Disclaimer lavamanos tipo Disney
Esta historia fue escrita desde el 2002 al 2004, por una piba y un pibe que, al comienzo de la historia, tenían 15 años, al igual que el protagonista.
Es probable que cada tanto encuentren chistes o comentarios homofóbicos, machistas, racistas y/o de mierda en general. Básicamente, éramos literalmente nenes y bastante boludes, como la gran mayoría de las personas lo es a esa edad. Esos comentarios NO reflejan la postura actual del staff de PA y francamente, son bastante vergonzosos. Pero decidimos dejar la historia exactamente tal cual fue escrita y no lavarnos las manos de nuestros errores.
Capítulo 30: ¡Revancha! Touji vs. Morty
Ya habían pasado dos días desde la batalla que Touji sostuvo contra Morty. Volco todavía estaba en el centro Pokémon, pero ya se encontraba mucho mejor.
Esa mañana Touji salió del templo de Reiko para ir a visitarlo:
-¡Ah! Hola Touji -Saludó la enfermera mientras ordenaba unos papeles en un estante –Tu Magmar ya está en perfecto estado, acabo de hacerle un examen completo para asegurarme que no le quedaba ningún rastro o secuela de la bola sombra. Los ataques fantasmas son muy perjudiciales para la salud de los Pokémon, por eso tengo que tomar todas las precauciones necesarias.
-Qué alivio –dijo él –mientras Joy le entregaba la Pokebola de Volco.
-Tené cuidado si pensás volver a desafiar a Morty –le advirtió con seriedad –no todos los Pokémon salen tan bien librados como tu Magmar al recibir un ataque como ese.
-Sí, entiendo… seré prudente.
Touji se despidió y regresó al templo.
-¿Ya está bien Volco? –preguntó Reiko mientras barría el patio del frente.
-Claro, ya está listo para la acción –Touji entró a la casa y tras unos segundos volvió a salir -¿Dónde están todos?
-Rika y el chino se fueron hace un rato al gimnasio, y Harry dijo que iba a dar una vuelta… ¡Touji, agachate! –Gritó Reiko de repente.
-¿Eh? –instintivamente Touji hizo lo que le dijeron, y vio una sombra que saltó por sobre su cabeza. La criatura aterrizó y siguió de largo, levantando una nube de polvo.
Reiko arrojó la escoba al suelo y se cruzó de brazos, enojada:
-¡Kitsune! ¡¿Qué te dije sobre hacer eso?!¡¿No ves que estoy intentando limpiar esta pocilga?
El Zangoose clavó sus largas garras delanteras en el suelo para poder detenerse.
-Ahora, ¿por qué no entrenas en otra par… -No pudo terminar la frase, su Sandslash apareció súbitamente desde atrás de su dueña y se lanzó en persecución del zorro, quien de un ágil salto se situó en el techo de la casa, donde el armadillo no podía alcanzarlo.
-Ya entiendo… -Reiko le habló a Kitsune con tono severo:
-Otra vez te robaste la comida de Sandy, ¿cierto?
-Ja, parece que ese zorro es bastante problemático –Rio Touji, justo cuando Kitsune desapareció de vista tras el tejado.
Reiko soltó un suspiro –todavía no puedo quitarle esa mala costumbre…
Al cabo de una hora, Rika y Harry regresaron. Ya era la hora del almuerzo.
-¿Y el chino dónde está? –Preguntó Touji, llenándose la boca de fideos.
-Una vez que terminó en el gimnasio se fue hacia el pueblo Mahogany.
-¿Eso significa que le ganó al chaman ese? –El pobre casi se atragantó.
-Sí.
Touji se sintió profundamente humillado.
-Decime, ¿pensás retar a Morty otra vez? –Preguntó Rika.
-Creo que no tengo opción, sin esa medalla, no puedo entrar a la convención plateada, pero…
-¡No pierdas los ánimos! Seguro que esta vez vas a poder ganarle.
-No estoy seguro, esta vez no fue como cuando perdí contra Whitney, eso fue solo por un descuido mío… pero ahora, no pude hacer absolutamente nada, ¡ese tipo y su fantasma rechoncho estaban jugando con nosotros! No le costó ningún trabajo deshacerse de uno de mis Pokémon más fuertes. Nos superó… completamente…
-Eso es cierto, si le querés ganar a Morty vas a tener que cambiar de estrategia –Dijo Harry.
