las manos de nuestros errores.

 

Capítulo 48: ¡Eliminatorias! Parte 2

El público rugía emocionado con las caras iluminadas por la luz de los reflectores, que proyectaba sobre el campo sombras de formas casi irreales, mientras dos bestias poderosas se batían a duelo con ferocidad en el centro de él, haciendo temblar el suelo.

-¡Maldición Dandy, deja de estar jugando y elimina a esa bola de mier… digo de piedra!

Feraligatr forcejeaba con un Golem de excelente contextura física. El monstruo acorazado tenía sujetas las fauces cerradas del lagarto con ambas manos, para evitar una ducha que sería letal para él. Pero Dandy no tenía intenciones de dejarse dominar así nada más; al tener el Golem los pies clavados en la tierra, y tener un peso demasiado elevado como para intentar levantarlo, la única opción del cocodrilo era atacar a golpe limpio. Después de unos cuantos puñetazos que fueron más dolorosos para sus dedos que para la coraza de su rival, le agarró los brazos, que aún eran usados para mantener cerrada su bocaza, y comenzó a apretarlos con toda su fuerza, al tiempo que mantenía alejado su redondo y peligroso cuerpo de sí mismo con un pie.

Era una lucha donde el músculo regía, y los dos Pokémon tenían mucho de eso.

Golem apretaba los dientes, soportando valientemente el terrible dolor de las filosas garras de Dandy enterradas en sus brazos.
Intentó darle una patada para distraer al cocodrilo, pero como Dandy lo mantenía a distancia con un pie sobre él, le fue imposible.

-¡Golem, aguanta un poco más! –suplicó su entrenador, un muchacho alto, rubio, y muy guapo, con un porcentaje desigual de los espectadores de su lado.

Feraligatr apretó con más ahínco aún, Golem soltó un gruñido de dolor y aflojó un poco las manos.

-¡Ahora, barrete!

-¡Explota, Golem!

Dandy barrió su larga y poderosa cola, golpeando los pies de su oponente, que cayó ruidosamente sobre su espalda. Abrió los ojos, adolorido, pero dispuesto a hacer “Boom”, solo para ver sobre él la enorme boca de su enemigo abriéndose y llenándose de agua, hasta salir expulsada con tal presión que sintió que su caparazón se desintegraría.

El ataque terminó, Golem seguía tendido en el suelo, empapado, y por supuesto derrotado.

-¡Wow! ¡¡Qué desenlace!! ¡Feraligatr vuelve a hacerlo damas y caballeros! ¡Qué habilidad!

-¡Este lagarto acabó con dos de los Pokémon de Ryo y no parece tener ganas de tomar un descanso!

-Veamos cuál va a ser la siguiente elección del entrenador de Kanto…

-¡Un Tauros! ¡Interesante elección, sin duda veremos otra batalla de fuerza bruta!

El toro bufó furiosamente y rasgó la tierra con la pezuña de su pata delantera.

Dandy soltó un rugido, tratando de equiparar el efecto intimidante, pero estaba muy agotado, había tenido dos batallas difíciles y jadeaba notoriamente. La tercera le sería muy difícil, sino imposible ganarla.

-¡Vamos Dandy, un esfuerzo más!

Al ver que Tauros cargó hacia él a toda marcha, afirmó su postura, y lo agarró por los cuernos antes de recibir el ataque.

El Pokémon toro movía sus patas pero no avanzaba, sin embargo, tenía muchísimo brío, y a Dandy le estaba costando más de lo que esperaba contenerlo. Tomó aire para dispararle una hidro bomba en plena cara, pero inesperadamente, Tauros pateó el suelo con sus patas posteriores y logró un impulso que sobrepasó la resistencia de su rival, que fue arrollado violentamente.
Feraligatr comenzó a levantarse, pero el toro bajó la cabeza y lo corneó repetidamente, sin darle oportunidad a defenderse.

-¡Qué ataque tan encarnizado! ¡Ese Tauros está decidido a no detenerse hasta acabar con su enemigo!

-¡Mierda, levántate!

-¡Tauros, seguí atacándolo! –Gritó Ryo apretando un puño, nunca hubiera pensado que este muchacho desconocido del Pueblo New Bark sería tan conflictivo.

