Cuchillas de Amistad

Para todos aquellos escritores que quieren compartir sus obras con el mundo, ya tienen el rincón para hacerlo. =)
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ASHLEY
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Re: Cuchillas de Amistad

Mensaje por ASHLEY »

Bueno despues de casi un mes, vuelve (redoble de tambores) la serie mas esperada por todos los miembros de PA foros(?) Enjoy it.

CAPíTULO 3 : Nuevos comienzos

Al abrir los ojos el joven de cabello gris, se encontraba en un lugar extraño que nunca había visto antes. Tenía un sentimiento de soledad que lo afligía, como si fuera la única persona en la tierra en ese momento.
La habitación en la que se encontraba se extendía infinitamente, como sí nada pudiera detenerla. Todo estaba cubierto por una oscuridad que pintaba el ambiente de color negro, pero a pesar de esto el chico podía verse a si mismo claramente. Una pequeña capa de agua transparente cubría el suelo y esto hacia que al caminar sobre él, pequeñas ondas nacieran de sus pies para luego desaparecer en la oscuridad infinita.
Saito levantó sus manos cerca de su rostro y las miró detenidamente con asombro, no podía comprender que era lo que sucedía, pero no le importaba y aunque estaba solo no sentía dolor, ni pena, hambre o sueño.
Empezó a caminar sin saber a donde se dirigía. Tenía la mente completamente en blanco y no podía pensar en nada más que avanzar.
Las ondas de agua que provocaba su andar, iban cambiando de color con cada paso, variando de tonalidades y sin tener una secuencia fija. Esto no le importó, solo caminaba con la mirada perdida, como si no hubiera nada más. Seguramente éste era su castigo por no poder haber podido ayudar a su hermana pensó, andar sin rumbo hasta el final de los tiempos.
De pronto, pudo vislumbrar un pequeño destello a lo lejos, que mientras se acercaba, se volvía más y más grande. Cuando llegó lo suficientemente cerca notó que la luminiscencia provenía de una pequeña bola de luz blanca, que flotaba sobre el suelo a la altura de su pecho. Esta era del tamaño de un puño y aunque no expulsaba ningún tipo de aire, formaba las mismas ondas en el agua que los pies del chico.
Una voz tenue y aguda comenzó a salir de la esfera, esta hacía un pequeño eco en la habitación vacía.

— ¿Ya té rindes?, pensé que eras mas fuerte que esto.
— ¿Quién sos?— preguntó el joven.
—Solo una humilde existencia como tú, que te necesita y tú a ella. No puedes quedarte en este lugar mucho más tiempo
—Yo no necesito de nadie, ni de nada— contestó
— ¿Eso crees?
—No, no lo creo lo sé
— ¿Qué hubiera sucedido si Sharp no té hubiera ayudado en ese momento? No puedes hacer esto solo y lo sabes— La luz de la esfera se intensifico con esta ultima afirmación.
— ¡No tengo tiempo para contestar los delirios de una bola de mierda, decime donde estoy!— respondió sabiendo muy bien la repuesta a la pregunta de la esfera.
—Estás y no. La brecha entro lo real y lo ficticio es difícil de distinguir en éste momento.
— ¿Esto no es real entonces?
—Ambos existimos ¿eso no lo hace real?
—Supongo…— contestó sin estar satisfecho con la respuesta de la luz blanca.
—No tengo mucho mas tiempo, la conexión se rompe, solo tu voluntad puede salvarte de este lugar…

Dicho esto la luz comenzó a fraccionarse en pequeños pedazos, que comenzaron a elevarse a lo que parecía ser el cielo de ese extraño mundo, para luego extinguirse en la oscuridad.
Saito no pudo comprender las palabras de la existencia luminosa, pero sí de algo estaba seguro era que no podía quedarse de brazos cruzados, debía escapar.
Comenzó a correr sin saber hacia donde, pero a diferencia de la vez anterior ahora estaba decidido. Siguió varios kilómetros pero no encontraba el sentido, no había nada ¿En realidad estaba avanzando?
Poco tiempo después cayó cansado de rodillas.

— ¡Mierda! ¡Sí no puedo encontrar una salida voy a hacer una!
Levanto su puño en el aire y golpeo el suelo repetidas veces. Las ondas en el agua que provocaban sus golpes empezaron a crecer de tal manera, que abarcaban el terreno hasta donde la vista podía alcanzar. Éstas se tiñeron de un rojo intenso.
Las manos le dolían horrores por los puñetazos al suelo, pero no le importaba, ya que seguía golpeando como si no hubiera un mañana.
De pronto una grieta se abrió en la superficie como si de un cristal se tratara. Con cada golpe esta crecía y nuevos cortes surgían. Eran tantos que el suelo no pudo soportar y se partió en miles de pedazos de vidrio.
Saito atravesó los cristales y cayó al vacío y todo el ambiente que antes era negro, comenzó a cubrirse de a poco con pequeños cuadros blancos que lo reemplazaron por completo. Una voz pudo escucharse y ésta le susurro al oído:
—Bien hecho


Saito se despertó de golpe. Estaba agitado. El sudor resbalaba de su rostro y mojaba las sabanas blancas con las que estaba tapado, nunca antes había tenido un sueño tan vívido.
La preocupación invadía su mente, pero a fin de cuentas era un sueño como cualquier otro ¿verdad?, se repetía mentalmente tratado de consolarse. Pero si lo era, ¿Por qué estaba tan casado? Pareciera como sí en realidad hubiese recorrido todo ese oscuro lugar.
Un suspiro salió de sus labios.
—Tengo mejores cosas de las que preocuparme— pensó al mirar a Sharp dormir a pierna suelta en la cama de al lado.
Saito miro alrededor y había varios pósters colgados en las paredes, algunos eran de bandas musicales y otros sobre Rokusho: la estrella de kendo del momento en Johto. Una pequeña mesa de luz con una lámpara, y un despertador hacían compañía a la cama en la que se encontraba. El suelo estaba cubierto con una hermosa alfombra de color marrón. Una pequeña brisa que salía de la ventana, ubicada en la parte este de la habitación refrescaba su cara. La luz tenue del sol que entraba le hacía pensar que ya estaba anocheciendo. Reconoció el lugar al instante, era la habitación de Ryuji.
Él chico quiso estirar el brazo para acariciar la cabeza del Sneasel, pero no pudo, ya que se había dado cuenta de que este estaba enyesado. En ese momento recordó la caída que había tenido, la explosión y la pelea con ese tipo. Pero más importante a su hermana Reiko. Donde quiera que estuviese la iba a encontrar y matar al bastardo que se la llevó. La sangre le hervía por la rabia.
Corrió las sabanas que le molestaban y de un saltó, se paró a un lado de la cama. Inmediatamente una sensación de dolor que recorrió todo su cuerpo, lo obligó a volver a sentarse.
Sharp despertó con el sonido rechinante que hizo la litera, al recibir el peso del joven y al ver que Saito estaba despierto dio un pequeño salto a la cama del chico y se lo quedó mirando.
—Estoy bien, no te preocupes— respondió Saito al ver la cara de su amigo –Hace falta más que unos cuantos huesos rotos para matarme— sonrío a pesar de que en realidad se encontraba muy adolorido.
La puerta se abrió, interrumpiendo la charla para dejar ver al dueño del lugar.
—Veo que te levantaste bastante rápido— Dijo Ryuji con su sonrisa usual –Nunca lo dude, pero cuando un medico te dice que alguien esta en coma la gente tiende a tener sus dudas ¿sabes?
— ¿Coma?— preguntó el joven.
—Sí, igual nunca me preocupé, con lo “activo” que sos seguro te despertabas en unos días— Rió –De todos modos, ¿Quién te hizo eso? ¿Fue el mismo que quemó tu casa? La sonrisa usual del pelirrojo había desaparecido por completo, para ser reemplazada por una cara de seriedad y odio tan intensos, que cualquiera hubiera jurado que era otra persona la que hablaba.
Saito conocía muy bien los drásticos cambios de personalidad que tenia su amigo, ya que los había vivido en carne propia.
Le contó a Ryuji todo lo que había pasado, de como había conocido a Sharp, la pelea con el Kick-boxer, como se llevaron a su hermana, o al menos lo que le habían dicho y la explosión de su casa. Las palabras salían con pesar de su boca y sus manos apretaban con fuerza las frazadas de la cama por la ira que sentía.
Ryuji escuchó detenidamente cada palabra con atención y se llevó la mano al mentón de manera pensativa, parecía haberse tranquilizado. Se sentó en el suelo, entrecruzó sus manos y le dijo:

—Cuando viniste, la semana pasada estabas muy hecho mierda, no podía tratarte yo solo, así que te lleve al hospital cerca de acá. Al principio pensé que había sido otra de tus peleas boludas pero…— el joven tomo un poco de aire y prosiguió – Cuando dos tipos raros vinieron a tu habitación y trataron de matarte, sabia que esto no era normal. Por eso te traje de nuevo a casa, no tenía idea como te habían encontrado tan rápido, pero dejarte ahí era peligroso.
Sharp estaba sentado al lado de Saito escuchando lo que decían ambos. Parecía entender de alguna manera lo que hablaban, ya que su rostro era tan serio como el de una roca.
—Gracias Ryuji…, desde que los otros se fueron solo cuento con vos— Al joven le costaba demasiado decir esas palabras, era muy orgulloso para no sentirse humillado por recibir la ayuda de alguien.
—Ey no te angusties, ese no es el Saito que me hizo esta cicatriz— dijo señalándose el corte que tenia en la mejilla.
— ¡Pero ándate a la mierda, encima que te agradezco!— exclamó con ira.
—Sí, ese es el que recuerdo— Sonrío – y bueno ¿Qué vas a hacer ahora?— preguntó aun sentado.
— ¿No es obvio? Tengo que encontrar Reiko donde quiera que este, matar a esos tipos y cuidar a este bi… digo a Sharp en el transcurso.
—O sea simple…— Dijo con sarcasmo – ¿Tenés alguna idea por donde empezar al menos?
—No ninguna— La mirada de Saito se había dirigido al suelo por la decepción, pero la alzo de inmediato al recordar lo que había encontrado y continuo –Pero tengo una tarjeta y una pelota medio rara. Mírala un toqué, capaz que a vos se te ocurre algo— dijo mientras se levantaba y trataba de encontrar su ropa, donde seguramente estarían los objetos.
Ryuji levantó un brazo y señaló un cajón del mueble que estaba próximo a la cama. Saito lo abrió lentamente y encontró sus ropas. Estaban completamente destrozadas y aun tenían la sangre de aquel sujeto.
Por un momento comenzó a pensar en como la sangre caía del cuello de aquel hombre, y se paralizó por un instante. Inmediatamente sacudió su cabeza bruscamente a ambos lados, tratando de sacar esas ideas de su mente. Ryuji notó este pequeño gesto y achico la mirada, pero decidió no preguntar.
Revolviendo los bolsillos del pantalón, encontró así lo que buscaba, extendió la mano y le entregó al pelirrojo la tarjeta y la extraña esfera.
Era completamente negra, poseía una especia de escritura que la rodaba completamente, y a diferencia de las demás pokeballs no tenia el interruptor para agrandarla o abrirla.
Ryuji tomó la bola y la examinó detenidamente. Era liviana, demasiado para su volumen. La tiró al aire y esta volvió a caer lentamente en su mano como si esta fuera una pluma. Saito miró la pelota sorprendido, era extraño lo que hacia ese objeto.

—Obviamente es una pokeball, pero en todo el tiempo que llevo trabajando en la tienda de mi viejo jamás había visto este modelo— afirmó, mientras recorría con su mirada la esfera –Igual se la voy a llevar a el viejo, capaz el sabe algo después de todo hace más de veinte años que trabaja en este rubro.
Ryuji le entregó la esfera y comenzó a inspeccionar la tarjeta, leyendo en voz alta:
—Agente 44, rango D, número de clave 54686…, acceso nivel C”— recitó, para luego deducir que parecía ser una tarjeta magnética para entrar a algún sitio, pero sin estar completamente seguro.
—Algo es algo— contestó Saito decepcionado.
—Por ahora descansa un tiempo, no podes averiguar nada mientras estés en ese estado. Yo le voy a preguntar a mi viejo haber que sabe sobre la pokeball y vemos que hacemos después.
Saito renegó un poco pero termino aceptando el sermón de Ryuji.


A la mañana siguiente Saito despertó exhausto. No podía dormir bien, imágenes de Reiko lo atormentaban y no le dejaban conciliar el sueño. Se sentía débil e impotente, mientras el estaba descansando plácidamente cualquier cosa podría estarle ocurriendo a su hermana.
Ryuji volvió a entrar por la puerta, éste le comentó que le había preguntado a su padre acerca de la esfera y que aunque era poco lo que tenía para decir, era mejor que lo escuchara de él mismo.
Después de terminar de charlar, le entregó a su amigo una muda de ropa y unas zapatillas algo viejas. Saito sin quejarse, se cambió con algo de dificultad, ya que el yeso no le dejaba ponerse cómodamente las ropas. Ambos bajaron las escaleras del segundo piso hasta la planta baja.
La casa de Ryuji no era tan antigua como la de su amigo. El padre del pelirrojo tenía una tienda de artículos Pokemon, en la que vendía todo tipo de pokebolas, pociones y demás.
Aunque tenía que competir con el gran centro comercial de Goldenrod, poseía muchos clientes gracias a la gran variedad de exóticos artículos que exportaba de varias regiones.
Para los entrenadores que sabían donde buscar, y no les molestaba pagar un poco de mas, sabían que si algo no estaba en la tienda del viejo Katsura no lo iban a poder encontrar en ningún otro lugar.

Ambos atravesaron un corredor con todo tipo de pinturas interesantes en el viaje al comedor. Varios de ellos llamaron la atención del chico. En uno estaba retratado un paisaje nocturno, una luna enorme y brillante se reflejaba en un lago cristalino, que una especie de reptil alado con antenas curvas observaba desde un risco a la lejanía. Otros eran muy antiguos, como el que tenía un de gato, algo rosa que salía de unos arbustos.
Al llegar al comedor ambos se sentaron en la mesa larga de madera. Ryuji se levantó unos segundos después para buscar a su padre y el desayuno. Inmediatamente volvió con un par de platos que tenían tostadas y tazas de té.
A pocos metros de él venía un hombre con un cabello corto y oscuro lleno de canas. Vestía unos joggins y un delantal que seguramente usaba para trabaja, este se acercó para saludar a Saito con un apretón de manos y se sentó en la cabecera de la mesa con una sonrisa.
—Hacia tiempo que no te veía por acá Saito. Ryuji me contó lo de tu casa, una lástima que se incendiara por un cigarrillo. Que descuidó de tu hermana, pero no te preocupes por nada, sos como un hermano para Ryuji, quédate el tiempo que necesites— dijo el hombre con un tono paternal — ¿Y dónde se hospeda Reiko?
—Se ésta quedando en casa de unos tíos de Saito papá— mintió audazmente el joven.
El pelirrojo le susurró a su amigo un “después te cuento” y dio un mordisco a una tostada.
—Che papá, ¿Por qué no le contás a Saito acerca de la pokebola negra que te mostré?— dijo el joven tratando de cambiar el tema de conversación.
El hombre se aclaró la garganta para poder comenzar a hablar del tema. Le dio unos sorbos a la taza de te y comentó:

—Miren esa esfera es un modelo muy antiguo que se usaba hace muchos años, no estoy seguro de cuanto tiempo. Un viajero me trajo una parecida hace ya, haber si recuerdo…— El hombre miro hacia el techo con una mano en la barbilla en pose pensativa – Si no me equivoco hace unos 12 años atrás más o menos, me dijo que quería que la reparara, pero yo no conocía el sistema que usaba, así que no pude hacer mucho. Igualmente el me agradeció y explicó que la había encontrado en unas ruinas antiguas de otra región. Nunca habia logrado que funcionase, así que tampoco estaba seguro si se encontraba averiada. También mencionó algo sobre esos símbolos pero fue hace mucho lo siento no me puedo acordar.
—No, disculpé que lo hagamos recordar cosas que pasaron hace tanto Sr. Katsura
Aunque por lo general Saito era grosero con gente mayor que él, tenía respeto por aquel hombre. Lo había ayudado en más de una ocasión a él y a Reiko cuando pasaron por momentos difíciles, además de haber sido un gran amigo de su padre.
— A todo esto ¿Dónde la encontraron se podría saber?— preguntó intrigado.
—Este… se la compramos a un tipo— mintió horriblemente Saito.

Cuando terminaron de desayunar, se dirigieron nuevamente a la habitación donde había dormido antes el joven de cabello gris. Sharp estaba parado en la alfombra lanzando zarpasos al aire y esquivando golpes invisibles y aunque los adolescentes entraron a la habitación esto no interrumpió el entrenamiento del Pokemon.
Saito tomo carrera y se deslizó por el suelo tratando de barrer las piernas de la pequeña maquina de golpes pero esta saltó unos metros en el aire y corrió por la pierna del chico acercando sus garras sobre el cuello de este con una sonrisa macabra.
—Veo que te mantenés en forma— dijo Saito con una cara de satisfacción. Estaba feliz de que el incidente anterior no le afectara.
El Sneasel sacó las garras del cuello de su amo y siguió con su rutina no sin antes mostrar una sonrisa.
—No sé cómo no te mató la última vez— río Ryuji.
— ¡Deja de reírte pelotudo y ayúdame a levantarme, que me duele todo!— dijo con ira Saito, que se encontraba desparramado en el suelo.
De pronto se escuchó un sonido fuerte y agudo acompañado por un par de gritos. El ruido del disparo venia de muy cerca. Ambos se miraron por un segundo, tomaron sus armas y salieron disparados por la puerta de la habitación.

En otro lugar, un hombre de traje sostenía un revolver a solo unos metros del rostro del Padre de Ryuji. Este estaba detrás del mostrador de cristal de su tienda.
El local se encontraba repleto de estanterías con la más diversa mercancía, desde pociones, hasta unos dulces que supuestamente aumentaban la fuerza de los monstruos de bolsillo.
— El próximo tiro te vuela los sesos viejo, así que no me lo has repetir ¿Dónde están el pendejo con el Sneasel?— amenazó el hombre de traje.
— No sé de qué me estás hablando, yo solo atiendo este negocio como podrás ver— contestó seriamente el hombre.
— ¡No te hagas el pelotudo sabemos que está escondido acá!— Gritó el hombre.
— ¿No tenía un hijo? Seguro si le cortamos uno o dos dedos nos diga algo— dijo otra persona que estaba detrás.
— ¡Hijo de puta!— exclamó con fuerza el Sr. Katsura.
Al escuchar este grito una mancha verde se deslizó enfrente del hombre armado con la velocidad de un relámpago. Un ruido seco se escuchó y la mano que sostenía el arma cayó al suelo sin vida manchándolo de color escarlata.
EL alarido que salio de los labios de aquella persona fue desgarrador, esta ahora estaba tirada en el suelo, tratando de inútilmente de volver a unir su mano a su brazo con lágrimas en los ojos.
La bestia que había hecho tal atrocidad se encontraba parada enfrente de Katsura en pose defensiva. No tenía pelaje, ni tampoco plumas, en lugar de eso un exoesqueleto tan fuerte como una armadura liviana protegía su cuerpo. Unas alas poco desarrolladas salían de su espalda, las cuales seguramente le ayudaban a volar, pero sin poder hacerlo para llevar a algún tripulante. En lugar de manos o garras, poseía unas grandes guadañas capaces de cortar un árbol en dos y una cicatriz recorría su ojo izquierdo.

