“Argentina solía ser un país común, y muy hermoso, que no estaba acostumbrado a sobresalir en demasiadas cosas, como otros lugares. Pero hace algunos años, todo eso cambió.
No podrían darse una idea de lo que se desató ese día, caos, revolución, guerra, y en tan solo un año, nada volvió a ser igual”
Un joven de no más de 19 años caminaba por las calles de un humilde barrio de la ciudad de Santa Fe. Algo nervioso, giraba su vista en muchas direcciones, como si temiera que alguien lo esté persiguiendo. Su ropa algo rasgada y sucia era perfecta para hacerse pasar como uno de los que vivían por allí. Cubría su cabello marrón con un sombrero azul y desgastado, y estaba cubierto con un buzo oscuro que cubría gran parte de su cuerpo.
-Ahh, señor Alexis, es un placer verlo.- Le dijo una de las niñas del local por el cual él estaba pasando.- ¿Hoy quiere algo para llevar?
-Ahh, hola Flor, resulta que sí, quiero el… ehmm… menú del día, si no es problema.-
Le guiñó un ojo y apuntó a su cinturón, sin que nadie lo viera, la chica asintió, y se metió en el negocio. Segundos después apareció una señora algo mayor, cargando una gran bolsa.
-¡Buenos días Alex! Hace un rato que no te veíamos por acá.- Exclamó ella, sonriente y enérgica.- Mi hija dijo que querías el especial del día, como siempre.
Rápidamente le entregó la bolsa, que no parecía contener comida. Luego de eso la guardó en su mochila rápidamente, e inmediatamente le pagó
“Es una historia realmente difícil de creer, se los aviso. Cuando todo pasó, el gobierno fue derrocado, y otros tomaron el poder, pero, contrario a lo que uno creería, no fue el pueblo quien lo adquirió, sino un extraño grupo de personas, con fines desconocidos en ese tiempo.”
-Muchas gracias, perdone el apuro, es que allá necesitamos… mas repuestos ¿Sabe? Nuestro mecánico trata de arreglar las Pokeballs, pero algunas están en un estado deplorable.-
-No hay problema muchacho, te conozco desde que andabas en pañales, no dudaría en ayudarte con algo así, acordate de mandarle mis saludos a tu hermanita, y tené cuidado por estas calles, no sería raro que mas “Users” aparecieran a ver como va todo.-
Luego de despedirse, comenzó a caminar, bastante rápido, para alejarse del lugar lo más rápido posible.
“Lo más extraño, fue seguramente que todos en el país despertaran, y se encontraran con que su hogar fue invadido, por criaturas extrañas, que seguramente ninguno había visto jamás. Nadie sabe como pasó, pero un día, simplemente aparecieron en nuestro país, unas bestias, llamadas Pokémon”
Después de unos minutos, ya se había alejado bastante y veía a lo lejos su destino. Sabía que si lo seguían podría perderles el rastro fácilmente, debido a su buena condición física, y entrenamiento en batalla.
Sacó de su bolsillo una Greatball, con disimulo, y miró en su interior, donde un par de ojos extraños le devolvieron la mirada.
-Tranquilo, ya volvemos a casa.- Le susurró.- Solamente esperemos que nadie nos embosque, en cualquier caso, te tengo a vos, con eso me basta.
“Suena estúpido, pero la verdad es que todo fue un caos en ese momento, el hecho de que esas cosas estén en todos lados, sin explicación alguna, era realmente desconcertante, aún la gente hace teorías sobre como semejantes seres pueden existir, pero la verdad es que nadie tiene ninguna pista, excepto quizás… ellos.”
Finalmente se adentró en un edificio aparentemente abandonado, con pinta de fábrica, en las entrañas mismas de la ciudad, donde sólo había chatarra y casas derruidas que ya nadie usaba.
Conociendo el funcionamiento del lugar, apartó unas tablas que había por ahí, y se metió a un ascensor que estaba aparentemente en desuso, y luego de apretar una serie de números, éste comenzó a bajar. Unos segundos después la puerta se abrió, y Alexis se adentró en el lugar.