El toro continuó con su embate. Dandy se defendía como podía con las manos, pero indudablemente no iba a durar mucho en esas condiciones. El Tauros le dio una cornada terrible en la espalda, que lo hizo rodar por el campo, el Pokémon de Touji vio su oportunidad; la pata trasera de su oponente estaba peligrosamente cerca de la cabeza de Dandy…

-¡Tauros, no!

-¡Eso es!

Dandy se incorporó, sucio y maltrecho, pero teniendo a Tauros colgado de su boca, sujetándolo por la pata. El toro se debatía furiosamente, tratando de patearlo con la pierna libre, y con las delanteras intentaba tocar el suelo, pero unos pocos centímetros se lo impedían.

-¡Vaya! ¡Otro revés! ¡Nadie se esperaba esta recuperación!

-Y al parecer Tauros está listo para la carnicería…

Dandy estaba por estrellarlo contra el suelo, cuando recibió una patada dolorosísima en la mandíbula que lo obligó a soltar a su presa, junto con un largo colmillo que se le desprendió. Tauros cayó, pero se incorporó enseguida, alejándose rápidamente de Feraligatr, cojeando.

Dandy se secó la sangre de la boca con el dorso del brazo. Ambos monstruos se contemplaron, jadeando agitadamente.

-¡Hidro bomba!

-¡Fisura!

Dandy rugió mientras disparaba su bomba de agua, al tiempo que Tauros se levantaba sobre sus patas traseras y hundía las delanteras en la tierra, provocando que se abriera una fisura enorme en el suelo. Se dirigió a velocidad demoníaca hacia Dandy, expulsando luz desde su interior. El ataque era letal sin duda.

-¡Dandy, esquiva eso, esquívalo! –gritó Touji desesperadamente.

Pero la capacidad de reacción del cocodrilo en aquellos momentos era mínima, vio venir el ataque, pero sencillamente no pudo moverse de ahí.

-¡Santo cielo! ¡No quiero ver!

-¡La fisura le ha dado de lleno! ¡Qué golpe!

-La escena se aclara y podemos ver el resultado, atención, ¡Feraligatr está en el suelo!

-¡Tauros también! Tal parece que tampoco llegó a esquivar la hidro bomba… ¡un momento!

-Se está levantando, ¡Tauros se está levantando!

-Sí, está de pie prácticamente porque no sopla el viento, ¡pero de pie al fin y al cabo!

-¡Lo que significa que la batalla terminó, y el ganador es Ryo Mitsuki! ¡Un gran aplauso para él y su tenaz Tauros!

-¡Y no nos olvidemos de Feraligatr, ha combatido contra los tres Pokémon de Ryo demostrando una resistencia y poder impresionantes!

El graderío ovacionó a ambos entrenadores y sus Pokémon. Un grupo de chicas con pancartas que decían “¡Te amo Ryo!” hicieron la ola.

Touji fue hacia Dandy, cuya mitad inferior del cuerpo estaba hundida en la fisura.

-Gracias, lo hiciste muy bien –dijo en voz baja antes de guardarlo.
Después, él y Ryo estrecharon manos e intercambiaron palabras amistosas.

 

***

-Pobrecito, debe dolerte mucho –dijo en tono compasivo la enfermera, mientras pasaba un algodón con desinfectante en la herida de la boca de Dandy.

-No creo, tiene la cara muy dura –dijo despreocupadamente Touji. Harry entornó los ojos.

-Bueno, solo queda una última ronda eliminatoria… y se decidirá si pasamos a octavos de final –dijo Rika.

Touji se hundió en sus característicos pensamientos negativos. Recordaba haber perdido muchas batallas, estaba seguro de que no pasaría.

-¡Cierto! –dijo Reiko repentinamente –aún tenés el set de TMs que te dio tu papá, ¿qué estás esperando para usarlos?

-Me había olvidado…

Una vez todos los Pokémon de Touji estuvieron recuperados, el grupo fue al edificio principal de la convención plateada. Teóricamente, estaban ahí para averiguar de sus próximas batallas, pero se habían entretenido en otra cosa.

Todos los Pokémon de Touji estaban fuera de sus Pokebolas, dispuestos en semicírculo junto a los entrenadores.

-Bien, empecemos, acá tengo Día soleado –dijo Touji sacando la primera cajita plateada –¿para qué me puede servir? Volco ya aprendió ese ataque hace mucho.

-Hmm… será mejor que lo guardes, nunca sabes cuando puede hacerte falta –le dijo Rika.

-Hey, ¿tenés el TM Día soleado? –dijo un chico acercándose.