—Llévense al manco y márchense, me reservo el derecho de venta— dijo burlándose hombre.
— ¡Viejo hijo de puta, te voy a matar a vos y toda tu puta familia! ¡Mátenlo y al Pokémon también!— Gritó con todas su fuerzas el individuo que yacía de rodillas en el suelo.
Los hombres obedecieron la orden sin titubear, mientras que unos desenfundaron algunos revólveres, otros lanzaron las típicas esferas escarlata y blanco al aire las cuales liberaron un haz de luz. Unos segundos después este desapareció para dejar ver dos tipos de criaturas.
Una de ellas era una lagartija roja bastante grande, que tenía tres garras en manos y pies. De su cabeza salía lo que parecía ser un cuerno, pero al estar recubierto de piel hacía pensar que era parte de su cráneo. Además, su cola despedía una pequeña llama que parecía no hacerle daño.
La criatura que estaba a su lado era de color amarillento, tenía una boca algo alargada y dos garras en lugar de manos. Una gran cantidad de espinas cubrían su espalda y se paraba en dos patas como su compañero.
Los hombres que habían liberado los monstruos de bolsillo, dieron sus respectivas órdenes. Uno ordeno realizar un lanzallamas al Charmeleon y el otro mandó una cuchillada a su Sandslash.
El cuerpo espín dio un gran salto hacia la mantis, pero esta bloqueó el ataque con sus garras y lo empujó lo suficientemente en el aire para lograr un buen ángulo para un ataque. El insecto logró propinarle un corte con éxito en el estómago al topo, haciendo que por la fuerza del golpe saliera despedido hacia una estantería que rompió con el impacto. Esto hizo que cientos de productos cayeran, enterrando así al pobre Pokemon en una montaña de comestibles.
Pero por perder demasiado tiempo con el contraataque, el Scyther se vio envuelto en las llamas que la lagartija había lanzado momentos antes. Cuando el fuego se disipo, el insecto se encontraba apoyado en una de sus rodillas, usando una cuchilla de soporte para no caer al suelo. Su respiración se veía muy agitada.

—Última oportunidad viejo— Amenazó el hombre de traje, pero Katsura no respondió
—Como quieras— dijo haciendo una señal con la mano que le quedaba.
Los seguros de las armas se escucharon, pero antes de poder disparar uno de los hombres armados cayó al suelo inconsciente. Ryuji se encontraba detrás de los atacantes blandiendo su bokken y a su lado estaba Saito con Sharp de refuerzo.
Los disparos comenzaron a salir de las armas y los dos jóvenes junto con el Pokémon dieron un salto, rodando así por el piso para poder esconderse detrás de las estanterías.
— ¡Ryuji saca a Spark y cegalos que nos van a llenar de agujeros si nos quedamos acá!— gritó Saito, protegiéndose el rostro con su brazo bueno de los cristales que volaban, debido a las botellas que se rompían por culpa los disparos.
— ¡No puedo, lo deje en la casa! ¡Pero tengo una idea!— respondió tomando una pelota violeta del mostrador, que le hacia de soporte.
El chico la lanzó por encima de su cabeza y esta explotó liberando grandes cantidades de humo del mismo color que la esfera. Inmediatamente los hombres empezaron a toser, pero Ryuji que había tomado un par de mascaras de gas que se encontraban al lado de la esfera y de las cuales le entrego una a Saito, no se vio afectado.
Rápidamente fueron a despachar a los maleantes que se encontraban incapacitados por el humo.

Saito dio la orden a Sharp de encargarse de la lagartija. El Sneasel obedeció y agitó sus garras, de estas comenzaron a salir pequeños trozos de hielo, que envolvieron al Charmeleon en un trozo enorme de hielo dejándolo completamente fuera de combate.
Mientras tanto el pelirrojo enviaba a descansar a varios hombres con uno o dos golpes en la nuca de su espada de madera, y el otro chico acababa con los que quedaban con sus puños.
Una vez que se dispersó el humo, gracias a la ayuda de las alas del Scyther del Sr. Katsura, se pudo ver el suelo decorado con varios hombres inconcientes y una hermosa estatua de hielo.
Ryuji tomo las pokebolas de los hombres y guardó a los Pokémon de estos.
—Toma, a vos te gustan los cuchillos quédate con el Sandslash, yo prefiero al Charmeleon — dijo el chico de la bandana, mientras le arrojaba a su amigo una esfera.
Saito miró la bola por unos momentos y apretó el botón del centro haciéndola pequeña, para luego guardarla en un bolsillo.
— ¿Estas bien papá? –pregunto con una sonrisa.
—Sí, gracias. Esos tipos querían a Saito ¿En qué mierda se metieron ustedes dos?
—Nada importante papá, lo de siempre— contestó tratando de mentir lo mejor posible.
—No me mientas hijo. Esos no eran unos cualquiera, ¡estaban armados por el amor de Dios!
—Disculpá papá es mejor que no lo sepas, no quiero que te pase nada— dijo el chico con tristeza.
Al ver que su hijo parecía tomar seriamente la situación volvió a insistir, pero solamente para obtener la misma respuesta.
—Te pido que confíes en mi viejo ¿podes hacerlo?— preguntó Ryuji seriamente.
—Está bien, confío…— respondió muy a su pesar el hombre.

Cayó la noche en Goldenrod City y los Hoothoot hacían sus sonidos usuales. Saito estaba en la ventana de la habitación, recostado sobre el marco observando la luna.
—Ryuji, me tengo que ir esta noche, no puedo ponerte en peligro ni a vos, ni a tu viejo de nuevo— dijo sin quitar la mirada de la brillante luna.
—Estoy de acuerdo— contestó el joven que se encontraba recostado en la cama.
—Sabia que ibas a entender, voy a necesitar algunas cosas. Como que ya no tengo casa viste— dijo soltando una risa triste.
Ryuji se levantó de la cama, abrió el armario y le alcanzó a Saito dos mochilas. Este último lo observo perplejo.
— ¿Qué me miras así? No te voy a dejar a ir solo— dijo mientras metía una remera en la mochila.
—No quiero que te pase lo mismo que a Reiko, además este es mi problema no el tuyo— se explicó.
—Mira, mientras seamos amigos te la vas a tener que aguantar y con ese brazo no vas a vivir más de un día si no te acompaño— dijo señalando el yeso del chico.
—Gracias, Ryuji— Una lagrima se resbaló por la mejilla del chico pero este la limpio rápidamente, realmente no quería hacer esto solo –Tenemos que ir a ver a Sarah a Ecruteak, capaz ella sabe algo acerca de la ball o la tarjeta – dijo mientras seguía llenando la mochila.
—Ecruteak será entonces— afirmó el joven.


Así ambos abandonaban Goldenrod, su ciudad natal. Caminaban bajo la luz de la luna hacia Ecruteak, mientras el padre de Ryuji los observaba oculto detrás de una ventana.
—Cuídense — murmuró con lagrimas en los ojos mientras los perdía de vista en la oscuridad de la noche.
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Última edición por ASHLEY el Viernes 2 Febrero 2018 8:11 pm, editado 1 vez en total.
Estas aburrida/o y ya te cansaste de leer las mismas boludeces de siempre, bueno una mas no te va a hacer daño.
Lee mi fic :" Cuchillas de Amistad"
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Danot Okino
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Re: Cuchillas de Amistad

Mensaje por Danot Okino »

Bueno, leído ya o.o

Pues bien, esta nueva entrega de la saga empezó con Saito en un lugar desconocido, un escenario entre lo real y lo ficticio del que tuvo que salir empleando todo su poder de voluntad; al despertar, se halló en la casa de Ryuji, quien le informó de la situación, en particular los intentos de asesinato por parte de los cómplices del tipo que Saito y Sharp despacharon, además de los dos misteriosos objetos que el occiso llevaba consigo; tras consultarle al padre del pelirrojo por la extraña Pokébola, un futuro manco y sus compinches abordaron al comerciante, pero éste se pudo defender bien hasta que los otros sacaron las armas de fuego, con lo que los dos chicos y el Sneasel tuvieron que intervenir, dejando a los tipos fuera de combate y quedándose con sus Pokémon; viendo el peligro que estaba trayendo para la familia de su amigo, Saito decidió marcharse, pero para su suerte y pesar al mismo tiempo, Ryuji estableció que irían juntos, con lo que se dirigieron hacia Ecruteak, en busca de algunas respuestas owo...

A nivel técnico, la narración la encontré agradable, más que en los dos episodios previos, con una redacción bastante aceptable y un ritmo realmente bien manejado; descripciones sencillas pero efectivas, una caracterización de personajes sumamente interesante (Saito ha reforzado su forma de ser, en tanto Ryuji y su padre han quedado plenamente definidos tras este capítulo... y Sharp, es Sharp xD) y una trama que cada vez se pone más interesante ciertamente hacen de esta historia una lectura llevadera y disfrutable; sin embargo, la ortografía y la tildación (sobre todo la segunda) te siguen fastidiando mucho, en particular porque aún me pregunto si acá terminará dominando el español neutro o el criollo, así que procura definirlo para evitar confusiones =)

Ahora, quotes :3

[SPOILER]
ASHLEY escribió:La habitación en la que se encontraba se extendía infinitamente, como nada pudiera detenerla. Todo estaba cubierto por una oscuridad que pintaba el ambiente de color negro, pero a pesar de esto el chico podía verse a si mismo claramente. Una pequeña capa de agua transparente cubría el suelo y esto hacia que al caminar sobre él, pequeñas ondas nacieran de sus pies para luego desaparecer en la oscuridad infinita.

si, sí, hacía o.oU

ASHLEY escribió:no podía comprender que era lo que sucedía,

qué :3

ASHLEY escribió:Empezó a caminar sin saber a donde se dirigía.

dónde o.o

ASHLEY escribió:Esta era del tamaño de un puño y aunque no expulsaba ningún tipo de aire, formaba las mismas ondas en el agua que los pies del chico.
Una voz tenue y aguda comenzó a salir de la esfera, esta hacía un pequeño eco en la habitación vacía.

Ésta, ésta :3U

ASHLEY escribió:— ¿Ya té rindes?, pensé que eras mas fuerte que esto.

"— ¿Ya te rindes? Pensé que eras mas fuerte que esto." o.o

ASHLEY escribió:— ¿Qué hubiera sucedido si Sharp no hubiera ayudado en ese momento? No puedes hacer esto solo y lo sabes— La luz de la esfera se intensifico con esta ultima afirmación.

habría, te, intensificó :3U

ASHLEY escribió:— ¡No tengo tiempo para contestar los delirios de una bola de mierda, decime donde estoy!— respondió sabiendo muy bien la repuesta a la pregunta de la esfera.

decíme dónde o.o (aunque no estoy tan seguro de lo primero xP)

ASHLEY escribió:—Estás y no. La brecha entro lo real y lo ficticio es difícil de distinguir en éste momento.

este :3

ASHLEY escribió:pero de algo estaba seguro era que no podía quedarse de brazos cruzados, debía escapar.

si o.o

ASHLEY escribió:Comenzó a correr sin saber hacia donde, pero a diferencia de la vez anterior ahora estaba decidido.

dónde :3

ASHLEY escribió:— ¡Mierda! ¡ no puedo encontrar una salida voy a hacer una!

Si o.o

ASHLEY escribió:Levanto su puño en el aire y golpeo el suelo repetidas veces.

Levantó, golpeó :3U

ASHLEY escribió:Con cada golpe esta crecía y nuevos cortes surgían.

ésta o.o

ASHLEY escribió:Pero si lo era, ¿Por qué estaba tan casado? Pareciera como en realidad hubiese recorrido todo ese oscuro lugar.

cansado, si xP

ASHLEY escribió:Saito miro alrededor y había varios pósters colgados en las paredes, algunos eran de bandas musicales y otros sobre Rokusho: la estrella de kendo del momento en Johto.

miró, pósteres :3U

ASHLEY escribió:ya que se había dado cuenta de que este estaba enyesado.

éste o.o

ASHLEY escribió:–Hace falta más que unos cuantos huesos rotos para matarme— sonrío a pesar de que en realidad se encontraba muy adolorido.

sonrió :3

ASHLEY escribió:–Nunca lo dude, pero cuando un medico te dice que alguien esta en coma la gente tiende a tener sus dudas ¿sabes?

dudé o.o

ASHLEY escribió:para ser reemplazada por una cara de seriedad y odio tan intensos, que cualquiera hubiera jurado que era otra persona la que hablaba.

habría :3

ASHLEY escribió:Saito conocía muy bien los drásticos cambios de personalidad que tenia su amigo, ya que los había vivido en carne propia.

tenía o.o

ASHLEY escribió:Le contó a Ryuji todo lo que había pasado, de como había conocido a Sharp, la pelea con el Kick-boxer, como se llevaron a su hermana,

cómo, cómo :3U

ASHLEY escribió:—Cuando viniste, la semana pasada estabas muy hecho mierda, no podía tratarte yo solo, así que te lleve al hospital cerca de acá. Al principio pensé que había sido otra de tus peleas boludas pero…— el joven tomo un poco de aire y prosiguió – Cuando dos tipos raros vinieron a tu habitación y trataron de matarte, sabia que esto no era normal. Por eso te traje de nuevo a casa, no tenía idea como te habían encontrado tan rápido, pero dejarte ahí era peligroso.

llevé, tomó, cómo o.oU
Wow, Saito sí que se ha metido en una cosa gorda .w.UU

ASHLEY escribió:— ¡Pero ándate a la mierda, encima que te agradezco!— exclamó con ira.

En el español neutral esto estaría bien, pero como no lo es, supongo que sería "andáte", o algo así xD

ASHLEY escribió:—Sí, ese es el que recuerdo— Sonrío – y bueno ¿Qué vas a hacer ahora?— preguntó aun sentado.
— ¿No es obvio? Tengo que encontrar Reiko donde quiera que este, matar a esos tipos y cuidar a este bi… digo a Sharp en el transcurso.
—O sea simple…— Dijo con sarcasmo – ¿Tenés alguna idea por donde empezar al menos?

Sonrió, aún, esté, dónde o.oU

ASHLEY escribió:—No ninguna— La mirada de Saito se había dirigido al suelo por la decepción, pero la alzo de inmediato al recordar lo que había encontrado y continuo –Pero tengo una tarjeta y una pelota medio rara. Mírala un toqué, capaz que a vos se te ocurre algo— dijo mientras se levantaba y trataba de encontrar su ropa, donde seguramente estarían los objetos.

alzó, continuó, Mirála (como está sería correcto en neutro... creo que a partir de ahora sólo voy a marcarlas, no puedo decirte algo que no sea correcto xD)

ASHLEY escribió:Estaban completamente destrozadas y aun tenían la sangre de aquel sujeto.

aún :3

ASHLEY escribió:Por un momento comenzó a pensar en como la sangre caía del cuello de aquel hombre, y se paralizó por un instante. Inmediatamente sacudió su cabeza bruscamente a ambos lados, tratando de sacar esas ideas de su mente. Ryuji notó este pequeño gesto y achico la mirada, pero decidió no preguntar.

cómo, achicó o.o

ASHLEY escribió:Era completamente negra, poseía una especia de escritura que la rodaba completamente, y a diferencia de las demás pokeballs no tenia el interruptor para agrandarla o abrirla.

rodeaba :3
Qué misterioso owo

ASHLEY escribió:La tiró al aire y esta volvió a caer lentamente en su mano como si esta fuera una pluma. Saito miró la pelota sorprendido, era extraño lo que hacia ese objeto.

ésta, hacía o.oU

ASHLEY escribió:–Igual se la voy a llevar a el viejo, capaz el sabe algo después de todo hace más de veinte años que trabaja en este rubro.

él :3

ASHLEY escribió:—Por ahora descansa un tiempo, no podes averiguar nada mientras estés en ese estado. Yo le voy a preguntar a mi viejo haber que sabe sobre la pokeball y vemos que hacemos después.
Saito renegó un poco pero termino aceptando el sermón de Ryuji.

descansá, podés, qué, qué, terminó (las primeras 2 con duda xD)

ASHLEY escribió:mientras el estaba descansando plácidamente cualquier cosa podría estarle ocurriendo a su hermana.

él o.o

ASHLEY escribió:Aunque tenía que competir con el gran centro comercial de Goldenrod, poseía muchos clientes gracias a la gran variedad de exóticos artículos que exportaba de varias regiones.
Para los entrenadores que sabían donde buscar, y no les molestaba pagar un poco de mas, sabían que si algo no estaba en la tienda del viejo Katsura no lo iban a poder encontrar en ningún otro lugar.

importaba, dónde, más :3U

ASHLEY escribió:Vestía unos joggins y un delantal que seguramente usaba para trabaja, este se acercó para saludar a Saito con un apretón de manos y se sentó en la cabecera de la mesa con una sonrisa.

trabajar, éste o.oU

ASHLEY escribió:Que descuidó de tu hermana, pero no te preocupes por nada, sos como un hermano para Ryuji, quédate el tiempo que necesites

Qué :3

ASHLEY escribió:—Se ésta quedando en casa de unos tíos de Saito papá— mintió audazmente el joven.

está o.o

ASHLEY escribió:Le dio unos sorbos a la taza de te y comentó:

:3

ASHLEY escribió:—Miren esa esfera es un modelo muy antiguo que se usaba hace muchos años, no estoy seguro de cuanto tiempo. Un viajero me trajo una parecida hace ya, haber si recuerdo…— El hombre miro hacia el techo con una mano en la barbilla en pose pensativa – Si no me equivoco hace unos 12 años atrás más o menos, me dijo que quería que la reparara, pero yo no conocía el sistema que usaba, así que no pude hacer mucho. Igualmente el me agradeció y explicó que la había encontrado en unas ruinas antiguas de otra región. Nunca habia logrado que funcionase, así que tampoco estaba seguro si se encontraba averiada. También mencionó algo sobre esos símbolos pero fue hace mucho lo siento no me puedo acordar.

cuánto, a ver, miró, él, había o.oU

ASHLEY escribió:—No, disculpé que lo hagamos recordar cosas que pasaron hace tanto Sr. Katsura

disculpe :3

ASHLEY escribió:Sharp estaba parado en la alfombra lanzando zarpasos al aire

zarpazos o.o

ASHLEY escribió:Saito tomo carrera y se deslizó por el suelo tratando de barrer las piernas de la pequeña maquina de golpes pero esta saltó unos metros en el aire y corrió por la pierna del chico acercando sus garras sobre el cuello de este con una sonrisa macabra.

tomó, máquina, ésta :3U

ASHLEY escribió:—No sé cómo no te mató la última vez— río Ryuji.

rió o.o

ASHLEY escribió:— ¡Deja de reírte pelotudo y ayúdame a levantarme, que me duele todo!— dijo con ira Saito, que se encontraba desparramado en el suelo.
De pronto se escuchó un sonido fuerte y agudo acompañado por un par de gritos. El ruido del disparo venia de muy cerca. Ambos se miraron por un segundo, tomaron sus armas y salieron disparados por la puerta de la habitación.

venía :3 (lo primero está bien en neutro, pero no en criollo xP)

ASHLEY escribió:El cuerpo espín dio un gran salto hacia la mantis, pero esta bloqueó el ataque con sus garras y lo empujó lo suficientemente en el aire para lograr un buen ángulo para un ataque.

puercoespín o.o (esto suena a autocorrección de Word .w.)