-¿Pero qué Pokémon puedo usar?
-Kosuke es un poco lento, pero es tipo tierra, eso significa que tiene ventaja sobre el tipo secundario de Haunter y Gengar, que es el veneno.
-Sí, es verdad, puedo usar a Kosuke contra ellos… ¿pero qué hay del otro fantasma? ¿Ese Misdrivius o como se llame?
-Misdreavus –corrigió Harry.
-Bueno, creo que podrías usar a tu Grovyle, es muy rápido, así que se le hará difícil esquivarlo… -Dijo Reiko.
-¡Por supuesto! –Exclamó Rika repentinamente –Touji, tenés la mejor arma para derrotar a Gengar, ¿cómo no lo pensé antes?
-¿Quién es? –Preguntó Touji intrigado.
-¡Tu Noctowl!
-¿Eh? ¿Hoho? ¿Y por qué?
-Acordate que además de volador, Noctowl es tipo normal, por lo que es inmune a ataques fantasma como la bola sombra y las tinieblas.
A Touji se le iluminó la cara:
-¡¡Es verdad!! Pero… eso significa que sus ataques tampoco le van a hacer daño al enemigo…
-Pero eso –Dijo Rika sonriente –tiene una solución muy simple…
Durante las dos horas que siguieron, Rika, Harry, y Reiko ayudaron a Touji a planear detalladamente la batalla que tendría.
Después de pedirle al Profesor Elm que le enviara su Noctowl, Touji marchaba con paso firme hacia el gimnasio. Tenía mucha confianza, habían analizado y calculado todos los detalles, esta vez, estaba seguro de ganar.
Ingresó al sombrío edificio, seguido siempre por sus compañeros, donde naturalmente fue recibido por Morty, quien parecía estar meditando, sentado en el suelo con los ojos cerrados y expresión tranquila.
-Ehhh… Morty –lo llamó Touji en voz baja.
Este abrió los ojos tras unos segundos:
-Oh, creo que me quedé dormido. Bueno, igual no tenía nada que hacer –dijo con una sonrisa despreocupada.
Una gotita de sudor apareció en la cabeza de Touji.
-Entonces… -dijo el líder mientras se ponía de pie –¿viniste a retarme de nuevo?
-Así es.
-Admiro tu valor, pero dejame decirte que no tenés la fuerza ni la experiencia para derrotarme, ¿no te importa que otro de tus Pokémon resulte gravemente herido?
-Esta vez va a ser al revés –Dijo Touji desafiante.
Morty se encogió de hombros –como vos quieras -Misdreavus, al ataque.
-¡Vamos, Geroh-Kun!
Ambos Pokémon no tardaron en iniciar el combate, Grovyle tratando de cortar a la fantasma con sus garras y hojas, y esta última esquivando no sin esfuerzo e intentando acertar un rayo confuso a su rival.
-¡Ahora! ¡Cortes furia!
El reptil logró asestar el primer golpe, pero Misdreavus se puso a salvo rápidamente en la parte más alta del gimnasio, desde donde comenzó a bombardear multicolores Psico rayos sobre el campo de batalla.
Geroh-Kun evadía los incontables ataques con su característica agilidad. Cada rayo que estallaba levantaba una nube de polvo.
Después de una descarga completa de Psico rayos, el campo de batalla estaba tan polvoriento, que Misdreavus no podía encontrar a su oponente para dispararle. Empezó a mirar a su alrededor, pero no había rastros de Grovyle por ninguna parte.
Ya comenzando a aburrirse miró a su amo, pidiéndole permiso para bajar a buscarlo, pero este negó con la cabeza.
-“Morty no es fácil de engañar” –pensó Touji –“Aun así…”
Pasaron unos interminables segundos hasta que súbitamente Geroh-Kun surgió de entre el polvo como un rayo verde, justo detrás del fantasma. Descargó sobre ella una lluvia de hojas sable, que provocaron severos cortes en su extraña piel.
Antes de caer, Misdreavus se aseguró de asestarle al reptil un buen Psico rayo.
Ambos Pokémon se precipitaron contra el suelo, y se levantaron tras unos cortos segundos.
-¡Rápido! ¡Terminala antes de que use mismo destino! –gritó Touji.