-Eso dije… -respondió Touji de mala gana.

-¡Bien! Necesito ese TM para mi Tropius, ¿me lo cambiarías por mi TM Puño dinámico?

-¿Puño dinámico? –Touji miró un segundo el resto de las cajitas –lo siento, ya lo tengo.

-Aceptamos –cortó Rika inmediatamente, ante la mirada perpleja de Touji.

-¿Para que quiero dos TMs iguales? –preguntó Touji cuando el muchacho se hubo ido.

-Creeme que te será muy útil, enséñaselo a Magmar.

-Ok… Volco, vení.

El Pokémon se acercó, mientras que Touji giró varias veces la caja, buscando un mecanismo.

-Solo abrila y echale el contenido sobre tu Pokémon –explicó Hikari poniendo los ojos en blanco.

-Ya usó estas cosas varias veces y todavía no aprende… -suspiró Harry.

El entrenador les echó una mirada desagradable e hizo lo que le dijeron. Al abrirse, de la caja salió un extraño polvo plateado que bañó a Volco, el Pokémon abrió los ojos y sacudió un poco la cabeza.

-Bueno, a ver qué sigue… TM Terremoto, Kosuke ya lo sabe.

-No es para Kosuke –dijo Rika con los ojos brillantes, y señaló a Dandy con la mirada.

-¿Un Pokémon de agua que puede aprender un ataque de tierra?

-Así es, de esa forma no estará del todo desprotegido cuando tenga que enfrentarse a un Pokémon eléctrico.

-Entiendo -Touji repitió el proceso con Dandy.

El siguiente TM era Tóxico, y tras una corta discusión convinieron que lo mejor era dárselo a Moro. Después fue el turno del Rayo solar, que fue enseñado a Sceptile. Y el último…

-Queda el otro puño dinámico, ¿qué hago con él?

-Metetelo en el… -comenzó Harry.

-Ese es para Denkeshi –interrumpió Rika.

-¿Qué? ¿Y de qué le serviría a él? Solo mira esos bracitos…

-Aunque no lo parezca, los Raichu tienen una fuerza física bastante alta, podría tener una defensa contra los Pokémon de tierra y roca que tantos problemas le dan, además de poder atacar con más esperanzas a Pokémon como ese Snorlax de antes…

Touji no necesitó más argumentos, enseguida enseñó el ataque a Denkeshi.

Después de un rato de charla (y de que la gente se acercara a ver los Pokémon de Touji) averiguaron los detalles sobre sus combates del día siguiente, comieron y se fueron a dormir.

El sol ya estaba alto, muy alto cuando…

-¡Idiota! ¡Despertate! –lo sacudió Harry.

-¿Ehhh? ¿Qué pasa?

-¡Te estás perdiendo la batalla de Rika!

Touji se incorporó como un resorte, se vistió, se lavó la cara, tomó su cinturón y salió a la carrera hacia el estadio, con el rostro y el cabello goteando agua.

Cuando llegó, ni siquiera tuvo tiempo de sentarse:

-¡¡Woaah!! ¡Este Pokémon es imparable! ¡Ha derrotado ella sola a los tres Pokémon de su oponente! –exclamó el comentarista.

-¡Y ni siquiera llegó a sudar!

Lunita revoloteaba alegremente sobre un imponente Nidoking caído, al parecer el monstruo no tuvo ninguna oportunidad contra el hada.

El público ovacionaba a Rika con entusiasmo, mientras que ella saludaba con la mano, sonriente. Un sujeto que estaba sentado al lado de Touji se paró y gritó a todo pulmón:

-¡¡Te amo Rikaaaaaa!!

Touji le dio un codazo en la cara con todas sus fuerzas, y el muchacho tuvo que sentarse por el golpe, agarrándose la cara.

-Perdón, fue sin querer… -dijo Touji con una adorable sonrisita.

Más tarde, Touji se preparaba para su combate. Sentía que si no lo ganaba, no pasaría a cuartos de final.

-¿Seguro que vas a usarlo a él? Hace mucho que no pelea…

-Lo sé, pero lo necesito, escuché que mi oponente tiene un Pokémon fantasma muy poderoso, y no quiero correr riesgos como me pasó con Morty. Estoy seguro de que lo hará bien, siempre fue muy confiable.

-Espero que tengas razón… -dijo Harry.