ASHLEY escribió:El chico la lanzó por encima de su cabeza y esta explotó liberando grandes cantidades de humo del mismo color que la esfera. Inmediatamente los hombres empezaron a toser, pero Ryuji que había tomado un par de mascaras de gas que se encontraban al lado de la esfera y de las cuales le entrego una a Saito, no se vio afectado.

ésta, máscaras, entregó :3U

ASHLEY escribió:Una vez que se dispersó el humo, gracias a la ayuda de las alas del Scyther del Sr. Takamura, se pudo ver el suelo decorado con varios hombres inconcientes y una hermosa estatua de hielo.
Ryuji tomo las pokebolas de los hombres y guardó a los Pokémon de estos.

señor (las abreviaturas se ven mal en medio de la narración), Katsura, inconscientes, tomó o.oU

ASHLEY escribió:—Toma, a vos te gustan los cuchillos quédate con el Sandslash, yo prefiero al Charmeleon — dijo el chico de la bandana, mientras le arrojaba a su amigo una esfera.

quedate :3

ASHLEY escribió:— ¿Estas bien papá? –pregunto con una sonrisa.
...
—Te pido que confíes en mi viejo ¿podes hacerlo?— preguntó Ryuji seriamente.
—Está bien, confío…— respondió muy a su pesar el hombre.

Estás, preguntó, podés o.oU

ASHLEY escribió:Sabia que ibas a entender, voy a necesitar algunas cosas. Como que ya no tengo casa viste— dijo soltando una risa triste.
Ryuji se levantó de la cama, abrió el armario y le alcanzó a Saito dos mochilas. Este último lo observo perplejo.
...
—Gracias, Ryuji— Una lagrima se resbaló por la mejilla del chico pero este la limpio rápidamente, realmente no quería hacer esto solo –Tenemos que ir a ver a Sarah a Ecruteak, capaz ella sabe algo acerca de la ball o la tarjeta – dijo mientras seguía llenando la mochila.
—Ecruteak será entonces— afirmó el joven.

Sabía, Éste, éste :3U
A ver quién será Sarah o.O[/SPOILER]

En fin, esto es todo por ahora; nos vemos en el siguiente post =D
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ASHLEY
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Re: Cuchillas de Amistad

Mensaje por ASHLEY »

Que rápido! pensé que iban a pasar unos días (y algunas plantas rodadoras) antes que alguien se pusiera a leerlo.
Por lo visto leer las reglas ortográficas no me sirvió de mucho, pero aunque sea, unos errores evité o al menos me gusta creer eso.
Nunca me voy a cansar de agradecerte estos review tan copados.

Con lo del "cuerpo-spin", siempre tuve dudas hacerca de como mierda era, asi que antes de escribirlo busque en la wikipedia y decia, que aunque se le dice así no tiene ninguna relación con los chanchos. Lo pensé un rato y dije "que pelotudos, para que le ponen esos nombres que no tienen nada que ver con el bicho" entonces opte por ponerle cuerpo spin que me parecio mas acertado REVOLUCION LITERARIA!!!.

Lo del tipo de español... Dios no puede costarme tanto decidirlo. Una amiga me comentó lo mismo. Si elijó el español neutro no voy a poder escribir las puteadas, que tanto me gusta que diga Saito pero tiene el beneficio de que la historia llegue a mas personas. Igualmente, no me doy cuenta cuando escribo en español neutro, siempre traté de escribir en "criollo". ¿Cómo hago para escribir siempre de ésta última forma? sinceramente no me doy cuenta.

Hay una palabra que me confunde con el acento entre las que pusiste: Dónde. ¿Por qué se acentúa si es grave y termina en vocal?

Eso es todo gracias por leer.
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Estas aburrida/o y ya te cansaste de leer las mismas boludeces de siempre, bueno una mas no te va a hacer daño.
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Danot Okino
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Re: Cuchillas de Amistad

Mensaje por Danot Okino »

ASHLEY escribió:Nunca me voy a cansar de agradecerte estos review tan copados.

De nada =P

ASHLEY escribió:Lo del tipo de español... Dios no puede costarme tanto decidirlo. Una amiga me comentó lo mismo. Si elijó el español neutro no voy a poder escribir las puteadas, que tanto me gusta que diga Saito pero tiene el beneficio de que la historia llegue a mas personas. Igualmente, no me doy cuenta cuando escribo en español neutro, siempre traté de escribir en "criollo". ¿Cómo hago para escribir siempre de ésta última forma? sinceramente no me doy cuenta.

Bueno, escribe con el que te sientas más cómodo, que aunque uses el criollo, igual te van a entender (yo al menos lo hago, de todos los años que he estado acá xD); sin embargo, si quieres tratar de que sea sólo neutro, puedes probar una regla práctica: corre la tilde una sílaba hacia atrás en los verbos (obviamente, quítala si va a salirte una palabra grave con esto =P)

ASHLEY escribió:Hay una palabra que me confunde con el acento entre las que pusiste: Dónde. ¿Por qué se acentúa si es grave y termina en vocal?

Porque las que corregí así eran parte de una pregunta o una exclamación indirecta, por eso nomás :3
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Re: Cuchillas de Amistad

Mensaje por ASHLEY »

Bueno el capitulo 4 de el mejor fic de PA desde MCOO, a re. Hablando posta no sé que poner solamente:
1_Enjoy it
2_Thanks for read

CAPÍTULO 4: Apariencias

El sol se derramaba sobre la pintoresca ruta cuarenta y cinco, mientras dos chicos y un Pokémon caminaban serenamente por los adoquines blancos que se extendían varios kilómetros desde la ciudad. De pronto el muchacho pudo divisar a lo lejos una muchedumbre. La calle estaba abarrotada por grupos de jóvenes que se amontonaban alrededor de algo que Saito no lograba ver. Unos gritos se escuchaban del interior de círculo de gente, gritos que el chico no pudo ignorar.
Se acercó, abriéndose paso a codazos por la multitud que se quejaba e insultaba el chico por su rudeza, éste estaba seguido por Ryuji, pero no por Sharp, ya que éste último saltó a la espalda de su amo y se sentó sobre sus hombros como si fuera un niño pequeño. Era bastante pesado, pero a Saito no le importó, estaba acostumbrado a cargar a la pesada Reiko cuando volvía de sus “aventuras” nocturnas.
Al llegar al centro vieron por qué era el alboroto: una pequeña rata amarilla de cola extraña, estaba esquivando unas hojas provenientes de un pequeño dinosaurio cuadrúpedo. Éste tenía una gran hoja en la cabeza que lucía con orgullo y un collar de grandes semillas decoraba su cuello.
— ¡Pikachu ataque rápido!— ordenó el niño a su pequeño ratón que comenzó a correr a una velocidad endiablada hacia su oponente.
El pequeño cuello largo contraatacó con unas lianas provenientes de las semillas de su cuello, éstas trataron de golpear al roedor, pero éste último las esquivaba tan rápido, mientras corría, que parecía desaparecer en lugar de moverse. El Pikachu logró acercarse lo suficiente, y con todo el impulso de la carrera le propinó un fuerte cabezazo al Bayleef haciendo que se tambaleara. Luego el roedor dio un gran salto alejándose así de su oponente.
— ¡Vamos Pikachu dale una descarga!— gritó el chico.
Las mejillas del ratón comenzaron a chispar soltando pequeñas cargas de electricidad que chamuscaban el suelo dejando pequeñas manchas negras. Cuando logró acumular suficiente energía, soltó un gran relámpago que impacto de lleno en su rival. El dinosaurio, aunque dolorido por la electricidad que recorría su cuerpo, dio un paso firme hacia el frente volviendo a liberar sus lianas. Esta vez había tenido éxito en su ataque, las sogas lograron enredarse en el torso del ratón cortando la descarga que emitía.
Una sonrisa maliciosa se dibujó en el rostro del entrenador dueño de la criatura prehistórica, había tenido muchas otras batallas en el pasado y por experiencia sabía que una vez que las lianas atrapaban a su presa el combate había terminado. En efecto, el roedor estaba siendo levantado varios metros en el aire por las poderosas cuerdas vegetales para luego ser golpeado en el suelo una y otra vez. Se podían escuchar los gritos del ratón mientras su pequeño cuerpo era azotado, hasta que quedó completamente inconciente.
Bayleef miró preocupadamente sobre su hombro al chico que tenia detrás, buscando la aprobación para terminar el ataque, pero su entrenador no dio señal alguna y Bayleef soltando una última mirada afligida continúo maltratando al ratón.
— ¡Ya ganaste, por favor soltalo!— Suplicó el pequeño niño. No tenía más de diez años de edad.
— ¿Por qué? ¿No me habías dicho que me ibas a enseñar o algo así?— vociferó sarcásticamente el adolescente.
—Me equivoqué, te lo suplico…—. Las lágrimas comenzaron a deslizarse por el rostro del pequeño que ahora se encontraba de rodillas.
—Lo siento, pero hasta que no aprendas…—. Sharp saltó de los hombros de Saito y cortó ambas lianas del dinosaurio en un abrir y cerrar de ojos, interrumpiendo así las frase del chico. El oscuro Pokémon se encontraba parado frente al entrenador de Bayleef con una garra alzada, podía verse el enojo en su rostro.
— ¡¿De quién mierda es ésta comadreja?!— gritó el chico mirando a la multitud que lo rodeaba.
Ryuji tomó el hombro de su amigo antes de que saliera a mostrar su gran orgullo.
— Entiendo como te sentís, pero no podemos perder tiempo en estas cosas, además tenés un brazo menos— le dijo seriamente.
—Con un solo brazo me alcanza para cagar a palos a ese pendejo, no te preocupes, no voy a tardar mucho— afirmó.
Ryuji suspiró conociendo muy bien el carácter de su amigo.
—Mío ¿por?— exclamó Saito que había dado unos cuantos pasos para salir de la multitud. Su seguridad al andar había cambiado la cara arrogante del entrenador haciéndole casi arrepentirse haber preguntado.
—Porque me debés unas lianas, tardan una semana en volver a crecer ¿sabés?— respondió arrogante.
—Estoy algo corto en plantas ¿te las puedo deber?— dijo burlonamente.
—Si me das ese Sneasel me lo puedo pensar…— contestó hábilmente.
—A mi no me vas a venir a chantajea pendejo del orto— exclamó mientras su mirada se dirigía hacia el maltrecho Pikachu recordando así porque discutía en primer lugar –pibe, ¿cuánto vas a tardar en llevarte a la rata esa? Mirá que si no te llevas se te muere.
El niño corrió frenéticamente hasta su Pokémon y lo tomó en sus brazos. Ryuji le hizo una señal al pequeño con una mano y éste se acercó tímidamente para recibir un pequeño Spray naranja de las manos del pelirrojo. Aplicó la medicina sobre las heridas más importantes del Pikachu y éstas comenzaron a sanar rápidamente. El niño lanzó una mirada hacia Saito para luego girar la vista nuevamente al chico que le había dado la poción.
—No te preocupes por él, se sabe cuidar bien solo— dijo Ryuji con una gran sonrisa, tratando de calmar la preocupación del niño.
Viendo que Sharp se dirigía a entablar un combate con aquel Pokémon, Saito se acercó hasta su furioso amigo y le calmó con un “de esto me encargo yo”. El gato se hizo a un lado inmediatamente al ver el aura de ira que despedía aquel joven.
Saito metió su mano en el bolsillo y sacó la única pokebola que tenía y lanzándola al aire ésta liberó una luz blanca sin forma que cayó al suelo. Después de disipado el resplandor pudo verse como un topo se sacudía como si tratase de secarse aunque no estuviese mojado. Sus garras brillaban con el resplandor del sol, eran largas y afiladas.
—Spike, cuento con vos— dijo Saito
—Se ve que no entendés nada de Pokémon— rió el joven – Un tipo tierra contra un planta, ¡Bayleef hacelo cagar, hojas navaja!— ordenó.
Las hojas salieron disparadas como balas cuando el dinosaurio agitó su gran cabello vegetal y dieron de lleno en el cuerpo de Spike causándole heridas graves.
— ¡Saito, dale un orden a Spike sino, se ve a quedar parado sin hacer nada!— gritó Ryuji de entre la multitud. —Éste boludo no debe ni saber que ataques tiene un Sandslash— pensó e inmediatamente buscó dentro de su mochila un pequeño aparato rojo y rectangular no más grande que una pequeña agenda, y se la arrojó a su amigo. Saito la atrapó en el aire y miró la extraña maquina, ya había visto ese objeto antes. En TV muchos de los entrenadores lo tenían en sus manos en las batallas. Abrió la pequeña tapa del dispositivo y éste comenzó a recitar:

Soy Dexter, un Dexter programado por el Profesor Oak para el entrenador Pokémon Saito Minakami de Goldenrod City, mi función es proporcionarle información y consejos relacionados con Pokémon y su entrenamiento. Si me pierdo o me roban no puedo ser reemplazado.

A Saito le sorprendió que aquella maquina supiese su nombre, pero inmediatamente apuntó el Dexter hacia su Pokémon, no podía perder tiempo. Comenzó a ojear entre los ataques que Spike había aprendido, eran bastantes, pero pocos los que él conocía. Finalmente decidió apelar a su sentido común cuando vio como una nueva oleada de proyectiles verdes se dirigían hacia su Pokémon nuevamente.
— ¡Spike, excavar!—Gritó con ganas.
En un instante, y gracias a sus garras, el topo cavó rápidamente y se enterró en el suelo, esquivando las hojas cortantes. Se sentía una vibración en la tierra, que hacía notar que Spike estaba moviéndose por debajo de los pies de los jóvenes. Bayleef miró hacia el suelo teniendo una sensación extraña debajo de sus patas, pero para cuando trató de reaccionar ya era tarde, la tierra debajo del saurópodo comenzó a resquebrajarse y éste cayó por un pequeño pozo que se había abierto. Sonidos de cortes y gritos del Pokémon vegetal pudieron oírse durante unos cuantos segundos, pero luego de un tiempo el agujero quedó en silencio.
El cuerpo de Bayleef salió disparado de dentro del hoyo como sí fuese agua de un Géiser, para caer solo a algunos metros de su entrenador. Éste estaba atónito ¿Cómo podía ser que su Pokémon aún teniendo ventaja de tipo perdiera?, sacó una esfera de su cinturón y con un láser rojo el Pokémon hierba desapareció. Sin decir nada el chico guardo la pokebola y comenzó a correr en dirección a Saito, él cual sacó su navaja de bolsillo en un instante. Muchas mujeres de la muchedumbre soltaron gritos de horror, esto hizo que la gente se dispersara. Ahora solo quedaban el niño del Pikachu, Saito, Ryuji y el entrenador del Bayleef que lanzaba puñetazos a diestra y siniestra. Saito esquivaba con facilidad los golpes, y como no vio mucha experiencia en estos decidió guardar su arma. Cada golpe era evadido, ya fuese con un pequeño salto hacia un lado o agachándose levemente, Saito esquivaba con la gracia que solo el conocía por la gran cantidad de peleas callejeras que había tenido en el pasado. Cansado ya de evadir tomó el brazo de su rival después de que éste lanzara un golpe y con un pequeño tirón en dirección hacia donde iba el puñetazo le hizo perder el equilibrio y el chico cayó, pero no sin antes recibir una patada en la espalda que lo dejó mordiendo el polvo.
—Todo es culpa tuya— murmuró el rubio desde el suelo – ¿Qué mierda te hice para merecer ésta paliza?— dijo reflexivamente.
Saito miró al niño que llevaba en sus brazos al ratón, Ryuji hizo lo mismo.
— Exactamente, ¿qué te hizo?— preguntó el pelirrojo al pequeño chico, éste permaneció mudo.
—Yo estaba a un lado del camino entrenando con Solf. Practicábamos un ataque nuevo que todavía no dominaba bien, y entonces el pibe éste se acercó y me dijo que era el Bayleef más asqueroso y de mierda que había visto, no le di bola y seguí con lo que estaba haciendo, pero el pendejo basura ¡Lo garcéo! ¡¿Cómo voy a quedarme de brazos cruzados cuando un pendejito de mierda escupe a Solf?! No lo podía dejar así, entonces lo rete a un duelo y el pibe me dijo que me iba a enseñar lo que es un entrenador de verdad. Le estaba ganando, pero después viniste vos y cagaste todo. — El chico que se encontraba aún tirado en el piso apretaba con fuerza la arena del suelo que tenia entre sus manos.
Al decir esto las miradas de Saito, Ryuji, Sharp y Spike se clavaron con rabia en el pequeño que intentó escapar, pero viendo que era inútil, ya que Sharp le cortó el paso, se resignó a la paliza que le esperaba.

— ¡La próxima no vamos a ser tan generosos con las piñas!— le gritó Saito al niño que corría en dirección a la ya lejana ciudad.
— Disculpa por todo, a veces éste vago es muy impulsivo— dijo Ryuji mirando hacia su amigo.
— ¡Andá a cagar! Tampoco me insististe mucho en que no fuera— dijo el indignado chico.
—Bueno, bueno a todo esto ¿Cómo es tu nombre?— preguntó el pelirrojo aclarándose la garganta evitando así la afirmación de Saito.
—Satoshi Hiraga de pueblo New Bark— respondió mientras le extendía la mano para un saludo a ambos.

Satoshi era un chico de unos quince años, era más bajo que Saito ya que éste le llevaba una cabeza. Su pelo, un poco largo y de color castaño, estaba todo despeinado. Tenía una remera blanca y un par de bermudas. Su personalidad parecía ser normalmente apacible pero irritable con facilidad. Por último en su cuello tenía un colgante en forma de Gyarados.

—Yo soy Saito, el gay de acá es Ryuji, él es Sharp y éste es Spike— comentó señalando a cada uno.
Satoshi saludó a las criaturas con un apretón de manos, o en este caso de mano-garra, pero con cuidado de no cortarse con las afiladas uñas.
—Ese Sandslash es muy bueno, lo entrenaste bien
— ¿Viste? La planta no tubo oportunidad contra Spike, porque yo le enseñe todo lo que sabe— mintió el chico.
—La humildad de por medio…— comentó sarcásticamente Ryuji— No le des bola Satoshi, se lo “regalaron” ayer y tuvo suerte de que Spike ya sabía luchar bastante bien solo.
—Tirame un poquito abajo Ryuji…
— ¿Ustedes van para Ecruteack no?— preguntó Satoshi sabiendo la respuesta — ¿Les jode si los acompaño?
— ¿Tenés plata?— preguntó Saito.
—Si
— ¿Y comida?— preguntó Ryuji.
—También— respondió señalando la mochila.
—Bienvenido entonces— dijeron al unísono mientras le daban una palmada en la espalda.

