La silueta de una figura humana se distinguía en la oscuridad. Todo estaba tan silencioso que aquel no parecía ser el mismo lugar que hace tan solo unas cuantas horas estaba atestado de gente ruidosa.
Leer másLa noche inundaba el ambiente. Un joven, solo, caminaba a paso ligero, mirando a su alrededor, sin oír más que sus propios pasos. Estaba regresando al hotel, algo perturbado después de lo que vio en los campos de entrenamiento.
Leer másTouji se encontraba en un enorme campo rectangular, de superficie de hierba, rodeado de un resistente alambrado protegido por barreras de varios Mr. Mine, que se turnaban para impedir que algún ataque mal dirigido pudiera dañar a alguien o algo.
Leer másEl público rugía emocionado con las caras iluminadas por la luz de los reflectores, que proyectaba sobre el campo sombras de formas casi irreales, mientras dos bestias poderosas se batían a duelo con ferocidad en el centro de él, haciendo temblar el suelo.
Leer másRika palmeó suavemente a Touji en la espalda, intentando darle ánimo.
Reiko irrumpió de improviso en la habitación, y todos se volvieron hacia ella con interés, en especial Touji.
Muchas cosas habían ocurrido, pasaron por toda clase de peligros, aventuras, batallas. Pero finalmente estaban ahí, la Convención Plateada; habían llegado.
Leer más-¡¿Cómo pudieron fallarme así?! –los puños de cierto hombre vestido de traje golpearon una mesa, que estaba fuera de vista de la pantalla –ya estaba todo hecho, el lugar estaba firmemente custodiado, ¡tuvimos muchas bajas humanas y Pokémon por culpa de su incompetencia!
Leer más-¿Crees que… vaya a estar bien? –dijo Touji en voz baja –digo, es un pendejo inútil, si los Rockets volvieran a atacar…
Rika esbozó una sonrisa comprensiva.
Arthur asintió débilmente con la cabeza y miró hacia el faro, con semblante preocupado. La luna llena echaba su pálida luz sobre la oscura construcción, y todo parecía calmo. Nadie diría que dentro de ese lugar se estaba llevando a cabo una encarnizada batalla.
Leer másEl sol bajaba lentamente. En diferentes posiciones, seis entrenadores aguardaban a que se ocultara por completo. Pasaron largos minutos, hasta que por fin el último vestigio de luz anaranjada desapareció tras el lejano Mt. Moon. En ese instante todos fijaron las vistas en sus objetivos.
Leer más