Cuando llegó al estadio de eliminatorias el sol ya se había ocultado. Ya había combatido de noche varias veces, pero pensar que tenía que hacerlo frente a un fantasma, eso sí lo ponía nervioso, no tenía muy buenos recuerdos de esas criaturas.

-¡Aquí llega Touji Watsuki!

-Según estadísticas este es el último combate de eliminatorias de este entrenador, si pasa a octavos de final o no dependerá de su puntuación tanto en esta con el resto de las batallas.

-¡Su oponente está entrando al estadio! ¡Un gran aplauso para Marco Díaz del pueblo Oldale, en Hoenn!

Un muchacho de cabello y tez oscuros entró saludando al público. Vestía simplemente de jean y camiseta, y tenía una perfecta y reluciente sonrisa.

-¡Empieza la batalla!

-¡Touji elige usar a su Skarmory!

-Y de parte de Marco vemos… ¡Vaya! ¡Un Medicham!

Un Pokémon muy extraño, bípedo, de piernas gruesas y musculosas salió al campo iluminado por los focos. Ni bien pisó el césped giró sobre sí mismo, dando dos espectaculares patadas al aire. Después se paró sobre sus manos y frente a las caras de asombro de todos efectuó su mejor número de Kapoera, para después dar un gran salto y aterrizar limpiamente.

Las gradas aplaudieron animadamente el pequeño espectáculo del Pokémon.
Por las cabezas de Touji y Moro se deslizaron dos grandes gotas de sudor.

-¡Este monstruo tiene mucha energía, sin duda, esperemos que sea igual de efusivo en combate!

-¡Moro, empezá esparciendo tus púas!

Skarmory levantó vuelo y agitó sus alas varias veces, una lluvia de afiladas púas metálicas salieron despedidas de ellas, rodeando completamente a Medicham, que para ese momento tenía los ojos cerrados y las palmas de las manos juntas. Un aura rojiza surgía de él.

-¿Qué está haciendo? ¿Reza?

La respuesta le llegó a Moro; Medicham apareció sobre ella, con el puño derecho levantado y cubierto por una esfera de luz, se lo estrelló contundentemente en la cara, con una potencia increíble. El pájaro salió despedido violentamente, levantando una polvareda al impactar con el suelo.

-¡Qué comienzo tan agitado! El puño certero dio en el blanco, ¿lo habrá soportado Skarmory?

-Mierda, ¡Moro! ¡Arriba!

-¡Sí! Se ha levantado, pero no se la ve nada bien…

-¡Ja! Que predecible, los novatos siempre caen en ese truco -dijo Marco burlonamente, mientras su Medicham aterrizaba sobre un pie.

Skarmory miró con odio al Pokémon luchador, era la primera vez que un ataque físico le hacía tanto daño.

-Qué carajo es esa cosa… -exclamó Touji con asombro, a punto de sacar el Pokédex, pero se detuvo al pensar que solo quedaría en ridículo al hacerlo.

-A terminar el trabajo Medicham, ¡mente calma y después puño fuego! –ordenó el entrenador de Hoenn mostrando su perfecta sonrisa.

-¡Moro, atacalo antes de que lo haga!

Medicham se concentró, aclarando su mente y potenciando sus habilidades especiales, pero Skarmory no iba a esperar a que su rival fuera a darle de comer un puño fuego, así que se abalanzó sobre él, lista para traspasarlo de lado a lado con su pico. El Pokémon se apartó dando un salto hacia arriba, donde encendió su puño, pero Moro lo interceptó con dos ondas consecutivas de aire afilado. La primera le provocó un corte horizontal en el abdomen, la segunda fue en diagonal y lo impulsó a gran altura.

-¡Wow! ¡Qué caída! ¡Se ha de haber roto varios huesos!

-Ahora es Skarmory quien domina el combate, ¡miren! ¡Ni siquiera ha esperado a que se levante para atacarlo de nuevo!

Moro ya estaba sobre su caído oponente, quien para su fortuna reaccionó a tiempo y de un ágil movimiento se paró sobre sus manos, para después dar un espectacular salto con giro hacia atrás. Esto no fue suficiente para escapar de su peligrosa rival, quien volvió a lanzarse al ataque. Medicham la vio venir, y le respondió con una fortísima patada de salto alto en el pico, Moro retrocedió, golpeada.

-¡Terminala con otro puño certero!

El ahora herido Medicham comenzó a enfocar su energía.

-Moro, no dejes que lo haga, ¡pico taladro!