Mientras caminaban por la calurosa ruta Saito interrogaba a Ryuji acerca del Dexter. Éste le explicó que al salir de la tienda de su padre, tomó varias cosas que pudieran serles útiles en un futuro. Como la bomba de humo que les había permitido salir victoriosos de aquella escaramuza con los maleantes, normalmente se usaba para escapar de Pokémon salvajes comentó, pero aquella vez pudieron darle otra utilidad. El Dexter era una versión muy antigua de lo que ahora era llamado pokedex, aunque algunos por nostalgia le seguían diciendo por este nombre. Explicó que el aparato estaba en blanco cuando lo tomó, solo era necesario registrar el nombre del dueño para activarlo, y aunque en un principio iba a ser un regalo, la situación se presentó y Ryuji pensó que era mejor entregársela.
Saito ojeó varios de los botones del dispositivo, pero al no entender demasiado le preguntó a su amigo la función de cada uno.
—Las flechas sirven para navegar en la interfase del Dexter— explicaba mientras veían en el menú que tenía varias opciones en las cuales podían destacarse “condición actual de tus Pokémon, Pokémon vistos, Pokémon que podes encontrar en la zona, Pokémon en la caja, estado del Dexter, consejos para novatos, la mejor manera de atrapar un Pokémon, comida Pokémon y sus beneficios, Fortalezas y debilidades, etc.”
—Con los botones blancos se puede establecer accesos directos para un más rápido acceso a los menús, el de color rojo sirve para aceptar las selecciones, el azul para rechazarlas o cancelarlas, el que tiene forma de circulo tiene la función de encenderlo, aunque la batería no se gasta rápido, si está en modo ahorro lo mejor es tenerla apagada para cualquier emergencia. Con respecto a los blancos, su objetivo originalmente era intercambiar los monstruos de bolsillo que formaban parte de la escuadra por otros contenidos en las cajas, pero el sistema nunca pudo lograr hacerlo funcionar correctamente, por esto ahora se usan las maquinas transportadoras de los centros.
Saito trataba de recordar la gran cantidad de información que Ryuji le contaba, pero con la poca memoria que tenía le era muy difícil.
El pelirrojo, tenía una base de datos en su cabeza de casi cualquier artefacto que tuviera relación con las criaturas compactas gracias a su padre, que esperando que éste heredara la tienda familiar, le instruía con lujo de detalles sobre esos objetos.
Satoshi escuchaba mudo la explicación tan detallada que daba el chico, estaba algo frustrado por haber perdido contra un sujeto que ni siquiera sabia como funcionaba un Dexter, pero como él tampoco sabia demasiado sobre aquel aparato escuchaba con atención cada palabra.
Después de una larga explicación de debilidades y fortalezas de parte de la voz robótica de Dexter, ya que Ryuji se había cansado de hablar, después de tratar de explicarle inútilmente a Saito, la noche hizo su aparición. Todos decidieron que era más seguro acampar y madrugar al día siguiente.
Sacaron las bolsas de dormir de sus mochilas y las desenrollaron en el frío suelo de aquel pequeño bosque en el que se encontraban, la ruta había terminado hacía ya varios Kilómetros y la única forma de llegar a Ecruteak sin perder demasiado tiempo era cruzando aquel laberinto verdoso.
Comenzaron a armar las carpas para evitar cualquier ataque de Beedrills posible, aunque sabían que aquella tela endeble en realidad no era protección contra los poderosos aguijones, las pequeñas viviendas les proporcionaban un lugar seguro donde guardar los comestibles y cosas de valor de los Rattatas que seguramente intentarían robarles.
Satoshi logró armar su iglú individual sin ningún problema, las clases de supervivencia que exigía la licencia oficial de entrenador lo habían preparado bien para vivir a la intemperie, en cambio Saito luchaba con el armazón de la carpa canadiense que al final Ryuji tuvo que enseñarle a armar.
Una vez que pudieron confeccionar el campamento prendieron una pequeña fogata con un mechero que Satoshi tenía guardado entre sus cosas.
Sentados al calor de la hoguera abrieron unas latas de arvejas y arroz frío para cenar, no tenían un gran sabor, pero con el poco dinero que tenían era lo único que se podían permitir, si querían poder mantenerse a flote por un tiempo.
— ¿Para qué van a Ecruteak ustedes?— preguntó Satoshi que jugaba con una rama que encendía con las llamas de la fogata.
—Vamos a ver a una amiga— contestó Saito mientras devoraba un poco de arroz — ¿y vos?
— ¿Qué no es obvio? Voy a retar al líder del Gimnasio y ganar una medalla para competir en la liga Pokémon. ¡Voy a ser el mejor!— dijo mientras alzaba sus puños y dirigía su mirada hacia el estrellado cielo— aunque todavía me falta algo de practica— reflexionó mientras se frotaba la mano en la nuca y recordaba la derrota por parte de Saito.
—Es un camino difícil, pero si seguís adelante seguro que lo lográs — lo animó Ryuji con una sonrisa.
—Dejá de decir pelotudeces Ryuji, ni siquiera me pudo ganar a mi y le decís que puede ganar la liga, dejate de joder— dijo Saito irritando a Satoshi.
—Menos tacto tenés Saito…—. El joven no respondió, ya que su boca estaba llena de arroz que bajaba con una botella de agua.
—Igual tuviste suerte trolo, mis otros Pokémon estaban debilitados porque tuve que luchar con otros entrenadores. La historia hubiera sido diferente si hubiera tenido a Crock. — exclamó efusivamente.
—No sé, no sé. Vos perdiste, yo gané fin de la historia.
— ¿Cómo haces para viajar con él?— preguntó Satoshi.
—Después de un tiempo te acostumbrás— suspiró el pelirrojo. – ¿Hace cuánto entrenas Pokémon?— preguntó.
—Hace unos meses nada más, ya tengo tres medallas mirá—. Satoshi sacó un pequeño estuche plateado de su bolsillo, al abrirlo mostró los magníficos distintivos de los lideres de las ciudades que había visitado— igual, no fue fácil, perdí muchas veces antes de poder tener cada una— agregó.
Saito interesado en el tema de las medallas quiso preguntarle a Satoshi cual era la forma de conseguir la licencia de entrenador, pero no pudo, se sentía egoísta al pensar en eso sabiendo la situación en la que se encontraba.
Después de un tiempo cada uno entró en sus respectivas carpas para pasar la noche, no sin antes apagar el fuego con un poco de arena.
Saito durmió poco esa noche. Soñó con Reiko encerrada en una habitación, golpeando la puerta de la celda y pidiendo a gritos que la sacaran de ese lugar, sin obtener ninguna respuesta. No podía evitar preguntarse si esa era la verdadera situación de su hermana. Los iba a asesinar, no importaba si suplicasen o se revolcaran de dolor, ninguno iba a escapar de su destino, estos fueron los últimos pensamientos de Saito antes de caer profundamente dormido.

A la mañana siguiente Saito y Satoshi se levantaron sin muchas ganas para ver a un Ryuji que ordenaba a una lagartija roja que lanzara diferentes formas de fuego. Los adormilados jóvenes contemplaban como el Charmeleon podía controlar las llamas que exhalaba a su voluntad, un gran chorro de flamas eran disparadas hacía el aire y éstas caían formando una perfecta espiral, era muy divertido ver aquel espectáculo.
— ¿A qué hora te levantaste Ryuji?— preguntó Saito mientras se limpiaba la baba del sueño con la mano.
— Hace un rato nada más, quería practicar un poco con Flame antes de seguir— comentó él pelirrojo.
— ¿Y, que onda?
— Nada, es un buen Pokémon, aunque todavía no confía mucho.
— Char, char— afirmó la criatura bajando la cabeza.
— ¿Y Sharp?— preguntó Saito.
— Está durmiendo en la rama de ese árbol— dijo señalando con un dedo.
— Bueno, no sé ustedes pero yo me voy a lavar los dientes— interrumpió Satoshi que se dirigió en dirección al iglú para buscar el cepillo.
— Saito, te quiero pedir un favor— preguntó, él joven asintió mientras soltaba un bostezo — desde que Sharp usó viento hielo la otra vez, me quedó la duda ¿Qué nivel será?, ese ataque se aprende con mucha experiencia.
— Nunca me lo pregunté, pero con el Dexter se puede averiguar ¿no?— contestó dudoso.
— Exactamente, solo apuntale y te tiene que decir.
Saito sacó el pequeño aparato de su bolsillo y apuntó en dirección a la rama en donde descansaba Sharp, el Dexter habló como siempre:

No tengo datos, no todos los Pokémon han sido identificados.

Ambos se miraron perplejos, ya que el Dexter, aunque era viejo estaba actualizado.
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Última edición por ASHLEY el Viernes 2 Febrero 2018 8:13 pm, editado 1 vez en total.
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Re: Cuchillas de Amistad

Mensaje por Danot Okino »

Bueno, leído ya o.o

Pues bien, en esta nueva entrega de la saga más exitosa de estos lares (?), pudimos apreciar a Saito y Ryuji seguir su camino hacia Ecruteak, topándose con una desigual lucha entre un Bayleef y un Pikachu, en lo que Sharp y el rubio intervinieron cuando el primero comenzó a masacrar al segundo a pesar de las súplicas del perdedor; ello llevó a que Saito usara a Spike, y a pesar de su prácticamente nula experiencia, ganara, para luego enterarse que el verdadero culpable de todo era el niño del Pikachu, al que todos se aprestaron a apalizar owoU Tras aquel ajusticiamiento, Satoshi se unió al par en su camino al norte, tras lo cual el pelirrojo los aleccionó sobre el uso de Dexter, y al caer la noche, se dispusieron a acampar y conocerse mejor [S](no en el sentido en que Vile querría :juju)[/S], para después irse a dormir por su lado (con Saito y sus temores quedando manifiestos en cuanto al destino de su hermana); con ese descanso, finalmente empezaron los preparativos para marcharse, pero como colofón quedó la duda de por qué Dexter no tiene los datos de Sharp... así que quizá hay algo oculto en aquel Sneasel =O

A nivel técnico, la narración fue sencilla y llevadera como ya es costumbre, con buenas descripciones y un ritmo bastante adecuado para las situaciones mostradas en la historia; la caracterización de personajes se mantiene muy en su estilo "urbano", con diálogos y actitudes coherentes a lo largo de la historia, además de una redacción que refuerza esa impresión en el lector; sin embargo, el punto negro sigue siendo la ortografía, pero bueno, para eso está lo del spoiler xD

[SPOILER]
ASHLEY escribió:Se podían escuchar los gritos del ratón mientras su pequeño cuerpo era azotado, hasta que quedó completamente inconciente.

inconsciente o.o

ASHLEY escribió:Bayleef miró preocupadamente sobre su hombro al chico que tenia detrás, buscando la aprobación para terminar el ataque, pero su entrenador no dio señal alguna y Bayleef soltando una última mirada afligida continúo maltratando al ratón.

tenía :3
Ya todos quisiéramos que ese fuera el Pikachu de Ash :AS

ASHLEY escribió:—Lo siento, pero hasta que no aprendas…—. Sharp saltó de los hombros de Saito y cortó ambas lianas del dinosaurio en un abrir y cerrar de ojos, interrumpiendo así las frase del chico.

la o.o
Qué dolor xD

ASHLEY escribió:— ¡¿De quién mierda es ésta comadreja?!— gritó el chico mirando a la multitud que lo rodeaba.
Ryuji tomó el hombro de su amigo antes de que saliera a mostrar su gran orgullo.
— Entiendo como te sentís, pero no podemos perder tiempo en estas cosas, además tenés un brazo menos— le dijo seriamente.

esta, cómo :3U

ASHLEY escribió:—A mi no me vas a venir a chantajea pendejo del orto— exclamó mientras su mirada se dirigía hacia el maltrecho Pikachu recordando así porque discutía en primer lugar –pibe, ¿cuánto vas a tardar en llevarte a la rata esa? Mirá que si no te llevas se te muere.

mí, chantajear, por qué o.oU
Jajaja, y lo dice tan tranquilo xD

ASHLEY escribió:— ¡Saito, dale un orden a Spike sino, se ve a quedar parado sin hacer nada!— gritó Ryuji de entre la multitud. —Éste boludo no debe ni saber que ataques tiene un Sandslash— pensó e inmediatamente buscó dentro de su mochila un pequeño aparato rojo y rectangular no más grande que una pequeña agenda, y se la arrojó a su amigo.

si no, Este, qué :3U

ASHLEY escribió:El cuerpo de Bayleef salió disparado de dentro del hoyo como sí fuese agua de un Géiser, para caer solo a algunos metros de su entrenador.

géiser, con minúscula o.o

ASHLEY escribió:Sin decir nada el chico guardo la pokebola y comenzó a correr en dirección a Saito, él cual sacó su navaja de bolsillo en un instante.
...
Cada golpe era evadido, ya fuese con un pequeño salto hacia un lado o agachándose levemente, Saito esquivaba con la gracia que solo el conocía por la gran cantidad de peleas callejeras que había tenido en el pasado.

guardó, el, él :3U

ASHLEY escribió:—Todo es culpa tuya— murmuró el rubio desde el suelo – ¿Qué mierda te hice para merecer ésta paliza?— dijo reflexivamente.

esta o.o

ASHLEY escribió:—Yo estaba a un lado del camino entrenando con Solf. Practicábamos un ataque nuevo que todavía no dominaba bien, y entonces el pibe éste se acercó y me dijo que era el Bayleef más asqueroso y de mierda que había visto, no le di bola y seguí con lo que estaba haciendo, pero el pendejo basura ¡Lo garcéo! ¡¿Cómo voy a quedarme de brazos cruzados cuando un pendejito de mierda escupe a Solf?! No lo podía dejar así, entonces lo rete a un duelo y el pibe me dijo que me iba a enseñar lo que es un entrenador de verdad. Le estaba ganando, pero después viniste vos y cagaste todo. —

este, garceó, reté :3
Uh, se viene otra paliza owo...

ASHLEY escribió:Al decir esto las miradas de Saito, Ryuji, Sharp y Spike se clavaron con rabia en el pequeño que intentó escapar, pero viendo que era inútil, ya que Sharp le cortó el paso, se resignó a la paliza que le esperaba.

Jajajaja, creo que ésta es la mejor parte del episodio hasta ahora xD

ASHLEY escribió:— Disculpa por todo, a veces éste vago es muy impulsivo— dijo Ryuji mirando hacia su amigo.

este o.o

ASHLEY escribió:— ¿Viste? La planta no tubo oportunidad contra Spike, porque yo le enseñe todo lo que sabe— mintió el chico.

tuvo, enseñé :3U

ASHLEY escribió:estaba algo frustrado por haber perdido contra un sujeto que ni siquiera sabia como funcionaba un Dexter,

cómo o.o

ASHLEY escribió:la ruta había terminado hacía ya varios Kilómetros y la única forma de llegar a Ecruteak sin perder demasiado tiempo era cruzando aquel laberinto verdoso.

kilómetros, con minúscula :3

ASHLEY escribió:— ¿Qué no es obvio? Voy a retar al líder del Gimnasio y ganar una medalla para competir en la liga Pokémon. ¡Voy a ser el mejor!— dijo mientras alzaba sus puños y dirigía su mirada hacia el estrellado cielo— aunque todavía me falta algo de practica— reflexionó mientras se frotaba la mano en la nuca y recordaba la derrota por parte de Saito.

Que o.o
Ahí va otro ingenuo más con el mismo sueño (?)

ASHLEY escribió:—Dejá de decir pelotudeces Ryuji, ni siquiera me pudo ganar a mi y le decís que puede ganar la liga, dejate de joder— dijo Saito irritando a Satoshi.

:3

ASHLEY escribió:—Igual tuviste suerte trolo, mis otros Pokémon estaban debilitados porque tuve que luchar con otros entrenadores. La historia hubiera sido diferente si hubiera tenido a Crock. — exclamó efusivamente.

habría o.o

ASHLEY escribió:Saito interesado en el tema de las medallas quiso preguntarle a Satoshi cual era la forma de conseguir la licencia de entrenador,

cuál :3

ASHLEY escribió:Después de un tiempo cada uno entró en sus respectivas carpas para pasar la noche, no sin antes apagar el fuego con un poco de arena.

su respectiva carpa o.o

ASHLEY escribió:Los adormilados jóvenes contemplaban como el Charmeleon podía controlar las llamas que exhalaba a su voluntad, un gran chorro de flamas eran disparadas hacía el aire y éstas caían formando una perfecta espiral, era muy divertido ver aquel espectáculo.

cómo, hacia :3U

ASHLEY escribió:— ¿Y, que onda?

qué o.o

— Saito, te quiero pedir un favor— preguntó, él joven asintió mientras soltaba un bostezo — desde que Sharp usó viento hielo la otra vez, me quedó la duda ¿Qué nivel será?, ese ataque se aprende con mucha experiencia.

ASHLEY escribió:No tengo datos, no todos los Pokémon han sido identificados.

Ambos se miraron perplejos, ya que el Dexter, aunque era viejo estaba actualizado.

Este fue un final genial, buen cliffhanger =P[/SPOILER]

En fin, esto es todo por ahora; nos vemos en el siguiente post =D
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Re: Cuchillas de Amistad

Mensaje por ASHLEY »

Siempre es bueno leer una buena critica te agradezco como siempre Danot. No tengo mucho mas que decir, nos vemos en el proximo cap.
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Estas aburrida/o y ya te cansaste de leer las mismas boludeces de siempre, bueno una mas no te va a hacer daño.
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Re: Cuchillas de Amistad

Mensaje por ASHLEY »

Bueno paso algo de tiempo, pero aca esta el capitulo 5. Estaría bueno un coment nuevo de vez en cuando porque parece que el unico q lo lee es Danot XD. Espero que lo disfruten. Gracias por leer.