Grovyle se abalanzó sobre su rival, sin darle tiempo a reaccionar. Blandió las filosas hojas de sus brazos repetidas veces, hasta que notó que Misdreavus dejó de resistirse.
Touji soltó un suspiro de alivio.
-Uno menos y quedan dos.
-No hay problema –dijo Morty tras guardar a su debilitada Misdreavus –tengo una sorpresa para vos –dijo con una sonrisa en la cara -a ver si te gusta. Dusclops, atacá.
-¿Eh? ¡¿Qué es esa cosa?!
De todos los Pokémon que Touji había visto (que no eran pocos) este en particular le inspiraba un profundo temor. El fantasma mantenía la cabeza gacha, y todo su ser parecía estar rodeado por un aura oscura. Un único ojo rojo como el fuego parecía mirarlo.
Le pareció escuchar un rumor siniestro que provenía del interior del monstruo, y sintió un escalofrío.
-Bola sombra.
El ataque tomó a Touji por sorpresa:
-¡¡Rápido!! ¡¡Salí de ahí!!
Sin ninguna expresión (ya que su rostro siempre se encontraba oculto en las sombras) Dusclops juntó las manos y tras formarla, arrojó una bola sombra de tamaño moderado contra Grovyle. Por fortuna este la vio venir y se apartó a tiempo.
-¡Hojas sable!
Geroh-Kun disparó sobre su rival una descarga espectacular de espadas vegetales, era imposible que hubiera escapado a eso.
-Puño sombra –ordenó Morty.
Dusclops apareció de entre las sombras detrás de Grovyle, y con el puño brillándole con un fulgor negro, se lo hundió en la espalda.
Geroh-Kun soltó un grito de dolor, y se apartó del fantasma dando un rápido salto hacia atrás.
El reptil se sujetaba el hombro, con expresión de dolor, sentía la extraña energía de ese puñetazo en las vértebras superiores, era un poder frío y punzante.
-¡Mierda! Esa cosa lo supera por mucho…
-Es verdad, por eso te aconsejo que retires a tu Grovyle antes de que resulte herido.
-Esta vez tiene razón –aconsejó Rika.
-Bueno… Touji apuntó a su Pokémon con la Pokebola, pero este negó rotundamente con la cabeza. Su orgullo no le permitía abandonar una batalla así.
Sin previo aviso, se lanzó contra Dusclops, y clavó con saña su brazo entero en el interior de su cuerpo. Sin embargo para su sorpresa, el fantasma ni se inmutó, no expresaba dolor ni ningún otro sentimiento.
-¡Rápido! ¡Retirá a tu Pokémon! -Gritó Morty alarmado.
-¡No voy a caer en ese tru…
-¡Hace lo que dice! –Gritó Rika.
Sin duda eso significaba que no era ningún truco.
Geroh-Kun empezó a sentir que algo lo absorbía al interior de Dusclops. Era una fuerza tremenda, no podía resistirse.
En pocos segundos Grovyle fue absorbido hasta el hombro, y por más que lo intentaba no podía liberarse. Cuando Touji pudo salir de su horror, atinó a apuntar a su monstruo con la Pokebola y lo regresó antes de que fuera completamente absorbido.
-¡¿Qu-qué carajo fue eso?! –Le gritó a Morty, entre furioso y aterrado.
Creeme que lo lamento mucho –se excusó Morty –es algo que todavía no puede controlar a la perfección, creo que voy a sacar a Dusclops de las batallas de gimnasio… antes de que pase algo terrible…
-¡Lo hubieras pensado antes! Bien, ya sé quien se va a encargar de esa cosa –dijo Touji –“es hora de sacar la artillería pesada”.
-Sorprendeme.
-¡Vamos, Hoho! –la Pokebola se abrió en el aire y el búho salió, batiendo sus alas con fuerza. Touji se alegró de volver a luchar con su viejo compañero –como en los viejos tiempos, ¿eh?
El pájaro se limitó a ulular suavemente.
-Bien, ¡vamos a hacerlo como lo practicamos!
-Un Noctowl… -murmuró Morty –eso me trae recuerdos…
-¡Hoho, Profecía!
La luz roja que salió de los ojos del Pokémon de Touji le dio de lleno a Dusclops, quien por primera vez demostró sentir, cubriéndose la cara con los brazos, era evidente que odiaba la luz.
Antes de que Hoho se le tirara encima, el fantasma atinó a dispararle tinieblas, pero como era de suponer estas no hicieron efecto.