-¡¡Qué brutalidad!! ¡Medicham nunca supo que fue lo que lo golpeó!

-El pico taladro fue terriblemente efectivo, el Pokémon está caído y desde aquí podemos ver una herida de muy mal aspecto en su pecho…

-Marco lo retira, ¡Skarmory gana!

-¡Muy bien Moro!

-Veamos cuál será el siguiente Pokémon de Marco, ¡si! No lo ha pensado mucho, ¡ya arroja su Pokebola!

Una criatura que Touji jamás había visto salió a la luz de los reflectores, su aspecto era en cierta forma femenino, se movía lentamente de un lado al otro, con su larga ¿falda? blanca arrastrándose tras ella. No, no se arrastraba, ni siquiera tocaba el suelo… sin embargo esto no evitó que se dañara levemente por las púas dejadas anteriormente por el pájaro.

-¡¿Está flotando?! –exclamó Touji boquiabierto –¿será ese el Pokémon fantasma?

-Gardevoir es el Pokémon elegido por el entrenador de Hoenn para hacer frente al Skarmory de Touji.

-Extraña elección si me permiten decirlo, un Pokémon psíquico contra uno de acero, pero ya veremos que truco nos tiene preparado esta misteriosa criatura.

-Moro, mucho cuidado, me da mala espina, ¡atacala desde lejos con aire afilado!

El silbato del réferi sonó, y la reacción de ambos monstruos no se hizo esperar: Skarmory levantó vuelo, mientras que Gardevoir se limitó a levantar su pacífica mirada hacia ella. Lo siguiente fue tan rápido que Touji no notó más que una luz muy brillante y su Pokémon inerte en el suelo, rodeado de chispas.

-¡Wow! ¡Qué descarga, Gardevoir ataca con rayo y se queda con la victoria!

-Muy astuto por parte de Marco el haberle enseñado un ataque eléctrico.

-¡Mierda! –masculló Touji mientras guardaba a Moro –No tengo ningún Pokémon que sea poderoso contra los psíquicos… -pero al recordar cierta batalla con un Alakazam, le vino la idea a la cabeza.

-¿Un Sceptile? –le pareció leer en los labios de su oponente a Touji, tras liberar a la verdosa criatura de su Pokebola.

-¡Vaya! ¡Touji ha elegido a su Sceptile, lo hemos visto en muchos combates eliminatorios y podemos asegurar que es una criatura temible!

El reptil tenía sus pequeños ojos fijos en los del Pokémon de Marco, mientras balanceaba su espesa cola.

-¡Drenadoras, ahora! –Touji recordó una conversación con Rika el día anterior, mientras revisaban todos los ataques de sus Pokémon:

-“¿Drenadoras? ¿Para qué sirve esto?”

-“Te lo expliqué cuando entramos al torneo de Pokémon hierba, ¿te acordás? Te dije que ese ataque absorbía gradualmente la energía del oponente, pero que no funcionaba con los Pokémon hierba, por eso no lo usaste en todo el torneo”

-“Y después creo que me olvidé que lo tenía…”

-“No todos los Treecko aprenden ese ataque, es necesario que lo hereden de otro Pokémon que sí lo aprenda, así que dale buen uso”.

Touji sonrió al ver a Geroh-Kun disparar media docena de extrañas semillas, tan veloces como si fueran balas.

Gardevoir esquivó la primera, la segunda, trató de apartar con una mano la tercera, pero de esta salieron enredaderas que se enmarañaron alrededor de su brazo, y luego todo su cuerpo.

-¡Maldición! Habrá que hacer esto rápido… -gruñó Marco, para después ordenar un ataque psíquico.

Sceptile lo evadió con un salto de más de once metros de altura, llegando a la altura de las gradas más bajas, donde fue observado por las caras de asombro de cientos de espectadores. Ahí mismo disparó una batería de afiladísimas hojas sable; miles de verdes dagas dirigiéndose a toda velocidad hacia su blanco.

-¡Miren qué ataque damas y caballeros!

-¡Sí, pero parece que Gardevoir no quiere verlo de cerca!

-¡Extiende sus manos hacia delante y las hojas se detienen en seco y caen, como por arte de magia! ¡Sus habilidades psíquicas son asombrosas!

-¡Sceptile aterriza dejando pasar sobre su cabeza un poderosísimo ataque psíquico!

-¡Ni hablar! ¡Hasta dentro de esta cabina pudimos sentir la energía que expulsaba ese ataque!