Capítulo 5: Spider Web

Los tres jóvenes se encontraban encimados tratando de observar la pantalla del aparato que sostenía Saito en su mano derecha, un signo de interrogación ilustraba el desgastado vidrio.
—Les pasa por usar esa cosa vieja y no la nueva versión— alardeó Satoshi mientras hurgaba en su bolsillo dejando ver un dispositivo que tenia cierta similitud con el Dexter. La tapa que protegía los botones y la pantalla se abría por lo largo y no a lo ancho como lo hacía su antecesor, esto causaba que la cubierta girara sobre un eje y quedara detrás del aparato mostrando una mejor comodidad, pero con el problema de tener que sostenerlo con ambas manos para no obstruir la pantalla, notablemente más grande, con los dedos.
Cuando Satoshi apuntó en dirección al Pokémon que se encontraba durmiendo en aquella rama el dispositivo comenzó a hablar como era la costumbre, con una voz menos robótica y ligeramente diferente a la máquina de Saito.
—No hay datos, no todas los Pokémons han sido identificados— informó la pokedex mientras un signo de interrogación en tres dimensiones giraba sobre si mismo.
Volvió a intentar varias veces escanear a Sharp, pero todos los intentos fueron inútiles, siempre obtenía la misma repuesta.
— ¿Decías algo sobre que Dexter era viejo?— dijo Saito con una sonrisa provocando que Satoshi se sonrojara.
—Bueno, por lo menos la mía tiene una mejor animación, mirá como gira el signo… — dijo tratando de cubrir su error.
—De enserio esta bien hecho, Ryuji mira como gi…— exclamó, pero su amigo no lo escuchaba. Los ojos entrecerrados y la mano en su barbilla denotaban el trabajo mental que realizaba el pelirrojo.
—No te preocupes tanto Ryuji, ya vamos a saber de que se trata— explicó tratando de apaciguar las dudas de su amigo.
—No puedo evitarlo, en todos los años que trabaje con mi viejo nunca me había pasado que no reconociera un Pokémon que con certeza esta en la base de datos. Además, tanto Dexter como la pokedex comparten el mismo modo de escaneo.
— ¿Mismo modo de escaneo?— preguntó Satoshi perplejo.
— Sí, es algo complicado, pero si querés trato de simplificarlo.
— Dale
—Cualquier pokedex o Dexter esta equipado con un sensor de movimiento muy avanzado, como sabrán, este tipo de sensores detectan el movimiento o el calor de los cuerpos que se exponen ante el láser y si hay una leve variación en la posición del cuerpo este lo escanea comparando peso, altura, edad, etc. con una base de datos predefinida, después de hacer las comparaciones adecuadas da su veredicto.
—Pero si solamente tiene que detectarlo el láser, Dexter o la pokedex tendrían que poder analizar a Sharp sin problemas— dedujó Saito.
—Si y no, los censores de movimiento tienen varia fallas: si en el camino el láser es obstruido por un objeto demasiado grande o si hay demasiados movimientos de otras cosas el censor se confunde y no puede realizar una lectura clara, para solucionar esto se le incluyó a los aparatos un escáner de esencia.
— ¿Algo así como un detector de olor?- preguntó Satoshi.
— No— contestó sonriendo— cada Pokémon tiene una esencia que los diferencia de sus congéneres que varía en tamaño y color según la especie, podría decirse que es más bien como un “aura” que despiden y que puede ser vista por este censor y, aunque no este en movimiento el Pokémon o la visión se encuentre obstruida esta puede ser vista. De esta manera la pokedex puede diferenciar entre lo que es un Pokémon y lo que no, ya que esta “aura” solo es poseída por los monstruos de bolsillo.
Este es el principal parámetro que toma en cuenta y si no puede detectar la esencia del Pokémon el resultado es la respuesta de “no se encuentra en la base de datos”.
—En pocas palabras, Sharp es una cosa rara— dedujo Saito.
—Básicamente.
—Genial.
—Siento que me estoy perdiendo de algo— dijo Satoshi.
—No te preocupes con el tiempo te vas a enterar— contestó Saito.

La mañana transcurrió sin contratiempos, cada uno levantó su carpa y la guardó en unas pequeñas bolsas. Saito como de costumbre no pudo con el trabajo por lo tanto, Ryuji tuvo que hacerlo por él, pero no antes de guardar a Flame en su esfera. Una vez levantado aquel campamento retomaron la marcha.
Se encontraban caminando por un hermoso prado recubierto de un césped rebosante de vida, algunas flores crecían en pequeñas colinas que bailaban con el soplar del viento. El ambiente lograba poner a todos de muy buen humor, tanto era así que Saito escuchaba atentamente como Satoshi le repetía por décima vez como había logrado vencer a Whitney, entendió algo acerca de detener un giro con barro, pero dejo de prestar atención momentos después
— ¿Se siente bien no?— preguntó Ryuji.
—Si, es como si nada importara, como si no sé… solo lo disfruto—contestó Saito.
—Viste esas flores rojas con pétalos abultados que hay allá— dijo señalando hacia donde se encontraba la extraña planta.
—Si ¿qué tiene?
—Son Vileplum, un tipo de Pokémon hierba, despiden un aroma que afecta el humor de la gente, te hace sentir ¿Cómo podría decirlo? Feliz a la fuerza.
Me acuerdo que había un tiempo que a mi viejo le llegaba aroma de Vileplume en frascos, es como una especie de droga y la compraban muchos chicos, igualmente ahora no son muchos así que no hay de que preocuparse.
— ¿Preocuparse?— preguntó Satoshi.
—Crea adicción

Varios días pasaron.
Una bruma espesa había hecho su aparición hacía unos pocos días, esta invadía la entrada al parque nacional de tal manera que apenas podían verse algunos metros frente a ellos, era un blanco fantasma que envolvía a los árboles con un aura de misticismo.
Satoshi se encontraba temeroso de entrar a aquel bosque, algo le decía que no era seguro, pero Saito con un empujón le hizo adentrarse en la arboleda tratándolo de miedoso, mientras Ryuji y Sharp los seguían. Los tres jóvenes y el Pokémon caminaban a través de los árboles cuidando donde pisaban, ya que no podían observar lo que se encontraba por debajo de sus cinturas así como la silueta de Sharp que estaba casi oculta y solo podían distinguirse las plumas de su cabeza porque la niebla lo ocultaba casi por completo.
Mientras más se adentraban en aquel laberinto menos visibilidad obtenían y mas blanco se volvía el paisaje, pero no era por la niebla, las plantas y árboles se encontraban recubiertos por una sustancia blanquecina como si tuvieran un cobertor para polvo que los protegía. Saito se acercó a una pequeña flor para hacer una inspección más de cerca, cuando trato de quitar aquella sustancia de la planta la fuerza hizo que el cobertor blanco se rompiera quedándole un pequeño trozo en su mano. Saito la movió entre sus dedos y notó que era pegajosa y parecido a los algodones de azúcar que acostumbraba comprar. Era algo raro, se volteo hacia Ryuji y le mostró su hallazgo esperando que este supiese de que se trataba, pero este se encogió de brazos.
Sharp se encontraba alterado, giraba su cabeza de un lado a otro esperando ver algo que nunca aparecía, Saito sabia que algo raro le ocurría y entonces lo notó.
— ¿Escuchan eso?— preguntó.
El pelirrojo y el chico inclinaron la cabeza tratando de oír algún sonido extraño, pero nada.
—Yo no escuchó nada— dijo Ryuji.
—Yo tampoco— articuló Satoshi
—Exacto— ambos lo miraron con intriga por lo que el chico paso a explicarse— esto es un bosque inmenso, pero no se puede escuchar nada ni un pájaro ni tampoco un ruido de algún arbusto, no se puede escuchar nada, es muy raro.
—Es cierto, pero tampoco es imposible, quizá en este sector no hayan muchos Pokémon y por eso el silencio.- dijo Ryuji
—Capaz están durmiendo es muy tarde ya…
—Puede ser pero…— dudó, las explicaciones de sus amigos no lo calmaban – Mejor sigamos, no me gusta este lugar de mierda.
Ambos asintieron y continuaron caminando.
Un tiempo después pudieron escuchar algo arrastrarse entre los árboles seguido por un siseo. Saito y Sharp se pusieron en guardia, pero el sonido se alejó hasta hacerse inaudible.
—Ahí tenes tu sonido— alegó Satoshi, pero fue ignorado.
A lo lejos pudieron divisar una soga blanca inerte que colgaba de manera vertical, no podía verse de donde provenía ya que la niebla se los impedía. Todos se acercaron para ver de qué se trataba, la soga era del mismo material que cubría aquella flor que había visto Saito hacia solo unas horas.
—Capaz si subimos por esto a este árbol podamos ver adonde esta la salida— dijo Satoshi mientras se aferraba a la cuerda.
Era pegajosa lo que lo alteró e intentó soltarla, pero estaba pegado a ella, entonces intentó safarse aferrandose con la otra mano y tirando con la que estaba pegada en un principio lo que fue un error ya que ahora ambas manos se encontraban adheridas a la soga. Entonces sintió sus pies despegarse del suelo ¡la cuerda lo estaba tirando hacia arriba!
Sus compañeros lo veían ascender rápidamente: tres, cuatro, cinco metros había subido cuando Saito sacó su arma y sin dudarlo la arrojó hacia la soga tratando de cortarla para salvar a su amigo. La navaja voló como una bala y la rozó causando un pequeño corte, pero no lo suficiente para cortarla. Frustrado, ordenó a Sharp cortar la soga, que seguía elevándose con el chico a cuestas, la comadreja trepó el árbol clavando sus garras en el tronco. Sacaba una y la hundía unos centímetros mas arriba luego lo hacia con la otra y así escalo a una velocidad asombrosa hasta perderse en la niebla junto a Satoshi.
Ruidos de golpes provenían de las alturas, ruidos que Saito conocía bien, eran las garras de Sharp chocando contra algo o alguien. Parecía una batalla feroz, normalmente la comadreja acababa con sus oponentes con uno o dos golpes, pero esta vez era diferente tardaba mas tiempo del esperado.
Satoshi escuchaba como una batalla se desarrollaba a sus espaldas, no podía voltearse porque estaba suspendido en el aire, de pronto sintió como la cuerda que lo sujetaba se cortaba y caía hacia el suelo en picada.
Mientras descendía las ramas lo amortiguaban golpeándolo fuertemente en la espalda lo que le ocasionaba un intenso dolor que recorría toda su espina hasta la nuca, otras le ocasionaban varios cortes en las extremidades, después de caer varios metros finalmente una gran rama pudo detenerlo por completo poco antes de llegar al suelo, esta lo golpeó fuertemente en el estomago quedando éste colgado de ella en forma de U.
Sharp descendió con gracia corriendo sobre el tronco del árbol desafiando las leyes de la gravedad y aterrizando de pie haciendo una pose de victoria, le gustaba lucirse.
Ryuji ayudó a su amigo que colgaba de aquel árbol y no podía levantarse, lo bajó con cuidado y lo recostó en la base del árbol. De su boca corría un hilo de sangre que se perdía en la barbilla, parecía estar herido.
— ¿Estás bien?— preguntó Ryuji.
—No, creo que me rompí algo.
—Bienvenido al club— dijo Saito mientras levantaba su brazo enyesado.
— ¿Qué fue eso?— preguntó Satoshi mientras se enjuagaba la boca con un poco de agua de una botella que el pelirrojo le había dado.
—Obviamente una trampa— contestó Saito— la pregunta es ¿de quién?
Una pequeña rama cayo de aquel árbol a unos centímetros de donde descansaba Satoshi, Ryuji la tomó, era de color amarillento, unas pequeñas franjas negras como las de un tigre la recorrían y un liquido violeta se derramó en el césped cuando la dio vuelta para examinarla mejor, parecía hueca.
—Esto no es una rama, es una pata— afirmó —algo te estaba tirando hacia arriba, tuvimos suerte esta vez.
—Ni se te ocurra volver a tocar esas cosas— le reprochó Saito.
—No tengo la intención de hacerlo quédate tranquilo— suspiró.
Después de unos cuantos primeros auxilios de parte de Ryuji, notaron que Satoshi tenía unas cuantas costillas rotas y no podía caminar por lo que tuvieron que llevarlo a cuestas.

Habían pasado varias horas de caminata y a Saito le temblaban las piernas, el peso de Ryuji le estaba ganando. A lo lejos pudieron ver como un poco de luz salía detrás de los árboles.
— ¡Una salida!— exclamó Saito.
La entrada estaba bloqueada con aquellas sogas.
Desde la experiencia anterior habían estado esquivando aquellas cuerdas blancas tan problemáticas que a medida que se adentraban en aquel anormal bosque blanco aumentaban en cantidad, pero esta vez eran demasiadas para esquivarlas si querían llegar a aquella salida, así que Saito liberó a Spike de su prisión esférica y junto con Sharp comenzaron a cortarlas para abrirse paso.
Grande fue su sorpresa cuando al llegar a la luz se trataba solamente de un gran claro en el bosque. Una tarima de unos veinte metros de largo y seis de alto se erigía en el extremo norte de aquel, se encontraba cubierta de la misma sustancia que pintaba de blanco los árboles, enfrente de ella había varios troncos uno detrás del otro tirados en el piso mirando la tarima de manera horizontal.
—Parece… un escenario— dedujo Ryuji.
— ¿Un escenario? ¿Para qué mierda va a haber un escenario en el medio del bosque?
—Ni idea, es lo que me pareció.
Satoshi se encontraba dormido suspendido en el aire y con los brazos rodeando el cuello de sus amigos, estaba muy adolorido por la caída por lo que Ryuji le dio unos calmantes.
— ¿Cuánto va a estar así?— preguntó Saito.
—Unas horas más, le dolía mucho así que le di una dosis fuerte.
—Sabes de todo un poco vos— Ryuji lo miró intrigado.
—Pokémons, medicina, campamentos me siento medio inútil— dijo tristemente.
—No tenes porque sentirte así, cada uno cumple una parte importante en el grupo y que vos no sepas lo mismo que se yo no te hace mas inútil, hay cosas que yo no sé y vos si, nos complementamos .Como por ejemplo: yo nunca me hubiera imaginado que aquella cuerda era una trampa, pero vos te diste cuenta al toque, podríamos haber caído otra vez en una, pero gracias a vos no fue así.
—Que hijo de puta que sos, siempre sabes como hacerme sentir bien— dijo mientras le daba un pequeño golpe amistoso en la cabeza.
—Tengo mis momentos— sonrió Ryuji— descansemos un tiempo estoy cansado de cargarlo— dijo moviendo un hombro en un intento de señalar a Satoshi.
Limpiaron una parte de un tronco para poner un mantelito y comieron el arroz barato al que ya estaban acostumbrados.
Satoshi roncaba como un Snorlax.
Mientras comían escucharon un siseo en los árboles al que no prestaron atención, minutos después volvió a repetirse más fuerte y esta vez vieron varias sombras salir de entre los árboles.
Tenían varias patas muy delgadas que movían con rapidez, estas eran amarillentas y unas rayas negras las decoraban, sus cuerpos estaban armados por dos partes: la de adelante tenía la cabeza de aquel insecto con dos colmillos que chorreaban un líquido violeta y la de atrás era una especie de tubérculo hinchado.
—Arañas— susurró Saito.
Entonces notaron que alrededor de la tarima había varios capullos grandes que la rodeaban.
—Y estamos en su nido— exclamó Ryuji.
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Última edición por ASHLEY el Viernes 2 Febrero 2018 8:18 pm, editado 2 veces en total.
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Re: Cuchillas de Amistad

Mensaje por Danot Okino »

Bueno, leído ya o.o

Pues bien, primero que nada, disculpas por el retraso de mi parte, realmente estos días no he estado muy bien de salud y difícilmente podía quedarme mucho rato por acá, pero bueno, vamos a comentar =D. Siguiendo con el misterio de Sharp, ninguna de las Pokédex fue capaz de identificarlo, a pesar de que Ryuji sabe que dicho Pokémon está en la base de datos, por lo que quizá carece de la esencia mencionada o lo que haya hecho la organización del mal con él prácticamente lo convierte en otra especie owoU; sin cuestionarse más aquello, siguieron su viaje hasta llegar al Parque Nacional, el que extrañamente estaba cubierto de una misteriosa niebla blanca y se encontraba mayormente deshabitado, lo cual extrañó mucho a Saito, y mucho más cuando encontraron una sospechosa cuerda blanca hecha del mismo material pegajoso que parecía cubrir todo ese lugar, la que estuvo a punto de llevar a Satoshi a su perdición, de no haber sido por la intervención de Sharp; llevando a cuestas al herido, los dos amigos tuvieron una breve pero relevante conversación sobre sus roles en el equipo y que así se complementaban muy bien, para luego llegar esforzadamente a un claro... que resultó ser el nido de los Ariados que dominan ese lugar owoU...

A nivel técnico, quizá los elementos más relevantes de este episodio fueron el aún pendiente misterio de Sharp y las dosis de caracterización que hemos visto, definiendo a Saito como el especialista en sobrevivencia (de trampas, al menos xD), a Ryuji como el cerebro del grupo (doctor, el que tiene idea de cómo funcionan las cosas, etc) y a Satoshi como... bueno, aún tiene que dejar de recibir tantos golpes xD; en particular, el diálogo entre los chicos de Goldenrod me gustó, porque dejó claro que cada quien contribuye a su manera y demuestra que ambos son humanos, con sus propias dudas y méritos o.O En cuanto a lo demás, la narración sigue siendo muy agradable e invita a la lectura, mientras que la redacción se mantiene simple pero efectiva, por momentos combinándose notablemente con las descripciones para armar una atmósfera envolvente para la historia; y bueno, los fallos, mayormente de tildación (además de uno de nombre de Pokémon) y aún notorios en cuanto a número, pero menos que al principio =)

[SPOILER]
ASHLEY escribió:—No hay datos, no todas los Pokémons han sido identificados— informó la pokedex mientras un signo de interrogación en tres dimensiones giraba sobre si mismo.

o.o

ASHLEY escribió:—Bueno, por lo menos la mía tiene una mejor animación, mirá como gira el signo… — dijo tratando de cubrir su error.
—De enserio esta bien hecho, Ryuji mira como gi…— exclamó, pero su amigo no lo escuchaba. Los ojos entrecerrados y la mano en su barbilla denotaban el trabajo mental que realizaba el pelirrojo.
—No te preocupes tanto Ryuji, ya vamos a saber de que se trata— explicó tratando de apaciguar las dudas de su amigo.
—No puedo evitarlo, en todos los años que trabaje que trabaje con mi viejo nunca me había pasado que no reconociera un Pokémon que con certeza esta en la base de datos. Además, tanto Dexter como la pokedex comparten el mismo modo de escaneo.

cómo, en serio está, cómo, qué, "que trabajé", está :3
Pues esto es todo un misterio, a ver cuándo tendremos más pistas =O

ASHLEY escribió:—Pero si solamente tiene que detectarlo el láser, Dexter o la pokedex tendrían que poder analizar a Sharp sin problemas— dedujó Saito.
Si y no, los censores de movimiento tienen varia fallas:

dedujo, Sí, varias o.o

ASHLEY escribió:Este es el principal parámetro que toma en cuenta y si no puede detectar la esencia del Pokémon el resultado es la respuesta de “no se encuentra en la base de datos”.
—En pocas palabras, Sharp es una cosa rara— dedujo Saito.

Pobre Sharp xD

ASHLEY escribió:tanto era así que Saito escuchaba atentamente como Satoshi le repetía por décima vez como había logrado vencer a Whitney, entendió algo acerca de detener un giro con barro, pero dejo de prestar atención momentos después

cómo, cómo, dejó :3

ASHLEY escribió:Si, es como si nada importara, como si no sé… solo lo disfruto—contestó Saito.

o.o

ASHLEY escribió:Si ¿qué tiene?
—Son Vileplum, un tipo de Pokémon hierba, despiden un aroma que afecta el humor de la gente, te hace sentir ¿Cómo podría decirlo? Feliz a la fuerza.