Dusclops recibió más golpes de los que pudo contar, y aunque estos parecían hacerle muy poco daño, con el correr de los turnos se fue debilitando. No podía hacer nada para detener al Noctowl que descendía en picado una y otra vez. Finalmente, cuando ya estaba muy débil, Hoho lo durmió con hipnosis.
-¡Excelente! Funcionó tal y como lo ensayamos.
-No festejes antes de tiempo –dijo Morty mientras retiraba a su Pokémon dormido –a esta batalla todavía le falta mucho.
Touji sintió un escalofrío cuando pensó en lo que vendría a continuación: Gengar surgió del suelo, con su siempre presente sonrisa perversa.
-Me gustaría que dejara de aparecerse así –dijo el chico sobresaltado.
-Veamos si tu Noctowl es tan efectivo como decís, Gengar, ¡rayo confuso!
Noctowl se apartó rápidamente, y apuntó al fantasma con la luz roja de sus ojos, pero a este no le dio trabajo esquivarla,
-Ya sabes qué hacer, Gengar.
El monstruo creó rápidamente una bola sombra entre sus manos, y la arrojó contra Hoho.
La explosión levantó una polvareda, pero obviamente no dañó al pájaro.
-¡Pensé que eras mejor que eso! –se burló Touji –no me digas que no sabes que los ataques fantasma no afectan a los Pokémon normales, ¿Y te haces llamar líder de Pokémon fantasmas?
Morty soltó una risita.
-¡Vamos Hoho! ¡Encontrá a ese fantasma ridículo y hacelo mierda!
Pero el humo y el polvo bloqueaban la visión del búho, que lo buscaba sin éxito.
-Solo quería dejarlo indefenso para poder hacer esto.
Tras esas palabras de Morty, una tremenda descarga eléctrica cayó sobre Noctowl, que se precipitó contra el suelo, muy lastimado. Antes de que el pájaro pudiera hacer un intento por levantarse, recibió otra descarga fulminante, que terminó con su participación en el combate.
-¡¿Pero cómo?! ¡¿De dónde salió eso?!
-De mi Gengar, ¿de dónde más?
-¡¿Qué?! ¡¿Ese fantasma también puede usar ataques eléctricos?!
-Así es, como todos venían a mi gimnasio con Noctowls como el tuyo, decidí hacer algo para detener esa costumbre, y ya ves, resultó muy efectivo –dijo sonriente.
Touji guardó a Hoho, furioso:
-“¿Y ahora qué hago? Perdí mi única carta para ganar… pero no voy a rendirme, si el chino pudo ganarle entonces yo también puedo” –decidió –¡Al carajo la estrategia! ¡Todo depende de vos! ¡Kosuke, yo te elijo!
Kosuke salió a combatir, con expresión decidida.
-¡¡Avalancha!!
Gengar evitó las rocas con sorprendente agilidad, pero esta vez no tuvo tiempo de burlarse; una mirada maligna de Kosuke detuvo en seco al fantasma, convirtiéndolo en un blanco fácil para una gran roca que cayó sobre él, aplastándolo.
En pocos segundos, el Pokémon de Morty pasó a través de ella, no parecía haber recibido mucho daño.
-¡Tormenta de arena! –ordenó Touji.
La arena y la grava golpeaban a Gengar en la cara, dificultando su visión.
Sin embargo, sus penetrantes ojos le permitieron hacer blanco para su bola sombra.
Kosuke recibió de lleno la gran bola de energía oscura, pero su durísima coraza no se quebraría con facilidad; se enterró para suavizar el impacto y fue hacia Gengar bajo el suelo.
Una columna de tierra surgió debajo de éste último, que esta vez si recibió daño real.
-¡Muy bien Kosuke! ¡Atacalo ahora que está aturdido!
El Pokémon obedeció. Una enorme sonrisa de Gengar, y lo que ocurrió después fue tan rápido que Touji no se dio cuenta hasta que vio los resultados:
Pupitar fue arrojado bruscamente hacia atrás; parecía estar deshidratado, como una pasa de uva gigante.
-¡¿Qu-qué pasó?! ¡Kosuke!
-Gengar usó giga drenado, es un ataque tipo hierba que absorbe la energía del oponente y se la da al usuario –explicó Morty –y al ser un ataque tipo hierba, es muy efectivo contra los Pokémon de Roca y Tierra como tu Pupitar.