Estaba lleno de gente, la mayoría adolescentes, y algunos niños, muchos de ellos practicaban con pokeballs o con sus pokemon, otros se encontraban reparando aparatos, y los demás simplemente descansando. Todo estaba repleto de cosas, pero aún así, se veía bastante limpio para ser un edificio abandonado.
“Tampoco se tienen muchas pistas sobre quiénes son ellos realmente, pero al parecer eran de los muy pocos que tenían conocimiento sobre Pokemon, y con eso me refiero a que eran unos expertos en ello. Según sabemos éstos eran criaturas aparentemente ficticias (hasta hace poco claro está), de las cuales ellos lo sabían todo.
Muchos están seguros de que estas personas fueron quienes causaron la aparición de estos monstruos, ya que se adaptaron a ellos, y los dominaron en un período de tiempo asombrosamente corto. Entre toda la confusión de lo que había pasado, unieron fuerzas entre ellos y con los Pokemon, lo que les permitió dar un poderoso golpe de estado, el cual fue letal. Un año y muchas batallas después, se apoderaron del gobierno.”
Bajó las escaleras, con algo de cansancio, hasta llegar a una esquina, donde se veía a un muchacho de gabardina fumando.
-Tomá Mati, acá estan las partes de pokeballs y las potions que necesitabas.- Le dijo mientras le arrojaba la mochila.-
-Para vos es Matt, pelotudo, ya te lo dije mil veces.- Le contestó este, saliendo un poco a la luz, donde pudo apreciarse un poco como era, traía el pelo rubio y largo, atado con una colita, y llevaba una caja de herramientas en la mano derecha.- Gracias por las piezas, supongo, ahora andá con Julieta, que creo que quería decirte algo.
-Desagradecido de mierda.- Dijo en voz baja Alex, pero en broma más que nada.-
“Estos nuevos gobernantes transformaron el lugar completamente, Argentina se volvió un país cerrado y militar, nuestras fuerzas eran enormes ahora que teníamos a estas peligrosas criaturas de nuestro lado, sumado al hecho de que los demás países no poseían tal poder.
Ser soldado se volvió una fuerte opción laboral, para lo cual sólo se necesitaban un par de años de entrenamiento, tanto en combate cómo con Pokemon, para convertirte en lo que ellos llamaban “users”. Esto, sumado a la presión del gobierno con aquellos que se les interponían, hizo que nuestro poder de armamento creciera enormemente.
También uno podía convertirse en un privilegiado de las fuerzas de combate, pero para eso se necesitaba mucho más, los que quisieran tal honor debían viajar por todo el país, para derrotar a ocho “Gym leaders”, entrenadores extraordinarios, los cuales eran “users” desde antes de que todo pasara, cada uno de ellos se encontraba en diferentes partes del país”
Se acercó al lugar donde estaba su amiga, al parecer hablaba con unos voltorbs, cerca de alguien más. La chica tenia dificultades para hacerse entender con los Pokemon, Alexis se echó a reír al ver que uno de ellos le echaba chispas de enojo
-Ah, Alex, acá estas.- Le dijo ella algo asustada por la criatura.- ¿Cómo te fue? ¿Encontraste las piezas?-
-Sí, la mamá de Florencia es muy buena para conseguirlas, lástima que no me agradezcan mucho por ello.- Dirigió su mirada al chico rubio, que ahora se encontraba con sus herramientas.-
-No te hagas drama, sabés que el es así. Por cierto, mirá los Voltorbs que críamos, son perfectos para poner de trampas, de hecho estaba por llevarlos arriba en éste momento.-
-Asombroso.- Dijo mientras los examinaba.- El hecho de que exploten al contacto es muy útil para usarlos como carnadas, gracias por encargarte.-
-No me agradezcas a mí, todo es gracias a Javi, él fue quién los crió y los entrenó de forma asombrosa.- Dijo ella saludando al chico en cuestión, que estaba cerca de ellos.