Sí, Vileplume (Ginji te va a matar xD), "sentir, ¿cómo" :3

ASHLEY escribió:cuando trato de quitar aquella sustancia de la planta la fuerza hizo que el cobertor blanco se rompiera quedándole un pequeño trozo en su mano. Saito la movió entre sus dedos y notó que era pegajosa y parecido a los algodones de azúcar que acostumbraba comprar. Era algo raro, se volteo hacia Ryuji y le mostró su hallazgo esperando que este supiese de que se trataba, pero este se encogió de brazos.

trató, volteó, qué o.o

ASHLEY escribió:—Ahí tenes tu sonido— alegó Satoshi, pero fue ignorado.

tenés :3

ASHLEY escribió:A lo lejos pudieron divisar una soga blanca inerte que colgaba de manera vertical, no podía verse de donde provenía ya que la niebla se los impedía. Todos se acercaron para ver de qué se trataba, la soga era del mismo material que cubría aquella flor que había visto Saito hacia solo unas horas.

dónde, hacía o.o

ASHLEY escribió:—Capaz si subimos por esto a este árbol podamos ver adonde esta la salida— dijo Satoshi mientras se aferraba a la cuerda.

adónde está :3

ASHLEY escribió:Era pegajosa lo que lo alteró e intentó soltarla, pero estaba pegado a ella, entonces intentó safarse aferrandose con la otra mano

zafarse aferrándose o.o

ASHLEY escribió:Sacaba una y la hundía unos centímetros mas arriba luego lo hacia con la otra y así escalo a una velocidad asombrosa hasta perderse en la niebla junto a Satoshi.

más, hacía, escaló :3

ASHLEY escribió:pero esta vez era diferente tardaba mas tiempo del esperado.

más o.o

ASHLEY escribió:Satoshi escuchaba como una batalla se desarrollaba a sus espaldas, no podía voltearse porque estaba suspendido en el aire, de pronto sintió como la cuerda que lo sujetaba se cortaba y caía hacia el suelo en picada.

cómo, cómo :3

ASHLEY escribió:esta lo golpeó fuertemente en el estomago quedando éste colgado de ella en forma de U.

estómago o.o

ASHLEY escribió:Habían pasado varias horas de caminata y a Saito le temblaban las piernas, el peso de Ryuji le estaba ganando. A lo lejos pudieron ver como un poco de luz salía detrás de los árboles.

Creo que debería ser "el peso de Satoshi", cómo :3

ASHLEY escribió:—No tenes porque sentirte así, cada uno cumple una parte importante en el grupo y que vos no sepas lo mismo que se yo no te hace mas inútil, hay cosas que yo no sé y vos si, nos complementamos .Como por ejemplo: yo nunca me hubiera imaginado que aquella cuerda era una trampa, pero vos te diste cuenta al toque, podríamos haber caído otra vez en una, pero gracias a vos no fue así.
Que hijo de puta que sos, siempre sabes como hacerme sentir bien— dijo mientras le daba un pequeño golpe amistoso en la cabeza.

tenés por qué, sé, más, sí, Qué, cómo o.o

ASHLEY escribió:Tenían varias patas muy delgadas que movían con rapidez, estas eran amarillentas y unas rayas negras las decoraban, sus cuerpos estaban armados por dos partes: la de adelante tenía la cabeza de aquel insecto con dos colmillos que chorreaban un líquido violeta y la de atrás era una especie de tubérculo hinchado.
—Arañas— susurró Saito.
Entonces notaron que alrededor de la tarima había varios capullos grandes que la rodeaban.
—Y estamos en su nido— exclamó Ryuji.

Parece que estos chicos llegaron a tiempo para la cena... de los Ariados .w.U[/SPOILER]

En fin, esto es todo por ahora; nos vemos en el siguiente post =D
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Re: Cuchillas de Amistad

Mensaje por Emegecien »

YA lo leí, y nada que decir, realmente me gusto
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Re: Cuchillas de Amistad

Mensaje por ASHLEY »

Me alegra que te haya gustado. Espero verte por aca en el proximo post.
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Re: Cuchillas de Amistad

Mensaje por ASHLEY »

No crean que esto esta olvidado. Tuve un bloqueo mental muy grnade y me emocione haciendo un par de papercraft. Hoy cap 6, pero mas a la noche y me comprometo a hacer uno por semana sin mas q decir nos vemos.

CAPÍTULO 6: Caos en el claro

Los Ariados se acercaban poco a poco y las siluetas podían distinguirse claramente gracias a la escasa luz que escurría a través de los arboles de aquel claro dejando ver la piel escarlata y las extremidades recubiertas de un extraño diseño a rayas. Las diminutas patas producían un pequeño susurro con cada movimiento, un sonido que podría erizar la piel de cualquier persona.
Mientras los jóvenes trataban de fraguar un plan de escape, la distancia que los separaba de los arácnidos se reducía. Las ideas eran muchas, pero muy pocas terminaban con un final feliz para el inconsciente Satoshi.
La mente de Saito armaba el escenario de combate como estaba acostumbrado.
Cuando estaba en la secundaria le gustaba medir su fuerza con los matones de su escuela e incluso de otras de la ciudad. Ya demasiadas veces se había encontrado superado en número, pero eso nunca lo había hecho huir de una pelea, sino que, le provocaba mayor satisfacción luchar en desventaja. Con la ayuda de Sharp y Spike podría derribar a varios de los Ariados y mientras no los rodeasen no había razón para evadir la lucha. “¡Uno a uno puedo ganarles sin ningún problema!” pensaba.
Ryuji por su parte no tenía la intención de combatir, la incertidumbre de la cantidad de enemigos le hacían imposible pensar en una confrontación en la que resultasen victoriosos. Entonces recordó la bomba de humo que había utilizado aquella vez contra los misteriosos hombres, si había funcionado contra ellos ¿Por qué no funcionaria contra los Ariados?, después de todo había sido hecha para escapar de pokémon no de personas.
Sin consultarlo con su compañero revolvió en su mochila, encontró la pequeña esfera violeta y la arrojó al suelo. El claro rápidamente se encontró cubierto por un denso humo violeta que obstruía la vista de cualquiera que estuviese allí. El pelirrojo tomó el brazo de su amigo y lo arrastró hasta donde yacía un Satoshi inmóvil al que ordenó levantar.
Corrían lo más veloz que les permitían sus cansadas piernas ignorando las ansias de luchar de un ajetreado Sharp y tratando de atravesar el extenso claro que los rodeaba. Sus respiraciones se agitaron rápidamente ya que no habían podido descansar desde la última vez que llevaron al chico en sus hombros. Los segundos se hacían eternos mientras corrían aquella carrera, Saito sentía como sus fuerzas lo abandonaban con cada paso que daba, pero se obligó a sí mismo a seguir su amigo lo necesitaba y no iba flaquear en ese momento.
Finalmente llegaron al extremo opuesto del claro unos segundos antes de que el humo se dispersara por completo, un alivio le recorrió el pecho Ryuji. Ahora que estaban lejos de aquellos Pokémons podrían escapar sin problemas si entraban en la arboleda y se perdían en ella.
Saito sintió un tirón en su brazo sano. La fuerza del jalón le hizo frenarse en seco, soltar a su amigo y lo obligó a voltear su cabeza para ver que lo provocaba. Ahí estaba, la misma cuerda blanca que los había metido en esa situación, la misma que le provocó las heridas a Satoshi, la misma maldita cuerda se encontraba pegada al antebrazo de Saito y justo del otro extremo se encontraba un Ariados que tiraba con fuerza.
El insecto retrocedía lentamente una pata trasera a la vez y con cada paso arrastraba al joven unos centímetros hacia él. Saito tiró con fuerza con el brazo capturado en un intento de desequilibrar a la horrenda criatura, pero fue inútil ya que no logró moverla en lo absoluto, era más fuerte de lo que su pequeña estatura aparentaba. Deseaba con todo su cuerpo poder mover su otro brazo con el podría buscar en su bolsillo el arma y cortar la telaraña en un abrir y cerrar de ojos, pero luego recordó haberla perdido en el bosque en aquel intento de liberar a su amigo.
Ryuji empuño el bokken en sus manos y corrió directo en ayuda de su compañero. En el transcurso de la carrera giro el anillo de madera que poseía el arma y esta expulsó un gran trozo de madera que viajo a una velocidad alarmante directamente hacia la araña. Otra cuerda de seda salió disparada hacia el proyectil interceptándolo en pleno vuelo evitando que éste llegara a su destino.
Ahora que ya no poseía su capa protectora, Ryuji blandía en sus manos una hermosa katana que resplandecía con la luz de sol y dejaba ver su imponente filo capaz de cortar aquella tela sin ninguna dificultad. Ya no podían escapar y su única alternativa era enfrentarse a esas cosas y salir victoriosos, tenían que hacerlo. Lanzó su ataque sin detener la marcha y hubiera tenido éxito si otro Ariados no hubiese atrapado sus piernas con tela para luego hacerlo caer al suelo con un tirón.
Sus esperanzas desaparecían o eso creía hasta que recordó a Sharp al cual había perdido de vista y olvidado por completo en el furor del escape.
Como si hubiera podido leer los pensamientos de su “amo” Sharp, que ya había visto luchar a Saito con aquel Ariados, se apresuró a ayudarle. Este dio un gran salto y con una garra en alto se preparó para dar el zarpaso de su vida. Grande fue su sorpresa cuando un haz de luz concentrada de color violeta salio de entre la arboleda e impactó en su pecho impulsándolo varios metros en el aire para luego caer de espaldas al suelo. Inmediatamente el gato se levantó y sin mucha dificultad arremetió contra la telaraña nuevamente, pero el mismo rayo de luz le hizo morder del polvo nuevamente.
-¡Bayleef, hojas navaja!- se escuchó en aquel claro.
Los proyectiles vegetales cortaron las ataduras de Saito y Ryuji liberándolos del oscuro destino que les esperaba.
Un maltrecho Satoshi que se sostenía un costado con la mano izquierda se encontraba a un lado de un dinosaurio muy herido aún por la batalla anterior. Una sonrisa de orgullo y malicia ocupaba su rostro.
-Me las veía negras ya Ryuji.- dijo mirando a su compañero que yacía en el suelo- ¡Ya era hora de que te despertaras pendejo, casi no la contamos por salvarte el culo a vos! –le gritó a Satoshi.
-Disculpa es que tengo el sueño pesado- rió mientras ordenaba a su Pokémon otro ataque.
-Ahora se hace el copado, dejate de joder…
-Así y todo no salvó le tendrías que dar las gracias- dijo humildemente Ryuji mientras se ponía de pie y sacaba una esfera de su cinturón. La lanzó al aire y con un brillo blanco se revelo a un enojado Flame que comenzó a escupir llamas al cielo sin cuidado.
-Mi turno- dijo Saito mientras liberaba de su pokebola a Spike.
Así la lucha comenzó. Flame escupía fuego a diestra y siniestra a cuanto Ariados se le interpusiera los cuales ardían en llamas y rápidamente corrían al bosque intentando apagar las llamas logrando solamente avivarlas y así caer desmayados al suelo. Spike cortaba a los pokémon con sus garras con una velocidad y destreza impresionantes. Con su agilidad daba saltos mortales y se balanceaba en el suelo con sus cuchillas esquivando hábilmente los lazos de telaraña. Por su lado Sharp se había levantado dificultosamente, debido a las heridas causadas por aquel rayo, y lanzaba un viento helado de su boca que congelaba a los arácnidos en segundos.
Mientras tanto Ryuji corría a toda velocidad hacia su mochila en busca de un arma para el indefenso Saito. Al llegar, revolvió hasta el fondo de su equipaje y encontró lo que buscaba: un estuche de madera con varios decorados a mano color negro. No era demasiado grande por lo que no dudo en arrojarlo hacia su amigo.
El estuche giraba sobre si mismo mientras volaba sobre el caos que el fuego, las hojas y el hielo provocaban y algunos de estos ataques amenazaron muy de cerca la existencia de este. Antes de tocar el piso fue interceptado por un Saito que se desplazaba en al aire gracias a un Ariados que le había servido de escalón cayendo así al piso con un pequeño roll hacia delante que le permitió amortiguar considerablemente la caída. Saito levantó el brazo hacia Ryuji en señal de que había recibido el objeto cosa que éste no pudo notar con claridad por la batalla que libraban los Pokémon.
Con una rodilla en el suelo y la otra de soporte abrió el estuche. Dentro se encontraba lo que necesitaba: un arma. Dos pequeños cuchillos de no más de veinticinco centímetros decoraban el interior de la caja. Estos estaban decorados con unos pequeños dibujos de Arcanines danzantes rodeados de llamas que giraban en espiral alrededor del mango color escarlata y anaranjado, y aunque en momentos desaparecían volvían a retomar el decorado un tiempo después. Podía notarse la antigüedad de aquellas armas debido a lo descoloridas aunque bien conservadas ilustraciones que no solo se encontraban en el mango sino también en el filo.
Saito, sin prestar atención a aquellas detalladas ilustraciones, desenvainó los tantos y se dirigió al Ariados más cercano y con un rápido movimiento cortó una de las patas de la criatura fácilmente, pero esta seguía moviéndose sin dificultad. Entonces intentó arremeter contra el cuerpo y cuando lanzó un corte este chocó contra el exosqueleto de la araña y con un sonido agudo su ataque fue repelido. Con la esperanza de que el ángulo del corte lo ayudara a penetrar la gruesa armadura cambio el modo de sostener las pequeñas katanas, las soltó y antes de que comenzaran a descender al suelo las volvió a tomar, pero esta vez con el filo apuntado hacia su cuerpo. Con una posición firme en sus piernas comenzó nuevamente el ataque, ahora eran zarpazos rápidos que de a poco comenzaron a quebrar la gruesa capa que protegía al arácnido, y con un último corte más fuerte que los normales logró su cometido. El gran abdomen se había quebrado como cristal y un liquido viscoso y verde comenzó a salir de éste, inmediatamente el Ariados quedó inerte con la mirada perdida en el cielo.
Aunque había podido derrotar a aquel pokémon no creía poder volver hacerlo sin una distracción muy grande, al fin y al cabo había estado casi un minuto golpeando la dura coraza y solamente pudo lograrlo gracias a que el insecto se encontraba tirando de una telaraña que había atrapado por momentos a Spike.
La lucha seguía tan intensa como antes y aunque los esfuerzos de los pokémon eran enormes poco a poco sus fuerzas se terminaban. Los Ariados no disminuían en número, pero los cuerpos que se encontraban en el suelo aumentaban cada minuto.
-¡Son demasiados! – grito frenéticamente Saito mientras cortaba las patas de un pokémon – ¡No creo que aguantemos mucho más!
-Ya deben quedar pocos- dijo Satoshi mientras ordenaba unas drenadoras que aferraron con sus lianas a dos arañas.
Bayleef lanzaba una sarta de hojas navajas agitando su cabeza fuertemente y una tras otra los grupos de cuchillos vegetales salían disparados, pero eran poco efectivos contra aquella dura coraza y solo después de varias rondas algún que otro insecto quedaba derrotado por el daño acumulado. La energía del ya cansado dinosaurio se agotaba. Poco tiempo después de una última ronda de hojas, que lanzó con más fuerza de lo normal con la esperanza de que esto ayudara a salvar la vida de su amo, cayó rendido por el cansancio.
Satoshi saco la pokebola de su pokémon y lo guardó en ella gracias al rayo escarlata, no sin antes decirle a su amigo que lo había hecho lo mejor que pudo y que estaba orgulloso de él.
Ahora sin su saurópodo el chico se encontraba indefenso frente a un ataque inminente, y aunque tenía otros pokémon se encontraban demasiado heridos en comparación. Quizá podría liberar a Crock, pero no podía dejar de pensar en cómo sus luchas en la ruta lo había dejado mal herido y pedirle que luchara en esas condiciones haría peligrar su vida y Satoshi quería demasiado a sus pokémon para hacer tal cosa.
Él no sabía luchar como Saito y Ryuji ya que nunca había sido un chico violento aunque nunca dudaba en usar su propia fuerza para defender lo que más apreciaba: su familia y sus amigos.
Sin más opciones se lanzó a la batalla con lo único que tenía: su valor y sus puños.
Embistió a un Ariados que se encontraba escupiendo un líquido violeta a Flame, esto hizo que el ataque perdiera la dirección y chocara con el tronco de un árbol el cual comenzó a derretirse poco a poco.
El insecto lo miro fijamente y Satoshi hizo lo mismo, se encontraba petrificado. Sacudió su cabeza fuertemente tratando de salir del trance y sin dudarlo golpeó con un puñetazo la cara del pokémon el cual apenas se vio afectado y se preparó para al ataque. La araña se abalanzó sobre Satoshi, éste no pudo soportar el peso y cayó al suelo con el insecto encima. Las mandíbulas se abrían y cerraban con un sonido tronante a medida que se acercaban a el rostro del chico, la saliva goteaba de estas y un hedor putrefacto que le hacía revolver el estomago invadía la nariz del joven. De pronto el Ariados retiró su cabeza unos cuantos centímetros tomando impulso en un intento de clavar sus mandíbulas en el cuello del chico y cuando estaba a punto de alcanzarlo Satoshi lo detuvo la cabeza con sus manos. La fuerza del Arácnido era demasiado para los débiles brazos del chico y poco a poco iba perdiendo terreno. Un poco de saliva manchó su pecho provocándole un escalofrío en la espalda porque sabía que en pocos segundos ese frio recorrería su cuerpo y cuando eso pasara todo habría terminado. No tenía las fuerzas para pedir ayuda a uno de sus compañeros porque su boca se encontraba firmemente cerrada debido a la fuerza que estaba haciendo para no caer en aquellas mandíbulas.
Un calor comenzó a recorrer su frente, calor que luego se desplazo hacia su oreja y finalmente se detuvo. Entonces vio como la fuerza del insecto se reducía hasta casi ser nula y un líquido verde caía de su cabeza, Saito estaba sobre la espalda de aquel con ambos tantos clavados en la cabeza de la bestia y solamente luego de verificar que estaba muerta, con unos cuantos giros de los cuchillos en la carne del Ariados, saltó a un lado y ayudó a Satoshi a salir de debajo del cuerpo inerte.
-¡Qué mierda estas haciendo! ¡Sino sabes pelear solo escondete! Si te morís acá esta pelea no tiene sentido, no seas idiota- le reprochó sin mirarlo ya que se encontraba observando en el campo de batalla en busca de su próximo blanco.
-Pero yo… no quiero ser un inútil, yo quiero…- dijo dudoso mirando el suelo.
-Ya nos ayudaste ahora anda y escondete, Ryuji y yo nos encargamos. No puedo matar tranquilo a estas cosas si te tengo que andar salvándote cada cinco minutos ¿entendés?- Satoshi asintió.
Minutos después Spike y Flame se encontraban sumamente agotados y ya no podían esquivar los golpes como antes. No paso mucho tiempo antes de que el puercoespín fuera presa de unos de los extraños rayos que provenían del bosque y mordiera el polvo.
Flame ya no tenía fuerzas para lanzar mas llamas por lo que combatía a garras y dientes a lo que se le acercaba.
El número de Ariados ya no aumentaba sino que se reducía, parecía que al pequeño ejército ya no le quedaban soldados y aunque todavía quedaban unos cuantos Saito y Ryuji sabían que solo cuestión de tiempo para qué el cansancio cobrara su cuota y ambos fueran derrotados.
Los dos jóvenes ahora se encontraban combatiendo espalda con espalda para así reducir los futuros ataques, “si solo hubiese una forma de cortar ese cuerpo tan duro más fácil” pensó Ryuji y entonces lo recordó.
-¡Flame!, ¡usa fuego fatuo en Saito!- gritó con todas su fuerzas.
A Flame solo lo mantenía en pie su brazo derecho el cual usaba de bastón, su respiración era muy agitada y la llama de su cola muy pequeña. Con lo último de sus fuerzas se puso de pie, llenó sus pulmones de aire y con un soplido exhaló una pequeña bola de fuego magenta que voló hacia Saito. La llama no se movía regularmente sino que danzaba sobre un escenario invisible que parecía extenderse hasta donde el desaliñado joven se encontraba, dejando en su camino un pequeño rastro de fuego que se extinguía antes de tocar el suelo.
Saito miraba como aquella llama se acercaba más y más a él con cada movimiento y unos centímetros antes de que esta lo alcanzara dio un pequeño saltó hacia un costado evitando el impacto.
-¡¿Me querés matar pelotudo?!- le gritó
-No te muevas que Flame ya no tiene fuerzas para otro
-Como querés que no me mueva, una bola fuego se me acerca para incendiarme y me decís que deje que me que…- el fuego fatuo había impactado en el chico pero sin hacerle ningún rasguño.
Entonces miró como éste no había desaparecido sino que ahora bailaba alrededor del filo de sus armas trazando una espiral que recorría desde la base del metal hasta la punta de este y al llegar volvía a bajar y recorrer el mismo camino. La bola se dividió en tres más que giraban más intenso que la primera y como si tuviera vida propia una de ellas salió de su ruta y se deslizó hacia el arma gemela que aún yacía en el estuche repitiendo la misma danza que ya había interpretado. De pronto el color plateado de la hoja comenzó a ser absorbido por una gama de colores rojizos. En un momento era de un fuerte naranja parecido a la luz de la tarde que no podía apreciarse gracias a la arboleda que los rodeaba, y en otros un rojo intenso hacia su aparición como si la ira escondida del arma despertara.
Saito miró la magnifica hoja de la espada con curiosidad, pero no tuvo tiempo de inspeccionarla en detalle ya que un Ariados, viendo el descuido del chico, se encontraba en el aire tratando de aplastarlo con su cuerpo. Saito sin tener tiempo de esquivar al gran insecto lanzó una de sus llameantes armas hacia éste esperando alguna herida superficial que desviara el trayecto del ataque. Para su sorpresa cuando el tanto tocó la dura armadura que protegía al Ariados no quedó inserta en la piel de esta sino que fue atravesada como la más fina capa de algodón saliendo así por la espalda de la araña.
Saito no podía creer como aquella coraza que le había costado tanto trabajo romper fuera cortada como si nada con una de aquellas nueva armas.
El Ariados cayó a los pies del chico, inmóvil y sin vida mientras su cuerpo derramaba la misma Sustancia verdosa que Saito había visto antes.
Mientras Ryuji combatía contra uno de los diez insectos restantes Saito despachaba dos Ariados con solo unos cuantos cortes y para cuando el pelirrojo pudo acabar con su oponente ningún pokémon quedaba en pie.
Ambos se miraron con una sonrisa en sus rostros y mientras de sus ropas y cabellos caían restos de la sangre de los insectos los jóvenes se dejaron derrumbar a los suelos exhaustos.
Sharp se levantó un tiempo después algo desaliñado, pero sin estar gravemente herido.
Cuando se aseguró que no corría peligro Satoshi salió de su escondite exclamando cosas como: ¿¡desde cuando pelean así!? O “¿¡como hicieron eso!?”. Él jamás había visto a dos personas moverse o luchar como ellos lo habían hecho sino era una película de acción o algo que habían pasado por TV por lo que estaba realmente asombrado.
Ninguno de los cansados guerreros contestó realmente sus preguntas sino que se limitaban a decir “si” o “no” y solamente después de varios intentos desistió de mala gana.
Saito no dejaba de pensar en aquellas extrañas armas que le habían salvado la vida, pero sabia que Ryuji le contestaría con algún discurso largo acerca del origen de estas y simplemente estaba demasiado cansado para escucharlo, por ahora solo quería disfrutar de esta pequeña victoria.
Después de descansar un poco volvieron a retomar la marcha no sin que antes de que Satoshi revisara si algún Ariados había quedado con vida con la esperanza de capturarlo, pero su búsqueda fue inútil ya que Saito se había encargado de que ninguno sobreviviera al filo de su arma.
Las estrellas marcaron el final de aquel laberinto de árboles y mientras la luna iluminaba aquella colina donde los tres jóvenes y Sharp se encontraban, un espectáculo de luces y sonidos podía divisarse a unos cuantos kilómetros. Habían llegado
gado.
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Última edición por ASHLEY el Viernes 2 Febrero 2018 8:19 pm, editado 1 vez en total.
Estas aburrida/o y ya te cansaste de leer las mismas boludeces de siempre, bueno una mas no te va a hacer daño.
Lee mi fic :" Cuchillas de Amistad"
en la seccion Fan Fic del foro
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ASHLEY
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Re: Cuchillas de Amistad