-¡Ahora se dirige directamente contra su oponente! ¡Solo vean esa estela de luz tras él!

-¡Gardevoir está consciente del peligro de recibir un ataque físico y escapa usando su tele transportación! ¡Qué velocidad!

Los espectadores se pararon para aplaudir la espectacular escena que estaban presenciando, y tanto Touji como Marco sintieron una gran satisfacción por ello.

-¡Es increíble pensar que este es un combate de eliminatorias, los entrenadores y sus Pokémon están dando todo lo que tienen como si estuvieran en las finales!

-¡Sceptile ve aparecer del otro lado del campo a Gardevoir y le dispara nuevamente sus hojas sable! ¿Le ha dado?

-¡No! ¡Se ha vuelto a tele transportar!

-Mierda, así no vamos a terminar nunca… ¡Geroh-Kun! Sos mucho más rápido que ella, ¡aprovecha eso y adelántate a sus movimientos! –le ordenó Touji a voz de grito.

El lagarto seguía disparando hojas, y Gardevoir continuaba esquivándolas, apareciendo en diferentes partes de la arena cada vez.

Geroh-Kun sintió su presencia detrás suyo, se volvió de inmediato, solo para recibir el Psíquico de su oponente. El Pokémon hierba afirmó los pies en el suelo y se cubrió cruzando sus brazos frente a su cara, pero de igual manera no pudo evitar ser arrastrado hasta que su espalda chocó con fuerza contra un cartel al pie de las gradas. Sus pies habían dejado un surco desde el centro del campo.

-¡Resistí Geroh, ella también está débil!

El Pokémon de Touji recuperó el aliento y de un salto llegó a centímetros de Gardevoir. En efecto, estaba bastante débil, y las drenadoras eran las culpables.

De un movimiento casi imperceptible por su extraordinaria rapidez, Geroh-Kun cortó la cara de Gardevoir con la filosa hoja de su brazo derecho. El monstruo psíquico chilló de dolor y se apartó rápidamente.

-¡Vamos Gardevoir! ¡Terminalo con psíquico!

-¡Detección ahora!

El ataque iba hacia su blanco, pero un aura verde rodeó a este último, que extendió las manos. El ataque fue inútil.

Gardevoir se concentró para emplear otro, pero antes de poder usarlo se desplomó, exhausta y temblorosa.

-¡Sceptile se queda con esta ronda! La tele transportación era una técnica prácticamente imparable, pero las drenadoras hicieron su trabajo, y gracias a la energía que recibió de ellas el Pokémon de Touji se fue recuperando durante el transcurso del combate.

-A Marco solo le queda un Pokémon… suponemos que va a ser el mejor del entrenador para lograr terminar esta batalla.

-¡No ha tardado en decidirse, la Pokebola vuela! ¡Alto, muy alto!

-¿Será un Pokémon volador?

-¡Algo está saliendo… vaya! ¡Hasta con la luz de los focos sobre él su figura se ve muy oscura!

A unos veinte metros de altura surgió un ser bañado en sombras a pesar de la luz que lo enfocaba. Una sonrisa perversa y desagradable adornaba su cara, y sus brillantes ojos rojos como dos rubíes malignos eran lo único que podía apreciarse completamente.

Levitaba con calma, descendiendo lentamente, y rodeado de un aura más negra que la misma noche.

-Qué carajo es… -murmuró Touji, sumamente intimidado por la mirada de aquella criatura.

No era un Gengar, ni un Misdreavus, ni un Dusclops, era…

-¡Un Banette!

A la gente en las gradas le gustaba mucho este Pokémon, y eso se notaba en las ovaciones que le dedicaban.

-¡Muchos han esperado por ver a este Pokémon fantasma en acción, y estamos seguros de que no serán decepcionados!

Banette contemplaba con una sonrisa de desprecio a su agotado enemigo, desde varios metros sobre él.

-Está haciendo algo con sus manos… ¡Es una bola sombra!

-¿Tan rápido? ¡Wow!

-¡Rayos, apartate de ahí! –gritó Touji al ver la esfera negra comerle terreno a una velocidad frenética.

Geroh-Kun dio un espectacular salto hacia atrás, haciendo que el ataque estalle a sus pies, pero la explosión del mismo lo alcanzó, haciendo que salga expulsado con violencia y ruede por la hierba.