Javier se dio vuelta, y les hizo una seña de aprobación con el pulgar, sonriendo de forma cómica. Su pinta no era muy común, usaba unos enormes lentes oscuros, musculosa verde, y unos pantalones que le quedaban muy grandes, además de tener el pelo bastante corto y arenoso, y un poco de barba.
“Nosotros somos refugiados, hijos de entrenadores que fueron asesinados por oponerse al régimen actual, o aquellos que están desaparecidos. Pero esa no es la razón por la cual nos buscan, somos actualmente una de las fuerzas rebeldes más poderosas, al menos somos los que tienen más cantidad de entrenadores.
Mi nombre es Alexis, y al parecer sin darme cuenta me convertí en el líder de nuestro peculiar equipo, cuyo único objetivo es lograr derrotar a esos hijos de puta que nos quitaron nuestro hogar y familia, cada uno de nosotros tiene un motivo distinto para hacer esto.”
Con intención de descansar un poco, se dirigió al lobby del lugar, donde había mucha gente recostada, algunos mirando televisión, y otros simplemente durmiendo o hablando con los demás. Grande fue la sorpresa de Alexis cuando vió a su hermana acercándose corriendo, y algo asustada.
-¡Hermano! ¡Hermano! Vení mirá, lo que están pasando en la tele.- Le dijo hablando de forma rápida, mientras le tiraba del buzo.- ¡Rápido!
Al oír esto, casi todos se acercaron al gran televisor que había en una de las paredes, incluidos Matt, Javier y Julieta, y todos prestaron atención a lo que estaban pasando en ese momento.
“Estoy seguro de que mi padre estaría orgulloso de lo que logramos formar, aunque sin él nada de esto hubiera sido posible, el nos enseñó a mí y a mis amgios todo lo que sabía sobre pokemon, gracias a él pudimos convertirnos en la piedra mas grande en el zapato de nuestros opresores, aquellos que se hacen llamar “gobierno”, que mas bien son una monarquía, manejada por sus dos lideres principales, cuyos nombres son desconocidos.”
Podía verse en el programa de noticias, una gran conferencia de prensa, llena de reporteros, que esperaban algo ansiosos, luego de unos segundos, algunas personas aparecieron de la nada, encima de un estrado, todos llevaban trajes, excepto un par, que parecían ser los políticos de mas rango, los cuales tenían puestos sobretodos y bufandas.
Detrás de todos ellos podía verse una bandera, la de Argentina, pero con una pequeña diferencia, donde se supone que tenía que estar el sol, había el símbolo de una pokeball, con dos letras enormes grabadas…
“Lo único que los distingue actualmente… son sus iniciales, las cuales son llevadas únicamente por aquellos que juran lealtad al gobierno.
P.A.
Así es como se hacen llamar aquellos que ahora controlan nuestras vidas.”
Uno de los que se encontraban allí se acercó al micrófono, llevaba puesto unos lentes de oficina, con una boina y bufanda.
-“Como ya dijimos previamente, el ataque de aquellos terroristas que se hacen llamar “rebeldes” no nos preocupa en lo absoluto, deberían saber que su gobierno ya tiene todo controlado, nada puede escaparse de nuestras manos esta vez.”- Dijo el hombre con una voz potente, e intimidante.
Alexis sintió de repente una presión horrible en el pecho, cómo si temiera que algo pasara, miró de reojo a sus amigos, que también lo miraron a él, preocupados.
-Pero… señor Jefe de Gobierno, tenemos información que decía que los rebeldes tenían pensado atacar al gobierno en brevedad, un golpe de estado quizá, ¿Cree prudente tomarse esto tan a la ligera?”.- Preguntó uno de los periodistas, mientras apuntaba al hombre con la cámara.
Los que estaban encima del estrado comenzaron a reír, aunque con algo de disimulo, como si supieran algo que los demás no.