Mensaje por ASHLEY »

Que mierda se me pasaba por la cabeza cuando escribí "voy a hacer un capitulo semanal". Sin mas que decir aca les dejo una entrega mas de este fic.

Capítulo 7: Llegada a Ecruteak

El frío de la noche y el agotamiento cobraban su cuota mientras descendían aquella colina para entrar al espectáculo de luces que era Ecruteak. Cada paso les robaba el aire sin piedad y hacia el caminar una pequeña tortura.

Satoshi no paraba de quejarse de su dolor de espalda, el efecto del analgésico que Ryuji le había dado había terminado y este sufría las consecuencias de su descuido en el bosque. El “médico”, aunque agotado, hablaba del pasado cultural de la ciudad, como había mantenido sus orígenes hasta la fecha y varias leyendas que hacían de ese lugar uno de los mas míticos de Johto.

Saito escuchaba semi-atento el discurso y como no comprendía a que se refería con “mantenido sus orígenes” le pregunto al pelirrojo, éste se limito a contestar “cuando estemos ahí te vas a dar cuenta”. Insatisfecho con aquella respuesta siguió como si nunca hubiese preguntado nada. El cansancio que tenia no le permitía realizar dos acciones al mismo tiempo.

Un pequeño campo se extendía desde los árboles del bosque hasta la entrada de Ecruteak. El césped, bastante mas alto de lo normal, danzaba de un lado al otro en un escenario invisible al cual la luz de la luna le daba el protagonismo. Unas cuantas luciérnagas les marcaban el camino, mensajeros que acostumbraban darles la bienvenida a los viajeros.

A lo lejos un umbral gigantesco descansaba imponente ante ellos. A los lados y por encima de él, se encontraban tres grandes figuras estáticas que posaban para demostrar su belleza. Pocos rasgos podían distinguirse desde la distancia a la que estaban y solo una vez que estuvieron enfrente de pudieron examinarlas con detenimiento. Del lado izquierdo una bestia cuadrúpeda se encontraba sentada sobre sus patas traseras mirándolos directamente. Un cabello que nacía de su nuca de un color puro como la nieve ondulaba incansablemente, de manera uniforme, y no gracias al viento, el cual era demasiado débil para levantarla, o al menos, esto era lo que los viajeros hubiesen imaginado si aquella estatua estuviese viva.

A la derecha otro cuadrúpedo dormía sobre el brillante césped en un sueño profundo. Sus ojos cerrados con firmeza seguramente no le permitirían despertar en mucho tiempo por más que quisiera. Su pelaje se encontraba decorado con franjas negras que dibujaban diferentes símbolos sobre su cuerpo, que en su mayoría, eran los mismos aunque algunos cambiaban su forma. De su nuca se extendía el mismo cabello extraño que el de su compañero, pero este no poseía tantas ondulaciones ni el mismo color, en cambio un violeta oscuro y un pelo estático ocupaban su lugar. Unos extensos colmillos salían de su boca, colmillos que seguramente le servían para desgarrar a su presa sin mucho esfuerzo.

Por último con una mirada perdida en el extenso azul estrellado, se encontraba el más hermoso de los tres. Su cabellera de aurora no podía distinguirse completamente ya que se encontraba reclinado sobre sus patas traseras, un color celeste cubría todo su cuerpo junto con unas cuantas manchas de pequeños diamantes blancos. Lo mas extraño era que su cola parecían ser dos listones que flotaban a los costados de su cuerpo, uno por cada lado.
— ¿Qué son esos?— preguntó Satoshi adelantándose a la pregunta de Saito.
—Leyendas, leyendas en las que algunas personas creen ciegamente sin importarles si en realidad son ciertas, pero por otro lado, eso es lo divertido de contarlas— rió una anciano con voz ronca. Éste se encontraba descansando detrás del umbral que tantos recuerdos le traía.

Después de dar un paseo nocturno junto a su fiel amigo de madera, que le ayudaba a sostener unas cansadas piernas por el peso de los años, lo que más le gustaba era contar a los jóvenes aquella vieja leyenda.
Una barba blanca, no muy larga, pero si bien arreglada adornaba su mentón y un cabello repleto de canas su cabeza. Les dirigió una sonrisa muy amable y comenzó a contar el relato que nadie había pedido escuchar.
—Recuerdo como aquel día en esa torre que ven ahí— dijo señalando unos cimientos calcinados— Bueno… al menos lo que quedo de ella, tres pokémon jugaban inocentemente cuando…
—Mirá viejo, estamos hechos mierda, tenemos hambre, sueño y este de acá necesita una espalda nueva. Atrás nuestro, vienen otro par de boludos, contales a ellos que seguro te van a dar bola y sino te jode nosotros seguimos— dijo Saito altaneramente señalando con la mirada a un pareja de chicos que se acercaban al maltrecho equipo.
—Disculpalo abuelo es un maleducado, pero es buena gente otro día con gusto voy a volver a escuchar tu historia— dijo tiernamente Satoshi.

El viejo negó con la cabeza y soltó un suspiro.
—Los jóvenes de ahora ya no tienen paciencia para una buena historia— suspiró el anciano.
— ¡Mirá querido que lindas estatuas! ¿Qué serán?— preguntó la pareja que ya había llegado al umbral.
—Leyendas, leyendas en las que algunas personas creen ciegamente sin importarles si en realidad son ciertas, pero por otro lado, eso es lo…
—Me da algo de lastima parece que esta muy solo el abuelo— comentó Satoshi.
—No tenemos tiempo de andar entreteniendo viejos— contestó Saito sin voltearse para ver a Satoshi.
—No sé qué tendrás que hacer vos, pero yo no estoy tan apurado, faltan varios meses para la liga todavía— lo regañó Satoshi.
Saito se limitó al silencio, sabia que sí comenzaba una discusión en este punto lo de su hermana saldría a la luz y no quería involucrar a Satoshi que nada tenía que ver en el asunto.

Mientras caminaban por la calle de entrada la gente del lugar iba de un lado a otro siguiendo pequeños puestos de artesanos que ofrecían sus mercancías de origen dudoso a los viajeros como también a los miembros de la ciudad, aunque estos últimos ya sabían de las tretas que los vendedores tenían bajo la manga por lo que solo algunos se atrevían a comprar alguna cosa.
Cada uno lanzaba un gritó de guerra, prometiendo cosas como “con esta pokebola se puede cambiar a cualquier pokémon en uno de un color inusual” o “la medicina ideal para aumentar en un doscientos por ciento el potencial del ataque de tu monstruo”, aunque ninguno llamó más la atención de los jóvenes como los carritos que vendían hamburguesas, panchos y todo tipo de comida chatarra.

Saito y Satoshi corrieron tan deprisa hacia los carritos que Ryuji los perdió de vista.
Un hombre de bigote, con una gorra del grupo de fútbol favorito de Ecruteak “los canes” los recibió frotándose las manos.
— ¿Qué les sirvo chicos?, tengo las mejores hamburguesas de la ciudad, tan ricas que se deshacen en la boca.
— ¡Dame, dame, dame cinco hamburguesas con todo y cinco panchos con papitas arriba!— dijo Saito tan rápido como pudo, los ojos no quitaban la vista de la carne que se cocinaba en la plancha del bigotudo.
Satoshi, feliz por el pedido de su amigo preguntó:
— ¿Cuántas son para mi? — preguntó con cara de perrito triste
— ¡Ninguna pelotudo! Si querés, cómprate vos. — Dijo el hambriento joven que cruzó miradas con un Sharp al que se le caía la baba del hambre.
—A vos tampoco te pienso dar un sorongo, así que no me mires así.
— ¡No seas forro, dame una por lo menos y también a Sharp, es tu deber cuidarlo!
—No, jodete por gil y vos jodete por… no sé por ser negro.
—Bueno chicos, todo serian mil pokés.
— ¡Mil pokés!, ¡¿de qué mierda están hechas esas hamburguesas, de oro?! ¡Vos estas en pedo si te pensás que te vamos a pagar eso!— gritó indignado Satoshi mientras se volteaba para volver a encontrarse con Ryuji.
—Como no, buen señor— dijo hablando con suma amabilidad mientras se metía la mano en el bolsillo para sacar el dinero, pero algo le impidió tomarlo. Era Ryuji que lo detenía con fuerza para que no le pagase al hombre.
— ¿Qué hacen chicos?— dijo el pelirrojo pronunciando cada silaba detenidamente tratando de ocultar un ataque de ira dispuesto a estallar en cualquier momento — ¡Apenas tenemos unos mil pokés y ustedes se los gastan en unas hamburguesas! ¡Demasiado si podemos comer arroz por el resto de la semana!
—Bue… tampoco para exagerar tanto, unas diez hamburguesitas no son nada…
—Saito, todavía tenemos que comprar algunas pastillas para Satoshi o capaz ir a algún medico y vos pensás en comer…
—Soy un hombre simple con necesidades simples ¿Qué querés que haga?— dijo encogiéndose de hombros.
—Para ahorrar un poco podríamos dormir en el lobby del centro pokémon, también tienen habitaciones a poco precio si sos entrenador, pero dormir en el lobby es gratis.
—Me había olvidado del centro, nos podríamos ahorrar el hospedaje…— pensó en voz alta Ryuji mientras se rascaba la barbilla.
—Ósea que nos alcanzaría para las hamburguesas ¿no?—. Ninguno contestó.
— ¡Hagamos eso! y también ahora que me acuerdo en los centros tienen garrafas, podemos hacer algo para comer ahí. — Todos asintieron, algunos con menos ganas que otros.
—Más vale, que no vaya a encontrar un montón de indigentes durmiendo en el lobby ese— se quejaba Saito mientras se dirigían al centro.

Lo animado del ambiente se extendía por toda la habitación y el que no estaba charlando con alguien muy pronto encontraba con quien hacerlo, ya que todos tenían el mismo objetivo y siempre algo en común de que hablar. Algunos presumían de sus criaturas, desde su altura, peso, y color hasta las proezas que lograban hacer. Podían escucharse frases como “Pff eso no es nada, la pistola de agua de mi totodile arrancó un árbol el otro día” o “Peleemos ahora si sos tan bueno”.

La encargada del centro era una enfermera muy hermosa, de una cabellera larga y reluciente color castaño que se tambaleaba demostrando su belleza y provocando suspiros en los jóvenes. Ésta iba de un lado a otro extinguiendo los futuros pleitos con una mezcla de seducción y sonrisas, a las que todos prometían un buen comportamiento con una cara pervertida que no notaban.
El bullicio desapareció cuando las puertas automáticas se abrieron y dejaron entrar a tres jóvenes que, sino hubiesen estado acompañados por un pequeño pokémon todos darían por hecho que con la mugre y los harapos que tenían por ropa eran de todo menos entrenadores. Después de unos segundos el ambiente volvió a ser tan animado como siempre.

Se sentaron en uno de los sillones que estaban puestos en todo el lobby para que los que quisieran descansar del viaje lo hiciesen. Así, podía verse como algunos dormían en ellos mientras otros los usaban para colocar sus pertenencias, hasta había quienes dejaban descansar a sus cansadas criaturas, por lo que no era raro ver alguna bola de pelos enrollada.
—Tomate dos de estos cada seis horas ¿me entendiste?— dijo Ryuji mientras le daba dos pequeñas pastillas blancas. Ya habían pasado por una farmacia de camino y gastado el poco dinero que tenían.

La gente que se encontraba sentada cerca de ellos los miraba con curiosidad a los que Saito respondía con miradas asesinas que los hacían mirar hacia otro lado y bien sus ojos se cruzaban.

A diferencia de ellos se trataba de chicos más jóvenes que habían llegado por diferentes caminos de todo Johto y al juzgar por su aspecto habían transitado todo el viaje por los caminos principales que eran los mas seguros. Rutas que habían sido evitadas por Saito y compañía, aunque a Satoshi lo habían llevado por ahí con la promesa de que iba a encontrar monstruos raros para capturar, para eludir cualquier posible confrontación que pudiese surgir con “los de traje”, así era como inconscientemente les empezaron a llamar, y aunque el precio fue caro, la decisión fue acertada ya que jamás se toparon con ninguno de ellos. Cosa de la que estaban muy agradecidos porque encontrarse con un grupo después de semejante batalla no pondría las cosas a su favor.

—Me voy a dar un baño, sinceramente no soporto más esta mugre— dijo Satoshi mientras sacaba de su maltrecha mochila un toallón y lo ponía sobre su hombro.
—Antes, llevá tus pokémon a que los traten ellos deben estar mas cansados que vos— le recordó Ryuji –Vos también Saito. — Esté asintió de mala gana.
Así los tres jóvenes cruzaron la habitación directo al mostrador que se encontraba en el extremo de ella, pero ahora nadie los miraba, ya eran parte del grupo.
—Hola, mi nombre es Marín ¿En que los puedo ayudar?— saludo la chica detrás del mostrador con una gran sonrisa.
—Si queremos tratar a estos pokémon— respondió cordialmente Satoshi.
— ¿Me permitirías tu identificación?— dijo extendiendo la mano para recibirla.
—Si, este… donde la puse…—decía Satoshi mientras revolvía en sus bolsillos tratando de encontrar su pokedex. – Acá esta— dijo mientras se la alcanzaba.
—Si Satoshi Asanuma, quince años de pueblo New Bark – Satoshi asintió al escuchar los datos de la pantalla que leía la chica.
La enfermera lo observó por un segundo tan delicadamente que nadie pudo notarlo y le recibió las tres pokebolas que enseguida un pokémon con un pequeño sombrero y lo que parecía ser un huevo en un saquito que tenia estomago se llevó en una camilla.

— Mañana a primera hora van a estar descansados y listos para seguir con su viaje— dijo dulcemente la joven.
—Discúlpame, me podrías decir ¿dónde están las duchas?— dijo Satoshi antes de irse.
—Un placer, tenés que seguir ese pasillo y después doblar a la derecha, son unas puertas grandes y de madera
Satoshi le agradeció a la chica, les dirigió un saludo a sus amigos y se fue directamente hacia el pasillo.
— ¿Por qué le pidió una identificación?— le susurró Saito a Ryuji.
—Porque sino tenés que pagar para usar el servicio del centro— contestó.
—Pero nosotros no tenemos nada de eso.
—No te preocupes, hackee tu dex y la mía para que el sistema nos reconozca.
La muchacha los miró esperando que alguno se acercara hacia el mostrador, Saito se adelantó y sacó una esfera de su bolsillo que le entregó a la enfermera, para luego agacharse y levantar a Sharp del suelo y ponerlo sobre el mostrador, pero éste, averiguando su intención saltó a la mesa antes de que lo alcanzara.