Con mucho esfuerzo se arrodilló. El dolor se reflejaba en sus facciones, estaba en pésimas condiciones, pero (para variar) deseaba continuar la batalla a toda costa.

Levantó la mirada, solo para ver la torcida sonrisa de Banette a centímetros de él. La aterradora criatura extendió uno de sus extraños brazos, que parecían estar hechos de trapo, hasta que su mano tocó la frente del Sceptile, quien no parecía reaccionar.

-¡Geroh, quitate! ¡¡QUITATE!! –gritó Touji con todas sus fuerzas, presintiendo lo que estaba por ocurrir.

Banette agrandó aún más su repugnante sonrisa, y sin dejar de mirar a los ojos cansados pero intensos de su víctima, le hizo estallar una bola sombra en la cara.

Geroh-Kun fue despedido con tal velocidad y fuerza, que al estrellarse contra el suelo dejó la marca de su silueta en él.

-¡Cuanta brutalidad! ¡Esto es inhumano!

-¡Pocas veces he visto tanta crueldad natural en un Pokémon!

Touji no escuchaba los comentarios de los comentaristas ni los abucheos de los espectadores por un ataque tan cobarde y maligno, solo corrió hacia su Pokémon, desesperado.

La multitud hizo completo silencio, esperando a oír del estado de Sceptile.

-Geroh-Kun, aguantá por favor, no podés morirte con eso… -rogó Touji mientras se agachaba junto a su Pokémon. Al ver que no daba señales de vida, apoyó una oreja en su pecho.

De haber pasado una mosca volando en ese momento, los miles de espectadores la habrían oído. Touji se levantó y alzó el pulgar hacia las gradas, sintiendo que las piernas le temblaban por el alivio. Guardó a Sceptile inmediatamente y corrió hacia la banca, donde estaba el profesor, entregándole la Pokebola:

-Touji, ¿está bien?

-No lo creo, está muy herido, por favor, ¿podría llevarlo al centro Pokémon? ¿O enviar a alguien a que lo haga?

-Claro, no te preocupes, ¡ahora andá y derrotalo!

En menos de lo que canta un gallo, un asistente de la competencia se llevó la Pokebola de Geroh-Kun, a donde recibiría cuidados intensivos.

-Hijo de puta… -murmuró Touji apretando los dientes, y fijando su mirada en Banette mientras caminaba de regreso a su puesto.

-¡La batalla sigue su curso!

-¿Qué Pokémon será el elegido para enfrentar al peligroso Banette?

Touji agarró con fuerza una Pokebola:

-¡Vamos a hacer pedazos a ese fantasma de mierda! –gritó furioso antes de arrojarla.

Hoho se dejó ver, haciendo círculos silenciosos sobre su oponente. Al ser un Pokémon nocturno, combatir de noche no le molestaba para nada.

-Un Noctowl, muy interesante, su inmunidad le da una gran ventaja, ¿pero será suficiente?

El inicio del combate no se hizo esperar; Hoho empezó usando su profecía, pero Banette evitó la luz carmesí volando ágilmente a un lado, y contraatacó con una finta, la cual no dañó mucho al Pokémon volador.

-¡Ja! Se ve que esa cosa no se especializa en ataques especiales, en cambio Hoho… -dijo Touji.

-Noctowl sigue intentando asestar su profecía al escurridizo Pokémon fantasma, este esquiva con gran destreza, pero sus oportunidades de atacar son prácticamente nulas… ¿aprovechará Noctowl su ventaja?

-¡Hipnosis! –ordenaron ambos entrenadores.

Los ojos de ambos monstruos se tornaron brillantes y azules, fijándose unos en los otros con intensidad. Así estuvieron durante largos segundos, pero ninguno de los dos daba muestras de ceder.

-¡Vaya! ¡Estos Pokémon sí que se mantienen despiertos!

-¿Qué está pasando? Esto no es normal… -Touji reaccionó de repente –¡Ya sé! ¡Es por la habilidad de Insomnio! ¡Hoho la tiene, el fantasma debe tenerla también! ¡Hoho, ahora, profecía!

El búho deshizo su hipnosis velozmente, y antes de que su rival pudiera evitarlo, recibió de lleno dos columnas de luz roja.

-¡Eso! ¡Ahora es tuyo, acabalo!

Banette se alejó inmediatamente, intentando pensar un posible contraataque, pero la cosa estaba muy difícil.

-¡Banette, fuego fatuo, ya! –ordenó Marco.