-Carajo… ¡Vamos Kosuke! ¡Levantate! ¡¿Pensás dejar que ese fantasma gordo se siga burlando de nosotros?!
No obtuvo resultado.
-¡Hacelo por mí!
Kosuke seguía tirado en el suelo.
-¡Hacelo por Volco!
Nada.
Touji, desesperado, decidió que tendría que usar un incentivo de otra clase:
-¡Hacelo por las cuatro bolsas de comida Pokémon que te voy a comprar si ganas!
Estas palabras consiguieron el efecto deseado: Kosuke se incorporó, dispuesto a hacer correr sangre.
-¡Así se hace!
-Hubiera sido mejor que se quedara tranquilo, pero bueno, él se lo buscó; ¡Gengar, terminalo!
Gengar se dispuso a usar una devastadora bola sombra, tan poderosa como la que usó contra Volco.
Horribles recuerdos cruzaron por la cabeza de Touji: “no puedo permitirlo, ¡no otra vez!”
Cuando Gengar levantó la bola sobre su cabeza, listo para arrojarla…
-¡Chillido!
El chirriante sonido era tan insoportable que destrozó los oídos del fantasma. La bola sombra se achicó gradualmente hasta desaparecer.
Gengar se llevó las manos a la cabeza, comenzando a desesperarse.
-¡Tratá de atacarlo! –gritó Morty.
-¡Ahora Kosuke!
Kosuke se zambulló bajo el suelo del gimnasio, que empezó a temblar y sacudirse.
Un pilar de tierra grueso como el tronco de un árbol arrasó a Gengar, tan alto que alcanzó el techo del edificio. Se mantuvo unos segundos, inestable, y después se desmoronó, cubriendo todo el campo de batalla de una espesa capa de polvo.
En el centro de la arena ahora había un enorme montículo de tierra.
Morty corrió sin demora hacia él y comenzó a cavar desesperadamente en busca de su compañero. Después de unos minutos, Morty estaba al borde de un ataque de pánico.
Era la primera vez que Reiko y los demás lo veían sin su característica mirada serena y despreocupada.
-¡Por favor, ayúdenme! –gritó con las manos sangrantes de tanto cavar.
-¡Si! –dijo Reiko, y envió a Sandslash inmediatamente.
El Pokémon de tierra se adentró fácilmente en la montaña. Todos miraban el lugar, expectantes, pero Morty en especial golpeaba el suelo impacientemente con el pie, con grandes gotas de sudor resbalándole por la cara pálida.
Después de unos segundos que parecieron interminables, Sandslash salió a la superficie, se detuvo y comenzó a tirar de algo. Los demás se acercaron a ver mejor: era un brazo oscuro y regordete.
Morty empezó a desenterrarlo rápidamente, hasta que todo el maltrecho cuerpo del Pokémon fue visible; estaba cubierto de tierra y su sonrisa había desaparecido. Lo arrastró fuera de ese lugar y lo llamó:
-¡Gengar! ¡¡Gengar!!
El Pokémon entreabrió un ojo y lo volvió a cerrar.
-Morty esbozó una sonrisa de alivio, y lo guardó en su Pokebola –estará bien –anunció.
Touji guardó a Kosuke y se acercó a Morty, avergonzado:
-Lo siento mucho, no fue mi intención –dijo con la mirada clavada en el suelo.
-Hablaremos en el centro Pokémon –dijo Morty, y así lo hicieron.
Mientras la enfermera Joy trataba a Gengar, soltando de vez en cuando algún “¡Las batallas de este tipo deberían prohibirse!” todos se sentaron a esperar.
-Morty, perdoname, no… no quise…
Morty levantó la mano, impidiendo que terminara la frase:
-Ahora ya está, no tiene caso que le des demasiadas vueltas, las batallas Pokémon son así, y cuando uno las acepta, tiene que estar dispuesto a afrontar las consecuencias. Pero no te angusties, mi Gengar ha estado en peores situaciones y vivió para contarlo.
-Entiendo… -respondió Touji, mucho más tranquilo.
-Además –agregó Morty sonriente –vas a tener la oportunidad de enmendarte.
-¿Eh? ¿Cómo?
-¿Quién crees que va a limpiar el desastre que hay en mi gimnasio?
La gente anda diciendo...