—Éste no tiene bola, pero ¿lo puede curar igual?— preguntó Saito.
—No es ningún problema, ¿me permitís tu identificación?— dijo volviendo a extender la mano, a lo que el chico saco el aparato de su bolsillo y se lo entregó. — Haber… Saito diecisiete años, de ciudad goldenrod—. Tecleaba mientras movía con la otra mano unos iconos flotantes en una pantalla holográfica. Estaba tardando mucho más tiempo en autentificar su dexter de lo que le había tomado a Satoshi, Saito tenia un nudo en el estómago, si les decían que eran falsas seguramente la enfermera llamaría a alguna clase de seguridad muy disimuladamente y en su condición no creía poder hacerles frente y mucho menos lograr escapar.

—Todo listo, mañana a primera hora ya van a estar—dijo haciendo que las preocupaciones de Saito se esfumaran en el aire.
Sharp que estaba agresivo por tener que ir con gente desconocida no dejaba que la enfermera lo tocase. Ryuji tuvo que intervenir y con su carisma de siempre logró apaciguarlo para que el pokémon rosa se lo llevara en la camilla.
—Mañana te vengo a buscar, no seas gil y portate como un bicho grande— le gritó cuando ya iba desapareciendo por las puertas automáticas de un costado del mostrador.

Después de dar las gracias a la chica por su ayuda ambos se dirigieron hacia la salida del centro. Ya fuera se recostaron sobre la pared al lado de las puertas mecánicas de la entrada.
—Ya llegamos, y ahora ¿qué hacemos?—preguntó Ryuji preocupado.
—Ir a ver a Sara obviamente— respondió Saito mientras lanzaba una piedra que había en el suelo —No te vas a reír, pero pensé por un segundo que cuando llegáramos a la ciudad iba a terminar todo ¿sabés?— dijo mientras observaba como se deslizaba la piedra por el suelo.
—No te entiendo, Reiko todavía sigue con esos tipos ¿la razón de este viaje no era salvarla?— contestó Ryuji perplejo.
—No me olvidé de Reiko ¿Cómo vas a pensar que me olvidé?, solo fue un pensamiento que se me cruzó por la cabeza.
— ¿Y entonces?
—No sé, delirios míos por lo visto, nada más. El camino fue tan jodido que pensé… que con eso ya la había encontrado…
—Si encontrarla fuera tan fácil como pasar por un bosque no estaríamos en un quilombo así.
—Si ya sé, ya sé. Es solo que a veces me preguntó como mierda nos metimos en esto, aunque le doy vueltas todavía no lo puedo entender.
—Hay cosas que uno no puede controlar, cosas que pasan no importa lo que trates de hacer para evitarlo, la gracias esta en hacerles frente sin dar marcha atrás, como estamos haciendo ahora.
— Pareces una masita de esas que te dicen la suerte.
— Te digo lo que pienso nada más. Yo también estoy preocupado como vos, tengo muchas dudas también.
— ¿Cómo que?
— ¿No me digas que a vos no te extraña que manden tanta gente a buscar un pokémon nomás? O que secuestraran a Reiko solo para encontrarte a vos. Ya sé qué sos fuerte y todo, pero ¿tantas molestias sabiendo que solo sos un pibe?
— ¿Un pibe?— preguntó indinado Saito y Ryuji se aclaró la garganta.
—Nada, olvidate— contestó evasivamente para evitar una discusión. —Y sobre sharp… nos esta acompañando un pokémon que es tan valioso para ellos como para andar amenazando de esa manera, mirá si es un espécimen que se escapó de algún laboratorio o algo así.
—Tenes que dejar de leer esos libros Ryuji, Sharp es un bicho como cualquier otro— contestó Saito haciendo burla de las suposiciones de Ryuji.

—No estoy exagerando, mi viejo que habla con mucha gente de todos lados siempre escuchaba rumores acerca de experimentos extraños que hacían con pokémon raros, pero últimamente se escuchan más que antes. Igual ésta no es la primera vez, no sé si te acordás de esa isla que había explotado hace varios años.
—No me digas que crees esas pelotudeces, eso fue un mito urbano nada más.
—No podes ser tan escéptico siempre de todo, hay veces que la gente tapa la verdad y eso no me lo podés negar.
— ¿y a qué vas con eso?
— A que el supuesto pokémon que destruyó esa isla existe y todavía esta ahí afuera. Esa clase de poder no es natural alguien y Sharp puede que tampoco lo sea, al fin y al cabo dexter no pudo establecer ningún dato— alegó Ryuji con entusiasmo.
— No sé, me parece que tiene demasiada vuelta de rosca para mí. Ahora solo me interesa encontrar a Reiko y esta pokebola y la tarjeta es la única pista que tenemos— dijo mientras sacaba la extraña esfera negra de un bolsillo mientras la lanzaba unos centímetros en el aire solo para ver como caía con el peso y la gracia de una pluma.
—No me canso de ver lo raro que cae esta cosa— comentó lanzándola al aire una y otra vez.
—Tanto tiempo sin vernos chicos— dijo una chica parada ante ellos con una sonrisa.
—Es cierto, pasó bastante—contestó Saito devolviéndole el gesto.
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Última edición por ASHLEY el Viernes 2 Febrero 2018 8:21 pm, editado 1 vez en total.
Estas aburrida/o y ya te cansaste de leer las mismas boludeces de siempre, bueno una mas no te va a hacer daño.
Lee mi fic :" Cuchillas de Amistad"
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Danot Okino
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Re: Cuchillas de Amistad

Mensaje por Danot Okino »

Bueno, leído ya o.o *evade las preguntas por la prolongada ausencia xD*

Pues bien, en estos dos últimos episodios fuimos testigos primero de la no tan exitosa huida de los chicos de la colonia de Ariados, lo que devino en un enfrentamiento a muerte entre ambos grupos; si bien el trío (o dúo, tras la breve intervención de Satoshi) se defendía bien, el número de sus oponentes llevó a que se cansaran cuando quedaban pocos, pero fueron salvados por las peculiares armas que Ryuji tenía guardadas, al ser potenciadas por el fuego de Flame, con lo que acabaron y finalmente salieron de ahí, llegando a los linderos de Ecruteak. Ya en ese lugar, tras dejar atrás a un viejo parlanchín y casi perder todo el dinero por el hambre de Saito, el grupo llegó al Centro Pokémon, donde pudieron dejar a sus monstruos bajo el cuidado de la enfermera local (aunque, no vi a Ryuji hacerlo, quizá después xD), para que luego los dos chicos de Goldenrod salieran y, tras una breve conversación, fueran encontrados por quien parece ser Sara owo...

A nivel técnico, opino que los puntos fuertes de estos dos capítulos fueron el creciente manejo y caracterización de personajes (en particular, me parece percibir algún desarrollo en Saito, aunque siga comportándose como siempre, además de sus particulares interacciones con Ryuji y Satoshi) y el manejo de las escenas de acción con una narración dinámica y entretenida; la redacción se mantiene dentro de lo aceptable, así como el manejo del ritmo narrativo y las descripciones presentadas, que en general no obstaculizan el flujo del relato. Sin embargo, la ortografía, la tildación y la puntuación aún requieren algo de cuidado y mejoramiento =O

En fin, quotes :3

[SPOILER]
ASHLEY escribió:Entonces recordó la bomba de humo que había utilizado aquella vez contra los misteriosos hombres, si había funcionado contra ellos ¿Por qué no funcionaria contra los Ariados?, después de todo había sido hecha para escapar de pokémon no de personas.

"si había funcionado contra ellos, ¿por qué no funcionaria contra los Ariados? Después" o.o

ASHLEY escribió:un alivio le recorrió el pecho Ryuji.

"el pecho a Ryuji." :3

ASHLEY escribió:En el transcurso de la carrera giro el anillo de madera que poseía el arma y esta expulsó un gran trozo de madera que viajo a una velocidad alarmante directamente hacia la araña.

giró, viajó o.o
Oh, así que tenía una katana de verdad ahí dentro xD

ASHLEY escribió:Este dio un gran salto y con una garra en alto se preparó para dar el zarpaso de su vida. Grande fue su sorpresa cuando un haz de luz concentrada de color violeta salio de entre la arboleda

zarpazo, salió :3

ASHLEY escribió:-Me las veía negras ya Ryuji.- dijo mirando a su compañero que yacía en el suelo- ¡Ya era hora de que te despertaras pendejo, casi no la contamos por salvarte el culo a vos! –le gritó a Satoshi.

Separa esos diálogos que confunde xD

ASHLEY escribió:-Así y todo no salvó le tendrías que dar las gracias- dijo humildemente Ryuji mientras se ponía de pie y sacaba una esfera de su cinturón. La lanzó al aire y con un brillo blanco se revelo a un enojado Flame que comenzó a escupir llamas al cielo sin cuidado.

nos, "salvó, le", reveló o.o

No era demasiado grande por lo que no dudo en arrojarlo hacia su amigo.
El estuche giraba sobre si mismo mientras volaba sobre el caos que el fuego,

dudó, sí :3

ASHLEY escribió:Con la esperanza de que el ángulo del corte lo ayudara a penetrar la gruesa armadura cambio el modo de sostener las pequeñas katanas,

cambió o.o

ASHLEY escribió:Satoshi saco la pokebola de su pokémon

sacó :3

ASHLEY escribió:Entonces vio como la fuerza del insecto se reducía hasta casi ser nula

cómo o.o

ASHLEY escribió:aunque todavía quedaban unos cuantos Saito y Ryuji sabían que solo cuestión de tiempo para qué el cansancio cobrara su cuota y ambos fueran derrotados.

"solo era cuestión", para que :3

ASHLEY escribió:Saito miraba como aquella llama se acercaba más y más a él con cada movimiento y unos centímetros antes de que esta lo alcanzara dio un pequeño saltó hacia un costado evitando el impacto.

cómo, ésta o.o

ASHLEY escribió:-Como querés que no me mueva,

Cómo :3

ASHLEY escribió:Entonces miró como éste no había desaparecido

cómo o.o

ASHLEY escribió:“¿¡como hicieron eso!?”. Él jamás había visto a dos personas moverse o luchar como ellos lo habían hecho sino era una película de acción o algo que habían pasado por TV por lo que estaba realmente asombrado.

cómo, si no :3

ASHLEY escribió:Ninguno de los cansados guerreros contestó realmente sus preguntas sino que se limitaban a decir “si” o “no” y solamente después de varios intentos desistió de mala gana.

o.o

ASHLEY escribió:Después de descansar un poco volvieron a retomar la marcha no sin que antes de que Satoshi revisara si algún Ariados había quedado con vida con la esperanza de capturarlo, pero su búsqueda fue inútil ya que Saito se había encargado de que ninguno sobreviviera al filo de su arma.

Satoshi es un carroñero xD

ASHLEY escribió:Las estrellas marcaron el final de aquel laberinto de árboles y mientras la luna iluminaba aquella colina donde los tres jóvenes y Sharp se encontraban, un espectáculo de luces y sonidos podía divisarse a unos cuantos kilómetros. Habían llegado.

Buen final =P

ASHLEY escribió:Saito escuchaba semi-atento el discurso y como no comprendía a que se refería con “mantenido sus orígenes” le pregunto al pelirrojo, éste se limito a contestar “cuando estemos ahí te vas a dar cuenta”.

qué, preguntó :3

ASHLEY escribió:El césped, bastante mas alto de lo normal,

más o.o

ASHLEY escribió:Una barba blanca, no muy larga, pero si bien arreglada adornaba su mentón y un cabello repleto de canas su cabeza. Les dirigió una sonrisa muy amable y comenzó a contar el relato que nadie había pedido escuchar.
—Recuerdo como aquel día en esa torre que ven ahí— dijo señalando unos cimientos calcinados— Bueno… al menos lo que quedo de ella, tres pokémon jugaban inocentemente cuando…
—Mirá viejo, estamos hechos mierda, tenemos hambre, sueño y este de acá necesita una espalda nueva. Atrás nuestro, vienen otro par de boludos, contales a ellos que seguro te van a dar bola y sino te jode nosotros seguimos— dijo Saito altaneramente señalando con la mirada a un pareja de chicos que se acercaban al maltrecho equipo.
—Disculpalo abuelo es un maleducado, pero es buena gente otro día con gusto voy a volver a escuchar tu historia— dijo tiernamente Satoshi.

sí, cómo, quedó, si no, "buena gente; otro" :3

ASHLEY escribió:— ¡Mirá querido que lindas estatuas! ¿Qué serán?— preguntó la pareja que ya había llegado al umbral.
—Leyendas, leyendas en las que algunas personas creen ciegamente sin importarles si en realidad son ciertas, pero por otro lado, eso es lo…

qué o.o
Viejo comerciante xD

ASHLEY escribió:sabia que sí comenzaba una discusión en este punto lo de su hermana saldría a la luz

si :3

ASHLEY escribió:— ¿Qué les sirvo chicos?, tengo las mejores hamburguesas de la ciudad, tan ricas que se deshacen en la boca.

"chicos? Tengo" o.o
... tengo hambre ;w; (?)

ASHLEY escribió:—No, jodete por gil y vos jodete por… no sé por ser negro.

x3UUUU

ASHLEY escribió:—Bueno chicos, todo serian mil pokés.
— ¡Mil pokés!, ¡¿de qué mierda están hechas esas hamburguesas, de oro?! ¡Vos estas en pedo si te pensás que te vamos a pagar eso!— gritó indignado Satoshi mientras se volteaba para volver a encontrarse con Ryuji.
—Como no, buen señor— dijo hablando con suma amabilidad mientras se metía la mano en el bolsillo para sacar el dinero, pero algo le impidió tomarlo. Era Ryuji que lo detenía con fuerza para que no le pagase al hombre.

"pokés! ¡¿De", estás, Cómo :3

ASHLEY escribió:—Ósea que nos alcanzaría para las hamburguesas ¿no?—. Ninguno contestó.
— ¡Hagamos eso! y también ahora que me acuerdo en los centros tienen garrafas, podemos hacer algo para comer ahí. — Todos asintieron, algunos con menos ganas que otros.

O sea, "eso! Y" o.o

ASHLEY escribió:–Vos también Saito. — Esté asintió de mala gana.

Éste :3

ASHLEY escribió:—Hola, mi nombre es Marín ¿En que los puedo ayudar?— saludo la chica detrás del mostrador con una gran sonrisa.
—Si queremos tratar a estos pokémon— respondió cordialmente Satoshi.

qué, saludó, "Sí, queremos" o.o

ASHLEY escribió:—Si, este… donde la puse…—decía Satoshi mientras revolvía en sus bolsillos tratando de encontrar su pokedex. – Acá esta— dijo mientras se la alcanzaba.

Sí, dónde :3

ASHLEY escribió:un saquito que tenia estomago se llevó en una camilla.

tenía o.o

ASHLEY escribió:—No te preocupes, hackee tu dex y la mía para que el sistema nos reconozca.

hackeé :3

ASHLEY escribió:— Haber… Saito diecisiete años, de ciudad goldenrod—. Tecleaba mientras movía con la otra mano unos iconos flotantes en una pantalla holográfica. Estaba tardando mucho más tiempo en autentificar su dexter de lo que le había tomado a Satoshi, Saito tenia un nudo en el estómago,

A ver, Goldenrod, tenía o.o

ASHLEY escribió:—No te vas a reír, pero pensé por un segundo que cuando llegáramos a la ciudad iba a terminar todo ¿sabés?— dijo mientras observaba como se deslizaba la piedra por el suelo.

cómo :3

ASHLEY escribió:—No me olvidé de Reiko ¿Cómo vas a pensar que me olvidé?, solo fue un pensamiento que se me cruzó por la cabeza.

"Reiko. ¿Cómo", "olvidé? Solo" o.o

ASHLEY escribió:—Si ya sé, ya sé. Es solo que a veces me preguntó como mierda nos metimos en esto, aunque le doy vueltas todavía no lo puedo entender.
—Hay cosas que uno no puede controlar, cosas que pasan no importa lo que trates de hacer para evitarlo, la gracias esta en hacerles frente sin dar marcha atrás, como estamos haciendo ahora.

Sí, cómo, "la gracia está" :3

ASHLEY escribió:— ¿Cómo que?
— ¿No me digas que a vos no te extraña que manden tanta gente a buscar un pokémon nomás? O que secuestraran a Reiko solo para encontrarte a vos. Ya sé qué sos fuerte y todo, pero ¿tantas molestias sabiendo que solo sos un pibe?
— ¿Un pibe?— preguntó indinado Saito y Ryuji se aclaró la garganta.
—Nada, olvidate— contestó evasivamente para evitar una discusión. —Y sobre sharp… nos esta acompañando un pokémon que es tan valioso para ellos como para andar amenazando de esa manera, mirá si es un espécimen que se escapó de algún laboratorio o algo así.

"¿Como qué?", sé que, indignado, Sharp, está o.o

ASHLEY escribió:— ¿y a qué vas con eso?
— A que el supuesto pokémon que destruyó esa isla existe y todavía esta ahí afuera. Esa clase de poder no es natural alguien y Sharp puede que tampoco lo sea, al fin y al cabo dexter no pudo establecer ningún dato— alegó Ryuji con entusiasmo.
— No sé, me parece que tiene demasiada vuelta de rosca para mí. Ahora solo me interesa encontrar a Reiko y esta pokebola y la tarjeta es la única pista que tenemos— dijo mientras sacaba la extraña esfera negra de un bolsillo mientras la lanzaba unos centímetros en el aire solo para ver como caía con el peso y la gracia de una pluma.

Y, está ahí, natural en alguien, cómo caía :3

ASHLEY escribió:—Tanto tiempo sin vernos chicos— dijo una chica parada ante ellos con una sonrisa.
—Es cierto, pasó bastante—contestó Saito devolviéndole el gesto.

Y el final xP[/SPOILER]

En fin, esto es todo por ahora; nos vemos en el siguiente post =)

PD: ¿Qué onda con el banner de Digimon? xD
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ASHLEY
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Re: Cuchillas de Amistad

Mensaje por ASHLEY »

Me cansé, algo...
Esta fue la segunda cosa que escribí realmente con todas las ganas de hacer algo groso, pero siento como que se volvió algo insipido.
Esa cosa que lo hacia brillar se fue, se perdió en algun lado y no lo puedo encontrar.
Me acuerdo que al principio me levantaba todos los dias temprano para ver si alguien había comentado algo copado, dormía re mal, pero emocionado XD. Me sentia un pibito que se compro un chiche nuevo y lo quiere volver a usar todo el tiempo.
MCOO me inspiro a escribir, ese modo de relatar, la caracterización de personajes, TODO era perfecto para mí. Por eso siempre lo vi como una sombra que tenia que alcanzar en algun momento. Capaz por eso Saito es parecido a Touji, ahora que me pongo a pensar.

Ya va a hacer casi un año desde que empece a escribir, bueno... faltan unos meses todabia. Me felicito a mi mismo por haber llegado tan lejos y espero poder terminarlo. Si alguno se ofrece a hacer algun fan art, seran retribuidos con comentarios copados,( dicese de muchas copas)

[color="Indigo"][font="Verdana"][SIZE="7"]¡HAPPY ANNIVERSARY! ¡BLADES OF FRIENDSHIP![/SIZE][/font][/color]
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