La sonrisa adornó una vez más la cara del fantasma, se volvió hacia su enemigo, que estaba por arrearle un derribo, y de sus manos (si así pueden llamarse) expulsó varias pequeñas bolas de fuego azul. Se movían lentamente, dando vueltas alrededor de Hoho, quien tomó altura para esquivarlas, sin embargo, ahí estaban de nuevo, justo frente a él. El círculo que formaban se cerró en torno al Pokémon volador, quemándolo intensamente.

-¡Noctowl definitivamente tiene problemas ahora, la quemadura será una carga terrible hasta el fin de la batalla!

El pájaro vio cerca de su oponente y lo atacó con todo su cuerpo, pero el daño no fue mucho. Banette reconoció enseguida su ventaja, y comenzó a desaparecer y aparecer repetidamente, atacando con finta al Noctowl, lo cual sumado al daño de la quemadura, fue haciendo mella en la condición del Pokémon.
Sin embargo, no estaba dispuesto a dejarse vencer, y también le había dado unos cuantos golpes al fantasma, haciendo uso de su gran inteligencia para golpear desde sitios inesperados.

La batalla transcurrió bastante pareja, pero Banette estaba listo para terminarla.

-¡Una última finta!

-¡Hoho, hacé… algo!

El maligno Pokémon apareció sobre el búho, justo cuando las gruesas plumas que formaban sus cejas se iluminaron de un intenso azul, y un aura del mismo color lo envolvió.

Banette recibió un impacto poderosísimo, y además completamente inesperado; fue arrastrado decenas de metros por la onda psíquica, hasta caer al suelo, donde a pesar de que intentó incorporarse, no lo logró.

Touji había visto demasiadas veces ese ataque como para no saber de qué se trataba:

-¿Cómo carajo aprendió Hoho el ataque Psíquico?

Se volvió hacia el profesor, quien le guiñó un ojo.

-¡Este es el fin de Banette!

-¡Touji Watsuki gana!

Touji no pudo evitar dar un gran salto de alegría, mientras su Noctowl voló hacia él y prácticamente lo abrazó con sus alas.

***

Al día siguiente de la difícil batalla, el reloj marcaba las diez de la mañana. No era un día cualquiera, era el día donde se darían los puntajes oficiales y se decidiría quienes pasaban a octavos de final y quienes no.

Touji, Rika, Reiko, Hikari y Harry, se hacían lugar a codazos y empujones para llegar a las tablas de resultados entre la multitud de entrenadores, también deseosos de saber qué les deparaba el destino, e ignorando por completo los gritos de “Formen una fila por favor” de los pobres guardias de seguridad.

Los profesores Elm y Oak se mantuvieron fuera de la “manada” esperando con ansias a sus alumnos para saber como les había ido.

Rika fue la primera en regresar:

-Tengo 57 puntos, estoy en octavos de final –dijo sonriente, mientras el profesor Oak asentía con la cabeza. Shin llegó un rato después, con 53 puntos, también había pasado, por supuesto.

Después de un largo rato, cuando ya casi todos los entrenadores se habían ido del edificio, eufóricos o decepcionados, apareció Touji, seguido de Harry, Reiko y Hikari.

Se paró frente al profesor, con la mirada baja, llena de vergüenza.

-Profesor… yo… no sé cómo…

El profesor le palmeó el hombro, con una mirada comprensiva:

-No te preocupes muchacho, no tenés que decirme nada, después de todo, esto es solo una competencia, y de cualquier manera estoy…

-¡No profesor, yo soy un idiota! Debí haber entrenado más… solo conseguí 39 puntos… -dijo con voz queda –y con solo esos 39 puntos… ¿Cómo es posible que un idiota como yo haya pasado a octavos de final? –gritó finalmente.

La reacción que desencadenó esto fue la esperada; Harry le golpeó la espalda con tanta fuerza y tantas veces que creyó que necesitaría una nueva, Rika se colgó del cuello de Touji, quien la hizo dar varias vueltas en el aire. Reiko lo felicitó animadamente, mientras que el profesor le gritó más de diez veces: “¡Nunca vuelvas a hacerme eso!”

Hikari estaba indiferente, mientras que Shin-Tao ya había desaparecido.

La etapa final de este torneo estaba a punto de comenzar, batallas espectaculares vendrán con ella. 

¿Qué le deparará el futuro a los protagonistas? Solo hay una forma de saberlo…

Sabrina

La gente anda diciendo...