-Alex… ¿Estas seguro de que nadie te siguió hasta acá?- Preguntó Julieta preocupada, y acto seguido todos lo miraron.-
-Si… eso creo, estoy bastante convencido de que no ví a nadie que me estuviera espiando.-
-No se preocupen.- Agrego Matt.- No hay forma de que encuentren en este lugar, está completamente oculto, ademas…
Pero no pudieron terminar de escucharlo, porque oyeron que ese hombre volvía a hablar.
“-Lamentamos ese lapsus de… risa.- Dijo conteniendo una carcajada, y mirándose con sus compañeros.- Pero como dijimos antes, tenemos todo… bajo control- Agregó mientras esbozaba una sonrisa algo misteriosa.- Se podría decir que… nos estamos encargando de ello, en este mismo… momento.- Su sonrisa se ensanchó aún mas, mientras miraba fijamente a la cámara, como si pudiera ver a través de ésta.”
Todos se miraron espantados, y Matt estaba por gritar algo, pero demasiadas cosas pasaron en ese momento.
Un fogonazo enorme los encandiló a todos, seguido del ruido atronador de una explosión, gran parte del techo voló en pedazos, y miles de gritos se escucharon.
Alexis agarró a quien pudo del brazo, y comenzó a correr hacia la salida, al igual que muchos otros, cientos de resplandores se veían a su alrededor, causados por las pokeballs de los entrenadores, que se abrían una tras otra. Por el agujero entraron muchísimos soldados, algunos montados en pokemon voladores, y otros simplemente con armas, todos vestían de igual forma, y tenían la insignia de P.A grabada en sus uniformes.
-¡Mierda, mierda!- Gritó Matt, el cual había salido corriendo acompañado de Alexis.- ¿¡Como carajo nos encontraron!? ¡No tiene sentido!
-¡No tengo idea, pero no podemos detenernos a pensar, tenemos que alejarnos de aca, AHORA!-
Podían ver de reojo ataques de todos los colores impactando en muchas partes del edificio, mucha gente huía, pero algunos se quedaron a pelear.
Sorpresivamente, cuando los soldados trataron de avanzar, decenas de voltorbs cayeron sobre ellos, explotando al contacto, y creando una barrera de escombros y humo que separó ambos grupos.
Matt y Alexis sacaron una pokeball cada uno de su bolsillo, y las inflaron, listos para pelear por su base, y ganar tiempo.
-¡Guarden eso! Ahora es cuando tenemos que irnos volando bien a la mierda.- Exclamó Javier, que había aparecido de la nada detrás de ellos. Acto seguido, llevó dos dedos a su boca y emitió un silbido agudo.
De la nada aparecieron dos Pidgeottos, que cargaron a los tres entrenadores, y se dirigieron por uno de los túneles de escape que los llevarían a la superficie, para poder escapar.
-¡Espera, tenemos que volver por Julieta!-Gritó Alexis, preocupado.-
-No hay problema, ella pudo escapar con su propio pokemon, la ví cuando se teletransportó, ahora es nuestra tarea que no nos encuentren.- Le comentó Matt, mientras se agarraba fuertemente a la criatura voladora.
Se alejaron del lugar rápidamente, y con mucha velocidad, emprendieron el vuelo de escape, el viento golpeaba las caras de los tres entrenadores, ninguno quería ver atrás. Nadie quería convertir en realidad lo que había pasado, su base destruída, y muchos de sus amigos probablemente muertos.
“Todos nosotros sabíamos a lo que nos enfrentábamos, conocíamos el riesgo, y debíamos permanecer calmados, aún con lo que había pasado. Todos aceptamos esta carga, cada uno de nosotros, porque creíamos… no, porque sabíamos que nadie más lo haría, ésta era nuestra tarea, y nadie más podía llevarla a cabo.”
--------------------------------------------------------------------------
Ohh si
Bueno, este fic salio producto de una charla con Heroína, y decidimos que ibamos a hacerlo asi que tecnicamente ambos somos los creadores de este fic.
Aquellos users que quieran aparecer mas adelante, diganlo y aquellos que no quieran, también xD ya que probablemente los use igual si no lo hacen (?)
Eso, comenten ojala pueda seguir esto de buena manera, y espero que les haya gustado este prólogo